Conservadores y neoliberales, expulsados de la Universidad para el Bienestar
Miguel Ángel Rivera lunes 16, Ago 2021Clase Política
Miguel Ángel Rivera
La Universidad para el Bienestar Benito Juárez García (UBBJ) es uno de los proyectos de la la llamada Cuarta Transformación que han recibido una aprobación generalizada, a pesar de que, por contrapartida, ha servido para justificar el recorte de las aportaciones federales a instituciones de educación superior públicas o privadas.
La idea central, desde que la anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador, consiste en solucionar el problema del rechazo, año con año, de miles de aspirantes que no encuentran sitio en las instituciones de educación superior.
De acuerdo con estimaciones de las autoridades de la UBBJG (en agosto de 2020), cada año se suman cerca de trescientos mil jóvenes y adultos que aspiran sin éxito a ingresar en la educación superior, pese a que obtuvieron certificados de bachillerato en instituciones públicas o privadas.
El problema, como la generalidad de los proyectos de gran alcance, es que una cosa es pensarlos y otra muy distinta ponerlos en práctica y lograr que sean exitosos.
La titular del Organismo Coordinador de Las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García (UBBJG), Raquel Sosa Elízaga informó que la institución tiene capacidad para atender a 80 mil estudiantes y se avanza en el proceso de construcción de 45 sedes más, con lo cual sumarán 145 universidades.
Lo que sí es un hecho es que hasta ahora no se ha graduado ningún alumno, simplemente por que no hay tiempo suficiente para concluir los estudios, pues esa institución pública de educación superior fue creada por decreto del 30 de julio de 2019, es decir apenas han transcurrido escasos dos años desde su fundación en el papel y todavía menos desde que se iniciaron las clases.
Los profesores no aceptan trabajar sin recibir un
salario, ni seguir una sola línea de pensamiento
A pesar de su corta vida, la UBBJG como gran parte de las instituciones de educación superior de México, lo que ya empezó a experimentar es problemas laborales con su cuerpo de profesores.
Apenas el pasado día 12 del presente mes, un grupo de 70 docentes y asistentes académicos, fundadores de la Universidad para el Bienestar Benito Juárez (UBBJ), denunció despidos injustificados y violaciones laborales.
Se trata de profesores y asistentes despedidos de Aguascalientes, Baja California, Ciudad de México, Chiapas, Coahuila, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas, quienes manifestaron su inconformidad “sobre esta decisión unilateral y sin sustento por parte de la dirección general del Organismo Coordinador de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García”.
En una carta pública informaron que han experimentado violaciones laborales por parte de la dirección general, a cargo de Raquel Sosa Elízaga, y la dirección académica de las instituciones.
“A los trabajadores se nos ha obligado a firmar convenios de prestaciones por servicios educativos, con el objetivo de no reconocer nuestra condición de trabajadores y con ello negarnos nuestros derechos humanos y laborales establecidos en el artículo 123 de la Constitución. Esta serie de violaciones laborales han culminado en nuestro despido injustificado en plena pandemia Covid-19”, denunciaron.
En su declaración pública, los docentes también manifestaron “nuestra inconformidad sobre esta decisión unilateral y sin sustento por parte de la dirección general del Organismo Coordinador de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García”.
Asimismo, destacaron que no se trata de improvisados pues aprobaron un examen de admisión, y “la mayoría de las y los trabajadores despedidos contamos con estudios de posgrado, 60 % tenemos estudios de maestría, 24% estudios de doctorado y 6% pertenecemos al Sistema Nacional de Investigadores”.
“Además, contamos con experiencia en trabajo comunitario (organización, gestión y producción). Al momento de sumarnos al proyecto de las UBBJ lo hicimos convencidos de la necesidad de una educación gratuita y transdisciplinaria basada en elementos técnicos y humanísticos para los sectores más desprotegidos de la nación mexicana y es bajo este enfoque que hemos laborado ininterrumpidamente en nuestras sedes.
“Dentro del ámbito de nuestro desempeño profesional hemos cumplido cabalmente las funciones asignadas. Aún más, hemos trabajado arduamente en múltiples funciones que trascienden nuestro perfil profesional, así hemos realizado actividades complementarias de gestión, administración y provisión de recursos”, mencionaron.
Los profesores inconformes piden reconocimiento a la relación laboral, reinstalación de todos los profesores y asistentes académicos despedidos, seguridad social, reconocimiento a su antigüedad y pago de la jornada laboral completa y el cumplimiento de otras demandas de tipo laboral.
En este pliego petitorio sorprende que también demandan Libertad de cátedra.
Las autoridades responden: “no queremos conservadores ni neoliberales”
Como se aprecia, el conflicto rebasa los límites de lo estrictamente relacionado con asuntos laborales para entrar en el terreno de lo ideológico y lo político.
Lejos de rechazar la suposición de que se trata de imponer en la UBBJG una sola línea de pensamiento, en su respuesta a las denuncias de los profesores, la titular del Organismo Coordinador de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García, la intelectual Raquel Sosa Elízaga, socióloga, doctora en Historia, maestra en Estudios Latinoamericanos por la UNAM, quien fue senadora suplente por el PRD, confirmó que no se aceptan profesores “conservadores ni neoliberales”.
En cuanto a las protestas de los profesores, respondió que no existen despidos masivos, sino que se trata de renovación de convenios cada seis meses como lo instruyó la Secretaría de la Función Pública (SFP), una de las cinco secretarías que integran el órgano de gobierno de esa institución.
“El programa de nosotros, y eso lo saben todos los docentes que colaboran con nosotros, en todos los procesos de inducción se les señala, este es un programa íntegramente constituido por subsidios. Entonces, no hay contratos, hay convenios. Y no podemos entregar prestaciones laborales a personas que están teniendo un subsidio. Esa es la condición de todo el programa”, aseguró.
Explicó que “no tenemos gastos de operación, no tenemos ni personal administrativo ni de estructura en ninguna de las sedes. Funciona de esa manera y hasta ahora hemos funcionado afortunadamente muy bien”.
También indicó que, en tres años, no se han incrementado los recursos presupuestales, pese a lo cual “hemos podido construir los planteles y pagarles a los docentes, incluso durante toda la pandemia, estuvieran presentes o no, y les mantuvimos su retribución de tiempo completo”, aseguró en entrevista con Laura Poy, de La Jornada.
La titular de la UBBJG denunció “comportamientos impropios” de docentes y coordinadores académicos, con casos de hostigamiento, discriminación, autoritarismo e incapacidad para realizar trabajo colectivo.
El diario La Crónica, en nota firmada por Mario D. Carrillo destaca que “los despidos de docentes y asistentes académicos en las universidades de la 4T que se han registrado de forma masiva en semanas recientes, son respuesta a una orden de la coordinadora general de las UBBJ, Sosa Elízaga, quien comunicó en una reunión con los coordinadores de las 140 sedes, que se tomarían medidas contra quienes tuvieran carreras como Pedagogía, Psicología y Comunicación, ya que, a su decir, tienen una formación neoliberal que no tiene cabida en este proyecto educativo.
“Coordinadores académicos contactados por La Crónica, señalaron que Raquel Sosa Elízaga advirtió sobre estas represalias durante la reunión semanal que de manera virtual sostuvieron con ella el lunes 19 de abril, audio del que este diario tiene una copia, y en donde además de tratar otros asuntos referentes a la UBBJ, se destacó el punto de que se tomarían medidas, entre ellas cesar a docentes y asistentes académicos que por su formación educativa, diferente a la ideología de la coordinadora general de estas universidades, no deberían estar en este proyecto alternativo de educación, pues son considerados como conservadores”.