Antes los rechazaba, ahora el PAN abre sus puertas a nuevos militantes
Miguel Ángel Rivera lunes 19, Jul 2021Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Todos quieren seguir y rodear al campeón, pero nadie desea estar cerca del perdedor.
Esto viene al caso por que la dirigencia nacional del Partido Acción Nacional (PAN) anunció que se “abre a la sociedad para que todas las mexicanas y mexicanos de bien que comparten la necesidad de un cambio urgente en nuestro país, puedan afiliarse al partido y juntos podamos corregir las cosas que van de mal en peor en México”.
El presidente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, agradeció a la gente que votó por Acción Nacional en la pasada elección, pues gracias a ello, además de ponerle un alto a Morena y a la destrucción del país, se logró que el PAN tenga 113 diputados federales en la 65 Legislatura y gobernar a 46 millones de mexicanos. “En Acción Nacional creemos en un México seguro, moderno, dinámico e innovador, que brinde oportunidades de trabajo para todas y todos y que cuide nuestro medio ambiente. Por eso invitamos a toda la gente de bien para que se afilie al partido y conozca las propuestas que hemos hecho por el bien de los ciudadanos, así como los buenos resultados de nuestros gobiernos”, sostuvo el dirigente del partido azul.
Cortés Mendoza aseguró que el PAN seguirá luchando por un país libre, donde todos cuidemos la democracia, protejamos nuestra Constitución, las leyes, los contrapesos y las instituciones más importantes que tenemos como el Instituto Nacional Electoral (INE), el Banco de México, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), entre otros.
Este discurso resulta muy llamativo, pero en el fondo se reduce a invitar a más ciudadanos a incorporarse a las filas de Acción Nacional, el cual, a pesar del balance positivo que intenta presentar Cortés Mendoza requiere muchos refuerzos para mejorar su posición competitiva para los comicios estatales a celebrarse en 2022 y 2023, pero sobre todo con vistas a las elecciones presidenciales de 2024, que hasta ahora parecen vía libre para que Morena repita al frente de la llamada Cuarta Transformación.
Es una situación muy diferente a la que registró el mismo partido en los primeros años del presente siglo, cuando encabezado por Vicente Fox “expulsó al PRI de Los Pinos” y luego repitió, “haiga sido como haiga sido” con Felipe Calderón al frente del gobierno federal.
Entonces eran muchos los aspirantes a incorporarse a las filas del vencedor, al grado que sus dirigentes tuvieron que aplicar estrictos procesos de selección para evitar llenarse de indeseables, sobre todo con el antecedente de que Acción Nacional nunca fue un partido de masas.
Pasado ese momento triunfal, disminuyó el número de solicitudes de afiliación. Por el contrario, el PAN registró muchas fugas, inclusive de figuras de alto nivel.
A pesar de ese proceso de apertura, el PAN conserva parte del escrúpulo de seleccionar a sus militantes. En sus recomendaciones a las dirigentes estatales y municipales para aceptar nuevos miembros, el presidente nacional, Cortés les instruyó que soliciten e impartan cursos de inducción al PAN, con la finalidad de que los ciudadanos conozcan los principios y valores del partido y puedan afiliarse a la institución de manera sencilla y expedita.
Los partidos de oposición pierden hasta 70 por ciento de afiliados
Esta situación no resulta privativa de Acción Nacional. De hecho, luego del triunfo de Morena el resto de los partidos de oposición perdió militantes o por lo menos tuvo menos solicitudes de ingreso.
Por ejemplo, en febrero de 2020, la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE informó que las siete fuerzas políticas con registro nacional perdieron, en conjunto, cerca del 70% de sus afiliados en el último año, al pasar de 13 millones 549 mil 895 militantes a cuatro millones 280 mil 465 simpatizantes.
En este caso, inclusive Morena apareció con menos militantes.
Así, el partido Revolucionario Institucional (PRI) pasó de seis millones 546 mil 560 a un millón 578 mil 242, es decir cuatro millones 968 mil 318 simpatizantes menos, mientras que el de la Revolución Democrática (PRD) pasó de cinco millones 30 mil 34 a un millón 250 mil 34, lo que representa tres millones 780 mil afiliaciones menos.
