Descrédito para la 4T
Freddy Sánchez jueves 22, Jul 2021Precios y desprecios
Freddy Sánchez
La cita es el 1 de agosto y el gran reto: alcanzar una participación del cuarenta por ciento de los electores registrados para que tenga efectos legales la consulta que el gobierno decidió hacer.
Esa que habrá de encarar la pregunta ambigua elaborada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en sustitución a la que específicamente se había propuesto hacer Andrés Manuel López Obrador sobre el juicio a los ex presidentes.
Lo que en la redacción de la corte, en ninguna de sus palabras redactadas para la pregunta se menciona y de ahí la campaña institucional para que la gente se convenza de que al responder a la consulta y decir sí o no el 1 de agosto estará apoyando o rechazando el juicio para los antecesores del Presidente en turno.
Cosa que los críticos de la consulta y del manejo oficial a esta cuestión, aseguran que es parte de lo que se ha catalogado como “un gran teatro mediático institucional” para no perder clientela electoral a favor de Morena y el gobierno de la 4T, aparentando lo que no será.
O sea una consulta real para que la gente decida si se quiere o no llevar a juicio a los ex presidentes.
Así las cosas en los últimos días, previos a la consulta, por una parte los voceros del gobierno se esmeran en convencer a la gente de que no se trata de ningún engaño intentando con ello incentivar una participación electoral que acredite la aceptación social para la consulta, en tanto los que ven en este asunto un engaño, no tienen empacho en decirlo por distintos medios.
De ahí que sea menester esperar a ver qué postura influye más en torno al evento del día 1 de agosto, si el de sus promotores del sector público y los morenistas o la oposición y los críticos de la consulta.
Bajo el supuesto entonces de que se logre la participación del cuarenta por ciento de los registrados en el padrón electoral, el nuevo reto que tendrá que enfrentar el gobierno de Andrés Manuel es cumplir con la promesa de llevar a juicio a los ex presidentes, aunque no haya sido específicamente esa la pregunta a la que responderán los consultados. Porque decir sí, por parte de la mayoría, será un mandato popular contundente en favor de que no sólo se juzgue, sino que se persiga penalmente los ilícitos atribuidos a los ex jefes del Ejecutivo federal. Y en ese aspecto, es probable que el sentimiento de muchos se encamine a exigir que pronto comiencen los juicios prometidos contra la denunciada corrupción de los ex presidentes. Algo de lo que durante el actual sexenio se ha hablado hasta la saciedad.
De tal suerte, que si la consulta lo demanda, difícilmente el gobierno actual se escapará al reproche de los que creyendo que habrían acudido a apoyar en una consulta el juicio a los ex presidentes, esperarán que tal cosa ciertamente ocurra y en un plazo perentorio estén sujetos a procesos penales varios antecesores del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Uno o dos de ellos por lo menos, bajo confinamiento en un reclusorio, (dependiendo de quién se trate), es lo que posiblemente satisfaría la sed de justicia entre aquellos de muchos miles que alentados por las acusaciones reiteradas en contra de los presidentes de pasados sexenios, casi seguro es que no dudarán que se trató de unos auténticos corruptos a los que se tiene que castigar.
Un efecto contrario de la consulta a realizar, evidentemente, representaría una falla garrafal del gobierno de la Cuarta Trasformación, si teniendo pruebas contra los ex presidentes no se les lleva a juicio o a pesar de tenerlas se los deja gozar de impunidad.
Más allá pues, de lo que sucederá el 1 de agosto, es de esperar que el gobierno de Andrés Manuel cuente con las evidencias que le permitan someter a juicio penal a los ex presidentes bajo sospecha de corrupción, sean cuantos sean y sean quienes sean.
Porque ni modo que se les diga a los antecesores de Andrés Manuel: ustedes perdonen por las insidias, ya que eso se traduciría en descredito para la 4T.