Impaciencia
¬ Augusto Corro jueves 28, Abr 2011Punto por Punto
Augusto Corro
- IP, indignada
- Pone plazos
- Luege quiere
La violencia recorre el país y la sociedad mexicana empieza a perder la paciencia. La ola sangrienta no se detiene y afecta indistintamente a pobres y ricos. Lo anterior provoca el descontento social porque la delincuencia no se cansa de sembrar el luto en las familias. Son pocos los rincones de México que se encuentran a salvo de las acciones criminales.
Niños, jóvenes, adultos, sin importar el sexo, culpables o no, caen asesinados por los sicarios de los cárteles o por las propias autoridades encargadas de combatir la delincuencia organizada. Según las estadísticas, son cerca de 40 mil los muertos en la guerra que libra el gobierno federal panista contra los narcotraficantes y secuestradores.
La indignación contra esos actos delictivos es cada vez mayor. Así lo vemos con el caso del joven Juan Francisco Sicilia, hijo del poeta y periodista, Javier Sicilia, quien en una actitud valiente y ejemplar organiza una marcha para reiterar “que estamos hasta hartos de la inseguridad y la violencia que se vive en el país”.
Sin embargo, el tema de esta columna está relacionado con el intento de secuestro y muerte de Carlos Ignacio Valdez Berlanga, ganadero y uno de los principales socios del Grupo Lala en la Comarca Lagunera, el domingo pasado.
A raíz de ese crimen, la iniciativa privada regional se reunió para planear estrategias que terminen con la ola de inseguridad que priva en aquella región. Para empezar, los empresarios le dieron un plazo de 72 horas a las autoridades para que empiecen a informar sobre el desarrollo de las investigaciones sobre el crimen.
De no obtener respuesta, el sector empresarial efectuará un paro de labores o no pagará impuestos o tomará medidas más drásticas para que las autoridades hagan algo. La muerte del empresario ocurrió 12 días después que Felipe Calderón estuvo en Torreón, donde demandó que la condena y el “¡Ya basta! colectivo y nacional sea en contra de los criminales, a quienes se debe frenar, y no hacia quienes lo combaten.
En los estados norteños, los hechos violentos crecen y se multiplican con acciones que afectan a empresarios y a sus propiedades. Además que son asaltados, extorsionados, secuestrados y asesinados, sus locales comerciales son incendiados, como sucedió hace unos días en agencias automotrices y tiendas departamentales en Tamaulipas y Nuevo León.
Ante ese panorama de inseguridad, no solamente el sector empresarial, sino todos los mexicanos reclaman, con toda justicia, un clima de armonía que permita una vida digna. Difícil tarea para el gobierno panista que, desde un principio de la guerra contra la delincuencia organizada, planteó una estrategia equivocada. Los resultados son la mejor prueba de ese error.
ASPIRANTES AL GOBIERNO CAPITALINO
En el ambiente político se empieza a manejar una lista de aspirantes a suceder en el cargo a Marcelo Ebrard, como gobernante del Distrito Federal. El último en confirmar ese deseo es el panista José Luis Luege Tamargo, titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Sin lugar a dudas, este blanquiazul es el mejor posicionado, pues así lo demuestra su militancia partidista.
Se trata de un panista de hueso colorado, que para empezar enfrentará, en su mismo partido, al delegado en Miguel Hidalgo, Demetrio Sodi de la Tijera, quien ya manifestó su inquietud por manejar el gobierno capitalino. Este controvertido político es marrullero y tiene gran experiencia, que adquirió en su paso por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
En el caso de Luege Tamargo, su experiencia política fue desperdiciada, porque en Conagua sólo desempeña acciones administrativas que nunca deja satisfecho a nadie. La escasez de agua, problema mayúsculo, y el manejo de las tarifas del líquido, nunca reflejarán una imagen positiva para el que aspire a crecer en la política.
Mariana Gómez del Campo, coordinadora de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) en la Asamblea Legislativa del DF (ALDF), es otra de las precandidatas a gobernar la capital. Su historia política es gris, aunque tiene el apoyo de Los Pinos.
Sobre los adversarios de Luege Tamargo en otros partidos, se puede decir que son fuertes y que será difícil, casi imposible derrotarlos; concretamente al PRD, que ya tiene varios sexenios en el poder. Cuenta con una estructura partidista que impedirá el triunfo de la oposición. Para empezar, las delegaciones políticas se encuentran en manos de los amarillos, que en términos prácticos, debe entenderse que tienen en sus manos el poder político.
Ni siquiera las pugnas internas podrán, por lo menos en las próximas elecciones, afectar el proyecto perredista en el Distrito Federal, pues según trascendió, Marcelo Ebrard, actual jefe de gobierno, y Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ya acordaron designar a su candidato, esto de acuerdo a lo que ocurra con vistas a la sucesión presidencial. Por ejemplo, si Ebrard pierde la candidatura al 2012, tendrá el derecho de designar a su sucesor. Lo mismo se planteará con AMLO.
Es el Distrito Federal un bastión perredista, debido a la política populista que practican los perredistas y al abandono que existe por parte de los otros partidos, como el PRI y el PAN. Al acercarse la fecha de elecciones es cuando se nota el movimiento político de estos partidos en la metrópoli.
La mayor parte del tiempo, las campañas políticas del PAN y del PRI no existen. Así, pues, no hay perspectivas para que estos partidos alcancen algún triunfo importante. En la organización blanquiazul, Luege Tamargo será el abanderado para esa contienda electoral. En el PRI, la senadora María de los Ángeles Moreno, dijo que está interesada en gobernar la ciudad de México. Quizás a última hora, también Beatriz Paredes empiece a buscar la precandidatura como premio de consolación.
Queda claro que cualquiera de las dos organizaciones -PAN y PRI- tendrán que trabajar intensamente en el Valle de México para recuperar el tiempo y los electores por su apatía y su negligencia políticas.