Por su parte, Morena redujo en un 12 por ciento su base de simpatizantes al pasar de 317 mil 595 a 278 mil 322.
En otras condiciones, los números no mienten, pero en política puenden, y deben, tener interpretaciones distintas.
Por ejemplo, en 2020 y antes, Morena estaba inmerso en un conflictivo proceso de definición de su dirigencia nacional, que finalmente se decidió a favor de su actual dirigente nacional, Mario Delgado Carrillo, quien dejó el cargo de coordinador de los diputados federales. Como parte de la lucha interna, se decía que una de las corrientes que deseaba conducir el que ahora es el partido oficial había “inflado” el padrón de militantes, mientras que sus contrincantes internos deseaban mantener un padrón confiable.
En las filas del PRI, era casi natural la disminución del número de militantes y simpatizantes.
Primero, porque de sus filas salieron muchos de los que ahora son dirigentes o candidatos de los partidos de oposición. Un ejemplo muy claro es Tabasco, uno de los estados que eran sus “baluartes”.
En ese estado, surgió como figura nacional de la oposición el ahora Presidente de la República, Manuel López Obrador, quien fue presidente estatal del tricolor, pero al renunciar, dentro del estado y en el resto del país se llevó a gran parte de la militancia del tricolor, primero al PRD y luego al PRD:
Segundo, el padrón de militantes del PRI siempre estuvo “inflado”. Todo el mundo se decía militante del ex poderoso partido y aunque no estuviera afiliado, sí aparecía en algún padrón como miembro de ese instituto político, no protestaba ni mucho menos pedía ser dado de baja, mientras que la burocracia del partido quedaba bien con sus dirigentes al presentar una relación de militantes que era casi una copia fiel del listado de electores inscritos en el INE.
Todo esto empezó a cambiar a partir de que el mencionado Instituto Nacional Electoral (INE) exigió a los partidos una relación depurada de sus militantes y no se conformó con los listados que le presentaban, sino que estableció procedimientos para comprobar que los nombres que aparecían en los padrones de los partidos efectivamente corresponden a personas que se han inscrito voluntariamente en esas organizaciones.
El resultado es que, ahora sí, los padrones de cada partido empiezan a reflejar efectivamente el número de sus militantes y que existan menos posibilidades de engaños.
Monreal propone subsanar una laguna en la ley agraria
Desde que el ex presidente Carlos Salinas de Gortari modificó el Artículo 27 constitucional entre otras finalidades para autorizar y legalizar la compra venta de terrenos ejidales y comunales, el Derecho Agrario se convirtió en una materia que pasó al olvido.
Uno de los pocos juristas y además legislador que tiene cuentas las lagunas en la materia es el ahora coordinador de los senadores de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) Ricardo Monreal, quien impulsa un proyecto de reformas a la Ley Agraria para dar certeza jurídica a las personas que han adquirido derechos sobre tierra ejidal
En su exposición de motivos y en recuerdo de sus orígenes campesinos, el legislador zacatecano evidencia que se preocupa porque el agro se desarrolle con legalidad y en un marco de justicia,
Para el legislador es muy importante establecer las condiciones jurídicas: “para que el campo mexicano desarrolle todo su potencial en un marco de justicia y legalidad, que se refleje en el bienestar integral de ejidatarios y comuneros, pero también de posesionarios reconocidos por los núcleos agrarios”.
De acuerdo con sus estimaciones, el proyecto va a beneficiar a casi 700 mil personas que tienen derechos sobre tierras ejidales por medio del reconocimiento de la asamblea ejidal, resolución judicial o administrativa, compraventa o sucesión, pero que carecen de voz y voto en las asambleas ejidales.
Esto, porque actualmente la Ley Agraria no aborda, de manera específica, los derechos que corresponden a los posesionarios sobre las tierras ejidales, cuyos derechos están impedidos para participar activamente en la vida interna del núcleo agrario, explicó Monreal Ávila.