¿Por qué Tamaulipas?
Francisco Rodríguez miércoles 27, Abr 2011Índice político
Francisco Rodríguez
Sí, “¿por qué Tamaulipas?”. La pregunta es planteada por el colega Humberto Gutiérrez Páez en su cotidiana columna Cartelera, publicada a lo largo y ancho de la entidad norteña. ¿Por qué Tamaulipas? Él responde:
“… La noticia de Semana Santa es que las expectativas de los empresarios del ramo del turismo fueron superadas. Miles, sí, miles de visitantes de San Luis Potosí, Nuevo León, Coahuila, Valle de Texas y vecinos los municipios tamaulipecos simplemente llenaron los destinos de playa de Tamaulipas.
“¿Será este fin de semana el preámbulo a la recuperación de la confianza para a salir a divertirse? Ojalá y sí.
“El lunes 11 de abril, fecha en que el gobernador Egidio Torre Cantú presentó el Plan Estatal de Desarrollo 2011-2016, ratificó su compromiso por la paz: “no habrá tregua a la inseguridad”, dijo en un momento del discurso, lo que provocó que aplaudiera la clase política allí reunida.
“En esta semana quedó demostrada la valía de Morelos Canseco al estar en sesión permanente el Grupo de Coordinación Institucional para ofrecer la seguridad a los vacacionistas custodiados por 5 mil efectivos de las diferentes corporaciones.
“El gobernador Torre Cantú puso ante la vista de los agoreros del desastre la muestra del Tamaulipas que vibra. Que promete lo que cumple. Que busca la paz porque somos gente de trabajo”.
Y de todo ello, dice Gutiérrez Páez, nada salió en la televisión.
“¿Por qué Tamaulipas? Gobernar en época de guerra nunca será fácil, y si a la guerra le agrega usted la crisis económica, de desaliento y poca confianza en el gobierno federal misma que ha motivado el cierre de empresas dando origen a la causa del desempleo…
“¿Por qué Tamaulipas? Será porque Texas tiene el mayor territorio fronterizo de EU cubriendo cuatro estados de la República Mexicana: Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, siendo Tamaulipas el punto más cercano con el mercado del este de Estados Unidos y Canadá. Sólo que sea por eso.
“¿O porque Tamaulipas tiene capacidad de poder exportar/importar el 44 por ciento del comercio exterior?
“¿O porque en Tamaulipas existen 17 cruces internacionales, de los cuales dos son ferroviarios y cuenta además -el único estado de la República- con cinco aeropuertos internacionales?
“¿O porque viva en la zona fronteriza de Tamaulipas el 53 por ciento de la población de casi 3.5 millones de personas?
“¿O porque tenga litoral con el Golfo de México y tres puertos marítimos, de los cuales Altamira es el de mayor volumen e importancia de Latinoamérica? Sólo que sea por eso, o porque Tamaulipas sea un bastión priísta, próspero, pujante con visión de futuro.
“Esto que está pasando es cíclico. Con una franja fronteriza nacional del norte compuesta por 3 mil 100 kilómetros, de cuales 340 kilómetros están en Tamaulipas, es el más claro ejemplo de la capacidad y competitividad que ofrece a nuestro estado frente al contexto nacional. Pocos kilómetros de frontera, más cruces vehiculares, más cruces ferroviarios, más aeropuertos internacionales, más contribución al gobierno federal, más riqueza en sus regiones…
“Vaya que son lamentables los hechos sucedidos en San Fernando, noticias que dieron la vuelta al mundo entero.
“Siendo Tamaulipas y la frontera con Laredo, Reynosa y Matamoros el punto más cercano de acceso a los mercados más importantes del país, DF, Nuevo León y Jalisco, y por supuesto que está más cerca de los estados del sureste y de Centroamérica, donde abundan las familias con mayor pobreza, suena bastante lógico que sea por Tamaulipas, donde se dé el paso de los migrantes, legales o ilegales.
“Por lo que es válido que hablen de Tamaulipas ‘nomas de oídas’ y se dejen llevar por su ignorancia al llamarle a sus municipios en forma distinta. Pero eso es lo de menos, dedican en sus noticieros más de la mitad del tiempo en noticias con la violencia de México, como si no supieran que los gobernadores tienen las manos atadas, que no deben meterse en asuntos que no son de su competencia, que las policía de los ayuntamientos tienen carácter preventivo y deben cuidar del orden público enmarcados en el bando de policía y buen gobierno.
“Esos delitos -los de San Fernando, los de las carreteras- a que se han referido son de atracción única y exclusivamente de la Federación, por ley.
“Que ¿por qué no hubo denuncias? Eso es cuento aparte.
“Allí están las fosas. ‘Lo demás’ es a cargo de la Federación. Es el gobierno federal el que tiene los pesos y centavos y por supuesto, el que manda. Y además, el secretario de Seguridad Pública de Tamaulipas, y de todos los estados, dependen del presupuesto federal. En eso consiste el mando único.
“¿O son instrumentos para crear el caos?”, vuelve a preguntar Humberto.
Y yo pregunto con él. ¿Por qué Tamaulipas? ¿Sólo para crear el caos en un estado gobernado por el PRI?
Índice Flamígero: “He insistido en el carácter paranoico de la clase gobernante -me dice el psicoanalista social José Antonio Lara Peinado- no en el afán de una crítica, mas sí en la preocupación de lo que eso representa: la paranoia se sostiene desde fantasías persecutorias o alucinaciones transitorias de eventos que todavía no pasan, pero que el sujeto dramatiza de tal manera que se convierten en ideas persecutorias obsesivas. Dos ejemplos que vale la pena comentar: 1.- La clase política que ahora gobierna al país, lejos de sensibilizarse ante el baño de sangre en el que se ha convertido México, se encapricha en continuar con una guerra que a todas luces nada tiene que ver con el narco. La vulnerabilidad con la que se llegó al poder ha desatado desde el 2006 ideas persecutorias, se ocupa al Ejército para buscar una legitimación tomando de pretexto al narco. Al paso del tiempo esa legitimación no llega, por lo tanto más Ejército. Ahora, ante el temor de un reclamo social generalizado, más agresión y más Ejército. Lo que pasó en Túnez y Egipto, donde detonaron aún más la idea paranoica. 2.- El PRI se apresta a aprobar una Ley de Seguridad que bien le hubiera gustado a Díaz Ordaz. Es tanta el ansia de poder, que esa misma ansia les llena de angustia ante el fantasma de que ese poder no llegue, o que cuando llegue la gente los rechace. Por lo tanto, ante esa angustia desata el fantasma paranoico, es decir, fantasías obsesivas. Ante ese fantasma se aprestan a aprobar una ley que les garantice el uso del Ejército de acuerdo a su criterio, y de forma facciosa… Ambos casos muestran claramente el desequilibrio por el cual pasa la clase política del país: buscan aprobar una ley que les permita, de acuerdo a su criterio, decretar virtuales estados de excepción y utilizar a las Fuerzas Armadas para enfrentar lo que a su personalísimo juicio constituya una alteración de la paz. He ahí el problema si, como está demostrado, su juicio está completamente desequilibrado, ¿qué es lo que nos espera a los mexicanos?”.