Pandemia, migración y violencia
¬ Augusto Corro lunes 30, Ago 2021Punto por punto
Augusto Corro
Son tres los problemas graves que enfrenta México: pandemia, migración y violencia; por ahora sin solución.
La Covid-19 con su carga de destrucción suma 257 mil 906 decesos y más de tres millones de contagiados.
En el caso de migración, las acciones represivas son prácticas comunes de las autoridades mexicanas para detener a los millares de indocumentados. La violencia no se detiene y van más de 75 mil homicidios dolosos y miles de desaparecidos en lo que va del sexenio obradorista.
En el asunto de la pandemia, estamos entregados a la suerte. Ni siquiera las vacunas pudieron detener su paso destructivo. En parte, porque las dosis anti-Covid han sido insuficientes. Además, los mensajes de las autoridades no siempre cumplen su función preventiva.
Por ejemplo, el semáforo preventivo y las cifras de decesos y contagiados no se manejaron apegados a la realidad. Los colores del semáforo finalmente poco se respetaron. La población se adueñó del color verde y salió de su aislamiento, llenó avenidas y centros comerciales sin protección adecuada.
Y hoy lunes, 30 de agosto, se inicia el retorno a clases presenciales con la amenaza contagiosa de la tercera ola. El fin de semana, los padres de familia se aglomeraron en las papelerías para realizar sus compras de útiles escolares. Además. El transporte público incrementó la movilidad.
Falta por conocer cuántas escuelas se encuentran en condiciones higiénicas y de espacios suficientes para el regreso a clases presenciales de alrededor de 30 millones de alumnos.
Migración
El problema migratorio que padece México no es nuevo:
En los últimos años la situación se complicó debido a la agudización de la pobreza, la violencia y a los fenómenos naturales en países como Haití, Honduras, El Salvador y Guatemala, entre otros.
Se iniciaron las caravanas de indocumentados, estimulados también por las bandas de traficantes de personas.
Ante la avalancha de indocumentados que buscan llegar a Estados Unidos (EU) para realizar el “sueño americano”, a México no le quedó otra salida que la de colaborar con el gobierno de Joe Biden.
Con el presidente Donald Trump las autoridades mexicanas optaron por convertir a nuestras fronteras como sitios inexpugnables.
Los indocumentados que lograban cruzar hacia la frontera norte, eran detenidos y obligados a regresar a sus lugares de origen.
En los estados fronterizos los centroamericanos viven en condiciones infrahumanas en espera de un milagro que les permita llegar a EU.
Parece que el convenio de sumisión de México continuará durante el gobierno de Joe Biden. Los actos represivos continúan.
Ayer domingo se publicaron fotografías del maltrato que dan las autoridades mexicanas a los indocumentados. Nada ha cambiado.
Con Trump. Si México no se alineaba podría resultar afectado con su economía con el incremento a los aranceles en caso de que no se detuviera el flujo migratorio.
En el presente, la misma fuerza pública se encarga de detener, perseguir y reprimir a los migrantes centroamericanos que intentan cruzar la frontera mexicana del sur.
Los gobiernos de los países centroamericanos y México se comprometieron a buscar soluciones al problema migratorio, incluidos programas sociales e inversiones. Se trata de promesas que no se han cumplido.
Violencia
La espiral de violencia continúa en México. A los miles de asesinatos se debe agregar la cifra de personas desaparecidas. Las agresiones criminales se multiplicaron en los diferentes sectores sociales.
Sigue el enfrentamiento entre los grupos de la delincuencia organizada: narcotráfico, huachicol y los feminicidios. Los cárteles de la droga pelean por sus plazas y obligan a los habitantes de la región a emigrar en busca de seguridad.
Miles de desplazados de Michoacán, Guerrero tuvieron que huir ante las amenazas de los narcotraficantes.
La estrategia contra la delincuencia organizada no ha rendido frutos. Los cárteles crecen con la política del gobierno centrada en los abrazos y no balazos. La idea de las autoridades de frenar el tráfico ilegal de armas fue flor de un día. Los fabricantes ni se inmutaron. Tampoco la delincuencia organizada se preocupó.
Ahí están, pues, presentes la pandemia, la migración y la violencia en espera de que alguien las derrote. El gobierno obradorista se encuentra muy lejos de realizarlo.
¿Usted qué opina amable lector?