La relación con nuestros vecinos no está del todo bien
Humberto Mares N. martes 27, Jul 2021Así las cosas…
Humberto Mares N.
Nuestra frontera norte permanece cerrada, debido a la pandemia, al menos eso nos han dicho oficialmente. Nuestro vecinos, nuestro socio comercial más importante, con operaciones diarias de más de un millón de dólares, está cerrada y seguirá así, mientras la pandemia o los contagios continúen, sobre todo en las ciudades importantes de la zona fronteriza norte de nuestro país, Tijuana, Ciudad Juárez, Laredo donde se lleva a cabo gran actividad de exportación y comercio.
A pesar de que México, según nos dicen, continúa con el programa de vacunación de una sola aplicación que los Estados Unidos nos regalaron, los vecinos no abrirán cuando menos en un mes. La finalidad de este obsequio fue buscar abrir la frontera cuanto antes para activar la economía de las ciudades de ambas fronteras, que ha sido afectada considerablemente.
Los Estados Unidos notificaron oficialmente a la cancillería mexicana que la frontera seguirá cerrada por lo menos hasta el 21 de agosto a las actividades no esenciales. Desgraciadamente entre esas actividades está el comercio y el consumo de ambos lados.
Sin embargo, sin dejar de lado la prioridad que representa la salud para todos, debemos de considerar en este asunto cuestiones políticas y decisiones que ha tomado el gobierno mexicano sin duda influyen.
La carta que veinte congresistas estadounidenses, influyentes todos, enviaron al presidente Joe Biden acusando al gobierno de México de políticas proteccionistas para favorecer a la CFE y Pemex, limita a las compañías de los Estados Unidos acceder a los mercados internos de hidrocarburos y energías renovables lo que contradice al tratado de comercio firmado entre ambas naciones, T-MEC.
Los legisladores piden al Presidente Biden tomar cartas en el asunto y expresaron su preocupación por las reformas a las leyes de energía e hidrocarburos en México, ya que tienden a ser proteccionistas, pues se da trato preferencial a Pemex y a la CFE. A los empresarios de nuestro vecino del norte les preocupan la inseguridad, la corrupción, los cambios regulatorios o reglas de juego pactadas y no respetadas, sobre todo en energía sustentable, que ha ocasionado la cancelación de proyectos y que es precisamente en el rubro en donde se violenta el T-MEC, pero además es el futuro del mundo.
Por otra parte, mientras la iniciativa privada de México pide al gobierno de la 4T promover la inversión privada de aquellos que en algún momento llamó “fifís” y que cada vez que puede les tunde, el gobierno de Estados Unidos coincide con los legisladores cuando destaca en un reporte del Departamento de Estado sobre el clima para la inversión en México, una serie de incertidumbres en el clima de inversión en México, como cambios regulatorios repentinos, inseguridad, informalidad, corrupción, salud financiera inestable de Pemex y una respuesta fiscal débil a la crisis económica por Covid-19, pero el documento resaltó la austera política fiscal en México que tuvo como resultado un superávit primario de 0.1% en 2020, y la independencia del Banco de México.
En contraste a la declaración de nuestros vecinos de “La incertidumbre entre inversionistas en México se ha incrementado” Carlos Salazar, presidente del CCE destacó que existen más de mil 500 proyectos de infraestructura identificados y que necesitan ser promovidos por las autoridades federales. “El CCE trata, desde su trinchera, de asociarse con Hacienda y con la SCT, con programas y paquetes de inversión en infraestructura”, dijo en el empresario en un mensaje en redes.
Esta es una respuesta y posición de apoyo a su país por parte de los empresarios e industriales a pesar que en muchas ocasiones los han acusado de traidores o cuando menos adversarios, hoy ponen sus cartas sobre la mesa para seguir empujando proyectos en el país.
Es claro que para la recuperación económica es necesario que el gobierno abra la chequera y gaste en proyectos necesarios y prioritarios, sobre todo de infraestructura y a su vez la iniciativa privada participe en ello, con lo cual se reactiva la producción de nuevos empleos. Esto no es nuevo es una regla que ha dado resultado.
La decisión de regresar a como dé lugar “llueva, truene o relampaguee” a los niños a clases presenciales a finales de agosto.
Según una encuesta del periódico El Universal el 68.1% de los padres están en contra y no es difícil entenderlo cuando llevamos una racha de contagios altísima, superando los 15 mil diarios y le agregamos que las escuelas no están listas, los maestros tampoco. No es obligatorio, va a pasar lo mismo que a la consulta, pocos se presentarán.
Una noticia importante, se duplicará el presupuesto para la Guardia Nacional y aumentarán a 500 los cuarteles en el país, pero no sabemos que algún estado trabaje en el fortalecimiento de las policías, estatal y municipal. Estamos cojos en ese sentido.
Así las cosas, hasta pronto, seguimos en emergencia y los contagios aumentan. No baje la guardia, quédese en casa.