Finalmente, Zaldívar puso fin a la especulación; ganó la Ley
Humberto Mares N. jueves 12, Ago 2021Así las cosas…
Humberto Mares N.
El Poder Judicial de nuestro país está a prueba. La Suprema Corte de Justicia de la Nación y su presidente, el ministro Arturo Zaldívar reaccionaron en base a la ley.
En principio, el presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, puso punto final a la intención de la Cámara de Diputados de extender por dos años más la presidencia y la de los ministros que la conforman.
Luego de cuatro meses de espera y especulaciones, críticas y llamados por parte de miembros del Poder Judicial, para que el Poder Legislativo no intervenga en asuntos que sólo le competen al Judicial, finalmente puso punto final, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación declinó aceptar la ampliación de su mandato de 4 a 6 años, como lo aprobó el Congreso de la Unión en abril pasado. Indicó que su actuar y desempeño son con apego irrestricto a lo que establece la Constitución: “Quiero informar que concluiré mi mandato como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación el 31 de diciembre de 2022, cuando termina el periodo para el cual fui electo por mis compañeros y compañeras ministros”.
El ministro Arturo Zaldívar declaró puntualmente: “Yo no estoy aquí por cargos, por puestos y por privilegios, estoy en esta Corte por valores, principios y convicciones, así lo ha demostrado toda mi carrera en este tribunal”.
Dos días antes, el ministro Zaldívar visitó a su vecino en Palacio Nacional, a quien informó sobre su decisión de respetar la Ley y lo hizo como una deferencia al Presidente, quien según Zaldívar le expresó su apoyo y respeto a su decisión, a pesar que siempre opinó que el ministro Zaldívar debía extender su mandato en la corte, porque era el único que podía llevar a cabo y garantizar una profunda reforma judicial.
AMLO siempre ha sostenido que es necesario llevar a cabo una reforma judicial profunda en ese poder. Un par de horas antes de que el ministro presidente Arturo Zaldívar rechazara ampliar su periodo al frente del organismo, el presidente Andrés Manuel López Obrador acusó que el Poder Judicial está podrido. Debido a que el titular de la Corte es una persona honrada y responsable, aseguró, los “machuchones” y sus propios compañeros ministros “no lo quieren y están echados a perder porque busca reformar el Poder Judicial”.
Seguramente por algo lo dice, pero lo cierto es que la mayoría de los miembros de la corte y jueces siempre expresaron su rechazo al artículo transitorio que apoyó Morena y sus aliados, para extender el mandato de toda la Corte.
Zaldívar puso fin a las especulaciones como hombre de leyes que ha demostrado durante su carrera, lo cual celebraron sus pares, que integran La Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial y sólo falta el procedimiento interno en la Corte.
Por otro lado, la otra institución que está a prueba ante la crisis en que cayó, es el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que vivió sus momentos definitorios, luego de una destitución, en donde tuvo tres presidentes en un día, para que cuatro días después renunciara el presidente electo por cinco magistrados de siete, y nombrar a un interino, que llevará cabo en un mes una nueva elección entre los magistrados.
Para el magistrado Felipe de la Mata Pizaña, la separación del presidente del Tribunal Electoral (TEPJF), José Luis Vargas, es resultado de un ejercicio claro de atribuciones que permiten una vida interna sana en dicho órgano: se nombre a un presidente, se le evalúa constantemente y a partir de ello se decide si la continuidad o la remoción son convenientes.
El Tribunal Electoral ya tiene presidente, pero la crisis sigue ahí. La presidencia provisional que ocupará el magistrado Felipe Fuentes Barrera no purifica el ambiente para los dos grupos, que se han batido por la presidencia.
Los cinco magistrados que depusieron al presidente del TEPJF, José Luis Vargas, pidieron al ministro presidente de la Corte, Arturo Zaldívar una reunión para buscar una salida política a la crisis del máximo tribunal electoral del país, en busca de dañar lo menos posible a la institución, cuya imagen está bastante golpeada y dio resultado, porque encontraron un camino para renovar su presidencia.
En estos momentos es de suma importancia la presidencia del TEPJF, porque tiene, de inmediato, que resolver las impugnaciones presentadas por la votaciones de junio pasado, pero tienen enfrente la famosa consulta de Revocación de Mandato el año que entra y lo más importante tendrá en sus manos la validez de la renovación de la Presidencia de la República en 2024.
En base a las declaraciones del gobierno de la 4T, es claro que ahora va por el control mediante la extinción del Instituto Nacional, INE y del tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, TEPJF, y bueno la causa es más que obvia. Quiere nombrar a los suyos en el control de las instituciones que organiza y decide las controversias derivadas de las elecciones. El presidente AMLO sigue en campaña, pero ahora para colocar a su candidata.
Así las cosas, hasta pronto. Estamos en emergencia, quédese en casa y si sale, use cubrebocas.