El PRI, resurge o se hunde
¬ Luis Ángel García lunes 6, Sep 2021Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Nadie cree en la retórica de Alejandro Moreno Cárdenas, Alito, cuando en la tribuna de la Cámara de Diputados dijo que el tricolor no recibe órdenes de ningún Presidente. Se oyó falso, no sólo porque durante el priato el tricolor era apéndice del gobierno federal, una secretaría de Estado más que incluso recibía subsidio oficial e instrucciones para designar candidatos. Salvo con Ernesto Zedillo —quien abandonó a su suerte al partido—, el PRI recibía línea desde Los Pinos, incluso desde los tiempos de Lázaro Cárdenas.
Lo más grave es que durante la gestión del ex gobernador de Campeche, la sumisión del PRI a los caprichos presidenciales ha sido total. Resultó más “moreno” que su apellido. Ha sido un total fracaso su gestión política, en su periodo se han perdido la mayoría de las gubernaturas, incluido su estado al que abandonó desde los primeros años de gobierno y donde impuso fallidamente a su sobrino. Las pocas posiciones que aún conserva el otrora partido aplanadora, el de los carros completos, se han retenido por el esfuerzo de los propios gobernadores que conservan el control político de sus entidades, como fue el caso de Coahuila e Hidalgo. Para el próximo año, se espera que Morena se lleve cinco de los seis estados en donde habrá elecciones.
También ha sido un fracaso la retención de los Congreso locales, cuya mayoría morenista facilitará la aprobación de reformas constitucionales que eventualmente enviara el Ejecutivo.
Cierto, hoy tiene más presencia el partido en el Congreso que en la debacle de 2018, donde se curó en salud Alito y amarró una curul en San Lázaro. Sin embargo, mucho del avance priista se debió a la alianza que hicieron con el PAN y el PRD.
Cuál es el futuro del PRI, recordemos que este instituto político se ha ido debilitando desde que muchos de sus cuadros y ex dirigentes se salieron en los ochenta para formar la Corriente Democrática que dio pauta a la creación del PRD. Más tarde sufrió otra sangría cuando se dio una estampida para irse a Morena. De tal suerte que el PRI ha visto disminuida sustancialmente su base militante, además de que olvidó formar nuevos cuadros o dirigencias. Ha perdido liderazgo y no ha podido reagruparse ni cuenta con proyectos de gobierno que interesen a la militancia, los simpatizantes o al resto de los electores. Si quiere resurgir de entre las cenizas deberá optar por una nueva dirigencia que no esté pensando en ocupar cargos o ser, desde ahora, candidato presidencial. Primero el programa y después el nombre, como antaño Urge buscar nuevos militantes, pero para ello se deben presentar propuestas atractivas y viales, no más engaños ni farsas. Tampoco más traiciones, negociaciones o componendas.
El tiempo se agota y es urgente recobrar el nacionalismo revolucionario que alguna vez distinguió al partido. Frente al populismo de Morena, el fascismo del nuevo pan, el PRI puede ser la opción ciudadana.