En busca de oportunidades
Ramón Zurita Sahagún lunes 23, Ago 2021De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Hasta hace no mucho tiempo (inicios de los noventa del Siglo XX) los candidatos presidenciales eran de una sola participación, sin posibilidad de competir nuevamente cuando salían derrotados en las urnas.
Y es que hasta ese entonces, el único partido que ganaba todos los comicios era el PRI y los candidatos de otros partidos tenían una participación simbólica, con algunas excepciones en que se hablaba de fraude electoral, sin que el tema pasara de algunas menciones y hasta ahí.
La derrota en las urnas de Miguel Henríquez Guzmán, era hasta el triunfo de Carlos Salinas de Gortari la elección más renombrada como fraude electoral, ya que además produjo muertos durante las protestas.
Fue en 1988 cuando los comicios presidenciales motivaron grandes protestas sobre un supuesto fraude en contra de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien era respaldado por otros dos candidatos perdedores Manuel J. Clouthier y Rosario Ibarra, los que establecieron una alianza para protestar por lo que consideraron un enorme fraude electoral.
En ninguno de los dos casos mencionados las autoridades aceptaron la posibilidad de fraude, pero el segundo sirvió para las segundas y hasta terceras oportunidades para los candidatos presidenciales derrotados.
Es cierto que ya en 1988, Rosario Ibarra tuvo su segunda oportunidad como candidata presidencial, pero en ninguna de las dos jugó un papel competitivo, ya que se ubicó muy lejana del ganador de la contienda.
Con la elección de 1988 se avivó, seis años después, el deseo de una nueva participación de Cuauhtémoc Cárdenas, respaldada por las sospechas del fraude cometido en 1988.
La segunda oportunidad de Cárdenas no fue la de la revancha, ya que fue mandado al tercero lugar de las preferencias de los ciudadanos, quedando relegado de Ernesto Zedillo y Diego Fernández de Cevallos.
Lo mismo sucedió en el año 2000, cuando por tercera ocasión, el siempre dispuesto Cuauhtémoc concurrió nuevamente a las urnas, situándose debajo del número de sufragios recibidos por el ganador Vicente Fox y Francisco Labastida.
Cuauhtémoc estaba dispuesto a ir por una cuarta oportunidad, aunque la aparición de Andrés Manuel López Obrador lo hizo de lado y este tuvo su primera participación, quedando muy cerca del ganador, Felipe Calderón Hinojosa, quien le sacó solamente medio punto porcentual.
Ese resultado reavivó la posibilidad de que AMLO compitiese por segunda ocasión, seis años después, quedando un poco más relegado, pero, igualmente en segundo lugar. Otra vez repitió en 2018 y ahora si le alcanzaron los votos para ganar en las urnas, con amplia ventaja sobre sus opositores, los que ni sumando todos los votos en uno solo le alcanzaban para rebasarlo.
Pablo Emilio Madero es el otro candidato que compitió en dos ocasiones, aunque él lo hizo por partidos distintos, primero por el PAN quedando en segundo lugar y luego por el PDM, donde ni siquiera pintó para conservar el registro de dicho partido.
Esos son, hasta el momento los únicos candidatos presidenciales que han repetido, con uno solo de ellos ganando en una nueva oportunidad. Ahora asoma otro más, Ricardo Anaya, quien alza la mano para autoproclamarse como aspirante presidencial en una nueva oportunidad.
Anaya cayó derrotado en 2018, cuando su candidatura provocó fracturas al interior de Acción Nacional y no pudo jamás acercarse al ganador de la contienda, quien le dobló el número de votos.
Anaya inició su búsqueda de una nueva candidatura, copiando la estrategia de AMLO; yendo de pueblo en pueblo, tratando de captar simpatías, aunque estás no aparecen, debido a su estilo rígido y acartonado que no produce empatía entre el electorado.
Ahora con un nuevo esquema, Ricardo Anaya denuncia que desde la Presidencia de la República lo quieren “fregar” para evitar que compita en los comicios de 2024 como aspirante presidencial, por lo que presentará pruebas contundentes en contra de los delitos que pretenden imputarle.
El panista asegura que desde hace un mes se tomó la decisión de encarcelarlo para coartar sus derechos políticos e impedirle que compita nuevamente.
Tras la denuncia del panista, los dirigentes de la alianza tripartita formada por PAN, PRI y PRD, se sumaron a la protesta y la respaldaron con otras acciones que se han iniciado en contra de militantes de esos partidos, que no serán candidatos presidenciales, pero que son considerados como militantes distinguidos: Francisco García Cabeza de Vaca del PAN; Idelfonso Guajardo del PRI y Silvano Aureoles del PRD.