Abusos en la importación de vehículos en la frontera

¬ José Antonio López Sosa jueves 28, Abr 2011

Detrás del Poder

José Antonio López Sosa

• El caso Grupo MCA

Laredo, Texas.- Es a partir del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA por sus siglas en inglés) que bajo ciertas condiciones se hace permisible la importación de automóviles de forma permanente a México, procedentes de los Estados Unidos y Canadá bajo cierta normatividad que como suele sucede en nuestro país, está plagada de trámites burocráticos y fomenta la corrupción y los abusos contra los ciudadanos.

Por la diferencia sustancial de precios entre vehículos particulares, de carga y transporte entre nuestro país y los Estados Unidos, mucha gente decide venir a comprar vehículos a este lado de la frontera, ya sea para comercializarlos en México o bien, para uso propio.

El problema empieza desde que se requiere de un agente aduanal para realizar la importación, así como una serie de requisitos inútiles que a través de Aduana México y diferentes instancias federales mexicanas se piden para la importación, ello constituye el florecimiento de decenas de empresas donde los abusos son cosa del diario sin poder humano que los regule.

En ambos lados de la frontera, hay decenas de empresas que “importan y nacionalizan” vehículos, basta con recorrer las calles o bien tomar un periódico local para ver los anuncios por doquier. En este caso nos referiremos a una empresa donde hicimos investigación de campo como usuario simulado, se trata de la empresa denominada Grupo MCA, cuyo domicilio aparece en 5112 Tesoro Plaza, Laredo, TX 78041 y en Bravo # 2125, Nuevo Laredo, Tamps. 88000, se anuncian en el website www.grupo-mca.com

Esta agencia aduanal tiene filiales en diversas ciudades de los Estados Unidos como Houston, San Antonio, McAllen, entre otras, así como en México en lugares como Monterrey, Saltillo y Reynosa. Estas supuestas filiales son lo que ellos denominan como “sucursales”, es decir, otros gestores que cobran y prometen por ellos sin ser parte directa de la agencia aduanal. El problema radica en que con altísimos costos engañan a propios y extraños prometiendo trámites y tiempos de espera que no existen, cuando las personas que pagaron en otra ciudad llegan a concluir su trámite de importación deben empezarlo por completo con el argumento que algo falló en su sistema, mismo que no existe. Pudimos corroborarlo al platicar con 6 diferentes personas provenientes de diversas ciudades (cuyas identidades guardaremos porque sus importaciones aún están en trámite). Además cuando comienza el trámite adhieren costos que no habían sido indicados como un chofer autorizado para llevar el vehículo al área de importación en México (cuyo costo oscila entre los 60 y 100 dólares dependiendo del humor de quien atienda en ventanilla).

Empresas como Grupo MCA se aprovechan del exceso de normatividad en México para saquear el dinero de decenas de paisanos que a diario acuden, ¿por qué?, sencillamente porque en México es imposible pensar que una persona física pueda llegar a la frontera a hacer un trámite de importación, es necesario hacerlo a través de un agente aduanal. No hay forma de recurrir a procuraduría alguna dado que el trámite no ofrece facturas ni comprobante alguno, se trata de un verdadero robo en despoblado al amparo de las autoridades mexicanas. No hay siquiera un tabulador, el costo es dependiendo de lo que el gestor de dicha agencia aduanal determine en el momento, ¡qué tal!

Gente que tuvo que esperar hasta cuatro días más de lo previsto sin posibilidad de obtener su dinero de regreso (costos entre mil y 2 mil dólares), prepotencia de las personas que atienden y nula información sobre con qué autoridad quejarse por estos engaños. Como se trata de un trámite en México pagado en los Estados Unidos, no hay garantía legal, de hecho ignoro cómo estos agentes paguen sus impuestos, si lo hacen en México o en los Estados Unidos.

Esta serie de abusos es bien conocido por el personal de aduanas en México a decir de usuarios recurrentes que me comentaron la situación, incluso piensan que parte del dinero que se cobra tiene que ver con gratificaciones a funcionarios para agilizar estas importaciones.

Finalmente, ojalá el Secretario de Hacienda Ernesto Cordero, tuviera a bien darse una vuelta a Laredo, Mc Allen, Piedras Negras, El Paso o cualquier otra ciudad fronteriza de los Estados Unidos para que vea la serie de abusos que se llevan al cabo a diario bajo la figura de estos agentes aduanales, donde los límites parecen no existir y donde no hay una figura de defensa al consumidor. Así funciona México, el país de la impunidad incluso a algunos kilómetros fuera de sus fronteras.

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