Muy lejos de la victoria
¬ Augusto Corro lunes 19, Jul 2021Punto por punto
Augusto Corro
No se podrá decir que vencimos el coronavirus y sus variantes, mientras grandes sectores de la población aún no sean vacunados.
Las olas de contagio van y vienen con nuevas cepas, como la delta, de más fácil contagio y más peligrosa.
Estamos pues, sometidos a la amenaza de la pandemia por Covid-19 que en nuestro país acumuló 2 millones 642 mil 68 casos de la enfermedad.
Las autoridades sanitarias indicaron que la cantidad de muertes en el país se ubica en 236 mil 15. Los efectos dañinos de la pandemia no sólo se resintieron en la salud de la población, sino que también alcanzaron los renglones de la economía y la educación.
Salir de la pandemia y regresar a la nueva normalidad nos llevará un tiempo largo. En realidad, nadie sabe cuánto durará la pesadilla.
Mientras tenemos que luchar juntos para evitar más contagios, claro, en la medida de nuestras posibilidades.
Aunque el papel más importante lo deben representar las autoridades que, a la fecha, tienen un balance más negativo que positivo, en el combate al coronavirus. ¨Por ejemplo, el manejo del semáforo sanitario al que parece ya como jubilado. ¿Será por eso que la gente ya no respeta los colores?
¿O cómo explicarse qué con el color amarillo, las actividades de toda índole se llevan a cabo como se contempla en el color verde?
Basta ver las calles llenas de gente sin el cubrebocas y nulo cumplimiento de la medida de la sana distancia.
En esas condiciones de desprecio a las normas sanitarias, que parece ocurrir en todo el país, y sin la vacunación de todos los sectores, ya estamos listos para recibir más olas de contagio.
La educación
Entre los renglones más afectados por la pandemia está el de la educación.
Como se sabe, una de las medidas para evitar los contagios fue la cancelación de las clases presenciales.
La educación virtual suplió a la tradicional y los estudiantes de todas las edades tuvieron que aprender a larga distancia.
Toda una gran experiencia que benefició más a las personas con recursos económicos suficientes para conseguir los modernos instrumentos de enseñanza.
Como era lógico, el número de desertores escolares creció considerablemente. Unos decidieron ponerse a trabajar para ayudar a los gastos de la familia.
Los demás, esperarán que abran los salones de clases.
Y en el presente las autoridades presentan un escenario de incertidumbre pues anunciaron el retorno a clases, pero no se conoce bajo qué medidas preventivas.
En algunos lugares se iniciaron las clases presenciales, pero al saber del primer contagio de un niño, se volvieron a cancelar.
Las autoridades con la idea de no aplicar medidas severas para evitar contagios, cada persona hace lo que le conviene, menos cuidar su salud.
El regreso a las clases presenciales se anunció para el próximo mes de agosto, cuando se supone que la ola de contagios estará sobre nuestras cabezas.
Si se cumple el retorno a clases, ¿qué medidas especiales se aplicarán para proteger la salud de niños, adolescentes y jóvenes que son millones?
Si no se tiene la seguridad de que ese sector de la población se encuentra a salvo de la enfermedad, lo mejor es olvidarse del retorno a la normalidad educativa.
¿Estarán las escuelas en condiciones de higiene suficientes para evitar contagios? ¿Con agua suficiente para lavarse las manos? Además, se tendrá que vigilar el uso correcto del cubrebocas, así como la exigencia de guardar la sana distancia.
Ojalá y las vacunas lleguen pronto a todos los sectores, principalmente al de los niños, adolescentes y jóvenes. Cuando eso ocurra entonces empezaremos a cantar victoria.
¿Usted qué opina amable lector?