El “magistrado billetes”
Alberto Vieyra G. lunes 9, Ago 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Al “magistrado billetes”, así le apodan al depuesto presidente del Tribunal Federal Electoral, José Luis Vargas, le tendieron la camita y se va tristemente por la puerta trasera, después de meter al Trife en una severa crisis constitucional, asunto que le viene como anillo al dedo a Andrés Manuel López Obrador para despotricar a más no poder, a las instituciones electorales de México sobre todo en lo que se refiere al asunto de la corrupción. Que por cierto sigue como en sus mejores tiempos. José Luis Vargas es un magistrado gris, soberbio, enigmático, en extremo orgulloso, incapaz de ejercer un liderazgo y quizá ello explique el porqué de su autoritarismo en los últimos 2 años en que cancelaba por sus pistolas las sesiones y no bajaba a sus colegas magistrados de conformar una “manada” que no se plegaba a sus dictados.
Los magistrados “golpistas” no actuaron de mutuo proprio, pues se sabe que la orden llegó de muy arriba y todo se reduce a los oscuros manejos financieros de don José Luis Vargas, que en los últimos 3 meses tuvo ingresos por más de 100 millones de pesos y se presume que o era “cañoneado” por algunos partidos políticos o por algunas mafias que quieren que sus candidatos no sean “bajados del caballo” por las impugnaciones que pesan sobre ellos.
Los magistrados en pie de guerra destituyeron a José Luis Vargas aplicándole el artículo 99 constitucional que reza: “La Sala Superior se integrará por siete Magistrados Electorales. El Presidente del Tribunal será elegido por la Sala Superior, de entre sus miembros, para ejercer el cargo por cuatro años.”
Después de la destitución, el “magistrado billetes” se placeó por muchos programas estelares de la radio, como auténtica plañidera sosteniendo que él y nadie más que él era el mero, mero petatero del Trife. Se decía víctima de un albazo que mete a la justicia electoral en una severa crisis de credibilidad.
Fuentes dignas de todo crédito revelan que José Luis Vargas era un peligro para la resolución de varios asuntos torales que han sido impugnados derivados de las elecciones del 6 de junio entre ellos la fraudulenta elección del candidato a gobernador en Nuevo León, Samuel Garcia, cuyo proceso estuvo plagado de mapachadas y se cree que el nuevo Tribunal Electoral, presidido por Reyes Rodríguez Mondragón anulará dichas elecciones, pues además ese candidato del Movimiento Ciudadano es objeto de una investigación a cargo de la Fiscalía General de la República por lavado de dinero y otros pecadillos que incluyen a toda la familia. Al Trife se le acumuló la leña y con José Luis Vargas al frente había tortuguismo. Pero el asunto se ha convertido en oro molido para AMLO, quien sostiene que tanto el Trife como el INE son dos instituciones podridas que urge cambiarles hasta el modito de andar, comenzando por los groseros sueldazos que, según él, son dos veces más altos de lo que él gana. En el fondo del asunto, de lo que se trata es de desprestigiar al INE y al Trife para apoderarse de su control y hacer que las elecciones en México vuelvan como allá por los años 80, cuando eran controladas por el PRI gobierno.
Una cosa salta a la vista, don José Luis Vargas, el “Varguitas” del Trife se verá obligado a renunciar o de lo contrario meterá no sólo a la justicia electoral, sino en general al Estado de Derecho en una severa crisis constitucional y de falta de confianza de todos los mexicanos.