Semáforo de riesgo, a la carta
¬ Augusto Corro lunes 9, Ago 2021Punto por punto
Augusto Corro
En una de las zonas más pobladas del mundo, el Valle de México, las autoridades se enfrentan por la aplicación del color del semáforo de riesgo epidémico.
Mientras que el gobierno federal ubicó a la Ciudad de México (CDMX) en el nivel de máxima alerta, es decir en el color rojo.
Aunque la jefa del gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum se pronunció por la permanencia del color naranja.
La funcionaria no está dispuesta a imponer nuevas restricciones a las actividades en la capital. Se apoyó en que hay una estabilización de casos de covid-19 y de ingresos hospitalarios.
Dijo Claudia Sheinbaum que no busca confrontación con la Secretaría de Salud, pero de momento no es recomendable cerrar restaurantes o actividades productivas.
El problema real es que el enfrentamiento entre el gobierno federal y el local se da en medio de la tercera ola de contagios encabezada por la variante Delta de la Covid-19.
Claro que la vacuna contra el coronavirus es un arma importante para frenar el avance de la pandemia, pero no es suficiente.
La amenaza del virus continuará por tiempo indefinido. El mal se erradicará hasta que toda la población esté vacunada.
En tanto, vacunados o no, tenemos que esforzarnos en el cumplimiento de las medidas sanitarias.
Si las autoridades irresponsables no se ponen de acuerdo para la aplicación del semáforo, nosotros tenemos que velar por nuestra salud personal y la de todos.
Por supuesto que no es nada fácil, pero no hay otro camino.
Los estragos causados por la pandemia del covid-19 llegaron a los sectores más pobres de la sociedad y agudizaron sus carencias. El aislamiento propició la violencia familiar.
En el renglón de los efectos de la pandemia en la economía, las autoridades solo ven un escenario cercano al paraíso. La pérdida de ingreso por la pandemia y la reducción en la cobertura en servicios de salud empujaron a 3.8 millones de personas hacia la pobreza entre 2018 y 2020, según un informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
El fin de semana estuvo lleno de incertidumbre por las posiciones encontradas de las autoridades de Salud federal y el gobierno capitalino.
Dejaron a la población en condiciones de decidir por el color del semáforo de riesgo que más le convenga.
Para el gobierno federal la CDMX está en color rojo; pero para el capitalino en naranja.
En este juego de contradicciones, la población tiene que actuar con criterio positivo para evitar mayor índice de contagios.
Procuremos evitar las aglomeraciones en los lugares públicos. En las principales avenidas capitalinas y los sitios de recreo los transeúntes relajaron las medidas.
Muchas personas no llevan cubrebocas. La sana distancia quedó en el olvido. En el transporte público cada uno se protege a su manera.
A la hora de escribir estas líneas continuaba la decisión del gobierno federal de aplicar el semáforo rojo en la CDMX, mientras que para las autoridades capitalinas seguirá el naranja.
Usted, amable lector, tiene las opciones del rojo y el naranja y puede actuar conforme a la que más le convenga a sus intereses.
¿Esos planteamientos de incertidumbre en la aplicación del semáforo sanitario estarán en el regreso presencial a las aulas? ¿Cuándo se conocerá el proyecto sanitario para el retorno a las escuelas?
Cabe señalar que la pandemia de Covid-19 sigue una tendencia imparable con alta velocidad de transmisión de contagios.
De acuerdo con las autoridades, desde el inicio de la crisis sanitaria van 2 millones 964 mil 244 pacientes y 244 mil 248 decesos.
¿Usted qué opina amable lector?