La seguridad, ¿logro de la 4T?
¬ Luis Ángel García miércoles 21, Jul 2021Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Mientras dos de cada tres mexicanos mantengan la percepción de inseguridad, difícilmente la 4T podrá decir que logró el restablecimiento de la paz en el país. La seguridad no será el blasón de este sexenio, quedará como asignatura pendiente la protección de la vida y el patrimonio de los mexicanos; no sólo es el sentimiento de indefensión del ciudadano frente a los criminales, son las cifras mismas de delito las que exhiben la falta de políticas públicas para combatir los ilícitos, lo que ha convertido al país en dantesco escenario de la violencia.
Pasará esta administración como la más ineficaz para enfrentar al crimen organizado, durante la cual se registró el mayor número de homicidios dolosos. Un verdadero baño de sangre enlutó a miles de hogares ante la pasividad de las autoridades y la connivencia con los cuerpos policiales y los funcionarios judiciales.
Interpretarán los datos de la reciente encuesta de percepción ciudadana sobre inseguridad del Inegi a su manera, como una mejoría en este ámbito si se compara con diciembre de 2020, pero es dramático que el 66.6 por ciento de los mexicanos se sientan inseguros en sus ciudades, el 71.3 por ciento de las mujeres tienen una mala percepción de la seguridad y el 46 por ciento de los encuestados considera que en los próximos doce meses la situación seguirá igual de mal en sus localidades.
Es comprensible la percepción de inseguridad de las mujeres cuando se han incrementado los femicidios, las violaciones y la violencia intrafamiliar, además de que este gobierno no se ha caracterizado por atender las protestas feministas, a las cuales ha desdeñado por ser “movimientos conservadores, copias extranjerizantes”. Ningún gobierno, ni los neoliberales, han desprotegido tanto a las víctimas como el presente, quien incluso desapareció mecanismos de protección, cerró albergues y canceló fondos de ayuda. Ha sido insensible ante la muerte de periodistas, líderes sociales, defensores de derechos humanos y políticos.
Para nadie es un secreto que el crimen organizado ha vulnerado el Estado de Derecho y que controla la gobernabilidad del 40 por ciento del territorio nacional, somete a las autoridades civiles municipales y estatales, reta a las fuerzas armadas y coopta a las policías de todos los niveles. Ante la pasividad de quienes debieran ejercer el mando, ejércitos de sicarios han ensangrentado las calles de todas las ciudades, realizado matanzas de rivales e inocentes, “levantado” gente, desaparecido o descuartizado a los contrarios, llenado fosas clandestinas de cuerpos anónimos, secuestrado personas y extorsionado a gente que trabaja decentemente.
Las masacres son cosa de todos los días y nadie puede controlarlas, ni la pandemia pudo evitar la venta de drogas ni los enfrentamientos entre grupos delincuenciales. El crimen organizado tiñó de rojo la geografía mexicana. En la encuesta nacional del Inegi llama la atención que cuatro demarcaciones de la CDMX estén entre las de mayor percepción de inseguridad: Gustavo A Madero, Iztapalapa, Azcapotzalco y Álvaro Obregón son las alcaldías con mayor número de hogares con al menos una víctima del delito.
El Presidente puso muy alta la vara cuando dijo que sin seguridad no habrá 4T. Es difícil que la política de abrazos y no balazos dé resultados, más bien su política de dejar hacer, dejar pasar parece más un pacto con el crimen organizado.
Mientras tanto nos quiere distraer con la consulta para enjuiciar a los ex presidentes, espectáculo mediático que le saldrá muy caro al pueblo de México. El mandatario, a falta de pan, quiere darle circo al pueblo bueno y sabio. Lo que se va a gastar en la pira inquisitorial y populachera con una segura baja participación, debiera usarse para comprar la medicina oncológica infantil.