El Banco de México, en la mira de AMLO
Alberto Vieyra G. lunes 23, Ago 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El año pasado, AMLO se apoderó de más de 100 mil millones de pesos que figuraban en los históricos fideicomisos sin que se sepa qué destino tuvieron y hoy, el Presidente de la República que busca sacar dinero hasta por debajo de las piedras, tiene en la mira al Banco de México que cuenta en este momento con reservas por un total de 195 mil 812 millones de dólares. ¡Apetitoso bocado!, ¿verdad?…
Y pa´pronto, AMLO ya anunció que su gobierno aceptará una línea de crédito del Fondo Monetario Internacional que estaría próximo a ser una transferencia por más de 12 mil millones de dólares y que según AMLO, servirán para amortizar pagos de la deuda externa mexicana, solo que hay un pequeño pero, si lo hace estará violando el artículo 19 de la ley del Banco de México y otros preceptos que impiden que las reservas del Banco Central sean utilizados para otros fines que no sean los que le confiere la ley.
¿Pará que sirven entonces las reservas de 195 mil 812 millones de dólares? Las reservas de cualquier banco central en el mundo son la garantía para la moneda de cada nación. Es decir, que esas reservas son las que garantizan el valor de cada peso que hay en circulación en todo el país. Es por ello que el Banco de México es el encargado de proveer los mecanismos que garanticen la estabilidad en la política monetaria del país. Para ello sus funciones incluyen, regular la emisión y circulación del peso mexicano, moneda nacional producida por la casa de moneda; operar como respaldo de las instituciones de crédito a manera de última instancia de reserva; moderar en la libre fluctuación de los tipos de cambio del peso frente al resto de divisas del mundo; establecer las tasas de interés en el manejo de las operaciones crediticias; asesorar a las secretarías de Hacienda y Economía en el diseño de sus respectivas políticas públicas, especialmente en el aspecto financiero; representar al país ante los organismos financieros internacionales; y ser depositario, a la vez de administrador, de los fondos de estabilización petrolera y las reservas internacionales, facultad que debe garantizar la rectoría del estado en la economía nacional.
Cuánta razón tiene el subgobernador del Banco de México, Gerardo Esquivel, cuando le dijo bien clarito a AMLO: “Los Derechos Especiales de Giro (DEG) no son una moneda, son un activo de reserva internacional. Y en México, por mandato de ley, los activos de reserva internacional no se pueden usar para pagar deuda”. AMLO montaría en cólera y tacharía al funcionario del Banco Central de autócrata neoliberal y la reprimenda de don Gerardo Esquivel podría costarle incluso la chamba, pues el autoritarismo de AMLO no tiene precedentes.
El asunto del Banco de México sacará chispas y en caso de que AMLO se pase por los bolsillos la ley del Banco de México e incurra en el apoderamiento de las reservas, podría hacerse acreedor a un juicio político y vaya que está ávido de dinero para costear su democracia electorera como la revocación de mandato que le costaría al país más de 5 mil millones de pesos. Se presume que en el presupuesto federal para 2022 no habrá nuevos impuestos, aunque él pretende ampliar su política social de dádivas electoreras, que dicho sea de paso es urgente replantear esos programas, pues la gente que estaba con los programas oportunidades, pobreza y otros se quejan de que AMLO los desapareció y los dejó hasta sin su despensa bimestral. Son millones de compatriotas que están en esa situación. Me parece que AMLO se está “metiendo en Honduras”.