Nadie apuesta por el destituido presidente del Tribunal Electoral
Miguel Ángel Rivera lunes 9, Ago 2021Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Apenas libró la Suprema Corte de Justicia (SCJN) el conflicto generado por los diputados y senadores de Morena con la “manzana envenenada” de aumentarle dos años el mandato a su presidente, Arturo Zaldívar, cuando ya están inmersos en un nuevo conflicto por cambio del periodo que debe cumplir el titular de otro organismo vinculado al Poder Judicial Federal, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Las dos caras de esta situación involucran directamente al mencionado presidente del máximo tribunal del país, el ministro Zaldívar, quien, después de larga espera y prolongadas polémicas, ya anunció que renuncia a la ampliación que le habían concedido los legisladores de la llamada Cuarta Transformación y en cuanto al conflicto del TEPJF, de hecho, ya tomó posición a favor de los magistrados disidentes que destituyeron a su presidente José Luis Vargas Valdez.
Cabe recordar que, luego de numerosas denuncias contra Vargas Valdez, ya sea por enriquecimiento inexplicable o por intentar manipular las resoluciones del máximo tribunal en materia electoral para favorecer o preservar los intereses del partido oficial, Morena, al grado de intentar controlar las opiniones de los otros seis magistrados de la Sala Superior del Tribunal.
Precisamente por ese comportamiento del presidente, que sólo tiene el respaldo de otra magistrada, Mónica Aralí Soto Fregoso, los restantes cinco miembros de la Sala Superior decidieron destituirlo y nombraron como sustituto a Reyes Rodríguez Mondragón.
El Tribunal Electoral es un órgano especializado del Poder Judicial de la Federación, pero con carácter de autónomo, por lo cual no existe una relación jerárquica, respecto de la Suprema Corte de Justicia. Sin embargo, en su primer acto público, los cinco magistrados que destituyeron a Vargas Valdez, visitaron al presidente del máximo tribunal, el mencionado Zaldívar, para exponerle las razones de su actuar.
El destituido magistrado Vargas Valdez también recurrió a la Suprema Corte de Justicia, pero no directamente con el presidente, sino por la vía institucional, al interponer una controversia.
El destituido presidente expuso que presentará la acción con base en el artículo 11, fracción 17 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, “para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación sea quien se pronuncie sobre la legalidad de los actos”.
Horas antes del anuncio, respondió que la sesión hecha por sus compañeros es ilegal, pues dijo que no cuentan con atribuciones para removerlo, y pidió al resto del Pleno del Tribunal Electoral evitar una crisis constitucional.
En principio, en lo que se interpretó generalmente como un respaldo a los disidentes, el ministro Zaldívar destacó la autonomía de que goza el TEPJF al comentar que ni la Suprema Corte ni el Consejo de la Judicatura Federal tienen facultades legales para intervenir en el TEPJF, por lo que su actuación será sólo de mediador.
En la conferencia de prensa, donde anunció que no aceptaría la ampliación del periodo que le confirieron los legisladores de la llamada Cuarta Transformación, Zaldívar negó haber expresado desacuerdo con el nombramiento de Reyes Rodríguez Mondragón como sustituto en la presidencia del TEPJF.
“En el tribunal electoral yo no tengo voto ni veto, yo manifiesto mi respeto y consideración a todos los integrantes de la Sala Superior y particularmente al magistrado Reyes Rodríguez, me parece un magistrado muy serio, muy estudioso y probo. No tengo ningún tema ni problema con él”.
También afirmó que era “insostenible” mantener a Vargas al frente del Tribunal Electoral y le recomendó dar un paso de lado, para permitir que magistradas y magistrados electorales decidan quién debería presidir el Tribunal Electoral.
“Sí me parece que esto pasa necesariamente por considerar que la permanencia en la presidencia del Tribunal del magistrado José Luis Vargas ya no es viable, no hay condiciones para que él siga en el cargo que él dice que sigue ostentando. Y me parece que con realismo y responsabilidad debería dar un paso al lado y permitir que se retome el canal de institucionalidad”, expresó el presidente de la SCJN.
Luego de su reunión con los magistrados -Reyes Rodríguez Mondragón, Janine Otálora Malassis, Indalfer Infante González, Felipe Alfredo Fuentes Barrera y Felipe de la Mata Pizaña- que destituyeron a su presidente, el titular de la SCJN dijo que encontró en ellos disposición de llegar a un acuerdo: “Noté ese ánimo en los magistrados, ojalá el magistrado Vargas tome también una decisión con altura de miras, responsabilidad y realismo, porque lo cierto es que ya no hay condiciones cuando tiene este rechazo expreso de cinco integrantes del tribunal”.
Al parecer, Vargas Valdez
tiene todo en contra
Aunque la posición de Zaldívar parece totalmente contraria a Vargas Valdez, no se puede considerar definitiva, pues ante la controversia planteada por el destituido presidente del TEPJF deberán opinar el resto de los ministros de la Suprema Corte o al menos los integrantes de una de las salas de ese máximo tribunal, para determinar si los magistrados electorales actuaron conforme a la ley al destituir a un presidente y nombrar a otro.
En lo político, aunque los cinco disidentes tienen el respaldo de los partidos de oposición, PAN, PRI, PRD y MC, tienen en cambio la oposición de partido oficial y sus rémoras, que no se contentan con salvar a su pregonado cófrade Vargas Valdez, sino que van más allá, pretenden aprovechar el conflicto en el Tribunal para cumplir uno de los designios de su líder y guía, el presidente Andrés Manuel López Obrador, desaparecer o someter a los dos órganos autónomos que se encargan de organizar y calificar las elecciones, el Instituto Nacional Electoral (INE) y el TEPJF.
Por los partidos de oposición, sus legisladores se manifestaron a favor de que se respete la decisión de los magistrados electorales de cambiar presidente.
“Como parte integrante de los Poderes de la Unión, desde el Senado de la República nos pronunciamos por velar y garantizar el ejercicio pleno de la autonomía e independencia del Poder Judicial de la Federación. Y, en lo particular, del Tribunal Electoral del propio Poder Judicial de la Federación (TEPJF), así como por el respeto y autoridad irrestrictos de sus resoluciones jurisdiccionales y determinaciones administrativas”, dijeron legisladores del PAN, PRI, PRD y MC.
Los senadores integrantes del denominado Bloque de Contención demandaron “no incurrir en una indeseable, como ilegal invasión de competencias y de atribuciones; en injerencias indebidas sobre su conformación administrativa y de dirección, así como en intromisiones en su vida interna, que alteren aún más la situación que se vive a su interior”.
Pero mientras la oposición se ha limitado hasta ahora en esas expresiones de respaldo a los magistrados electorales que impulsan el cambio, el coordinador de los senadores de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal Ávila, solicitó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que admita la controversia presentada por el magistrado José Luis Vargas Valdez para evitar un colapso constitucional en el funcionamiento del órgano judicial electoral especializado, que tiene pendientes una gran cantidad de trámites en estudio, derivados del proceso electoral, los cuales deben recibir una resolución conforme a derecho.
Monreal Ávila recordó al presidente de la Suprema Corte, que “ni la Constitución, ni la Ley reconocen alguna facultad a favor de las magistraturas del Tribunal Electoral para evaluar formalmente a su presidente”.
“Habremos de coincidir que un Estado constitucional, democrático y de Derecho requiere ante todo que sus instituciones y quienes las integran actúen con apego a la Carta Magna y a la Ley”, agregó.
Por otra parte, mientras el presidente López Obrador señaló que los cinco magistrados deberían de renunciar por dignidad, el presidente del Senado, Eduardo Ramírez Aguilar, consideró que no propiamente una renuncia, pero sí una reforma electoral profunda.
“Tendría que ser una reforma electoral profunda, constitucional, donde tendrían que acompañar los grupos parlamentarios para poder alcanzar una mayoría calificada”, indicó el senador de Morena.