Funcionarios y precandidatos
¬ Augusto Corro viernes 16, Jul 2021Punto por punto
Augusto Corro
¿Es congruente que los funcionarios públicos continúen en sus cargos una vez que aceptan participar como precandidatos presidenciales? ¿Es ético? ¿Una vez “destapados” los presuntos candidatos de dónde obtendrán los recursos económicos para sus precampañas? ¿Los anuncios del “destape” alterarán el calendario electoral? ¿Cuál será el papel de los partidos políticos?
Vamos por partes. El presidente López Obrador “destapó” a los posibles candidatos a la Presidencia de la República, para 2024. Citó a los siguientes: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Tatiana Clouthier, Esteban Moctezuma, Ramón de la Fuente, Rocío Nahle y “muchos más”. Entre los últimos se encuentra el líder del Senado, Ricardo Monreal, quien ya advirtió que su nombre aparecerá en la boleta electoral.
Los políticos mencionados tienen ahora cargos importantes en la función pública, en un país, que como México, necesita la atención al 100% para resolver problemas graves que golpean a la población mexicana. Por ejemplo, en el caso de Claudia Sheinbaum, ¿cuánto tiempo necesitará para abordar y resolver los conflictos que agobian a los capitalinos? ¿Cuántos permisos sin goce de sueldo serán necesarios para dedicarse a la precampaña?
No hay que olvidar que el mundo enfrenta la pandemia de la Covid-19 y que nuestro país no puede enorgullecerse de su actuación para combatirla. La Ciudad de México es una de las más afectadas por el virus, entre otras cosas por el flanco débil que representa su alta densidad poblacional. Para atender la lucha contra el virus se necesitará tiempo extra de los funcionarios. ¿En su condición de precandidata Claudia Sheinbaum estará en condiciones de rendir buenas cuentas?
En días recientes, la jefa del Gobierno capitalino dijo que se dedicará a trabajar y se supone que, con absoluta disciplina, respetará los tiempos del juego electoral. Sin embargo, ya aprovechó actos partidistas para promover su imagen. Por cierto, la labor política de Claudia Sheinbaum tendrá que intensificarse para volver al redil a la clase media que rechazó a los candidatos morenistas en las elecciones intermedias.
Antes tendrá que aclararse, plenamente, la tragedia de la estación Olivos del Metro, en el que perdieron la vida 26 personas. El peritaje continúa y aunque oficialmente, Carlos Slim se responsabilizó de la reconstrucción de la vía, aún no se conoce el nombre de los responsables y las causas que provocaron el accidente, que impactó a México.
Por otra parte, el canciller Marcelo Ebrard ¿también se distraerá de su responsabilidad en momentos tan difíciles debido a la pandemia del coronavirus? ¿Planteamos la pregunta, porque si bien es cierto que es positivo su encargo en la adquisición de las vacunas, aún estamos muy lejos de erradicar la Covid-19? De ahí, la extrañeza de saber que se distraerá en la atención a su precampaña electoral. Ebrard y Sheinbaum van en el mismo caso del problema de la tragedia de la “Línea Dorada”: el primero era jefe de Gobierno capitalino.
Como si no tuviera suficiente trabajo en nuestro país, Ebrard tiene que estar atento al desarrollo de la política exterior de México, en momentos de agitación social en Cuba, Haití, Nicaragua, etc. Además de enfrentar las olas constantes de indocumentados que llegan a nuestra frontera del sur para cruzar por México con destino a Estados Unidos. Es una tarea difícil que no acepta distracciones. En el presente, es el “destapado” con más acciones políticas proselitistas.
De acuerdo con la información en los medios, el próximo mes de agosto simpatizantes y afines del canciller Marcelo Ebrard comenzarán a conformar redes de apoyo para fortalecer su candidatura presidencial rumbo a 2024. Manifestó lo anterior el ex precandidato de Morena a la gubernatura de Guerrero. Dijo también que el sábado pasado fue la primera reunión que sostuvieron los seguidores de Ebrard, con motivo de su “destape’’ para buscar la Presidencia de la República. Al encuentro asistieron empresarios, políticas y varios contactos del canciller.
Otro de los precandidatos que entró a la lista de aspirantes es el líder del Senado, Ricardo Monreal. Un político que buscará la candidatura presidencial, sin desmayo alguno. El legislador ya enfrentó a Claudia Sheinbaum cuando ambos buscaban la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Monreal perdió y como premio de consolación lo enviaron al Senado a apoyar la Cuarta Transformación (4T), el proyecto político del presidente López Obrador.
Los tres políticos “destapados” son los ases de la baraja de la sucesión presidencial adelantada. La lucha política durará más de dos años. ¿Quién se desgastará más en la contienda electoral? De todas maneras, el candidato será el que decida el presidente López Obrador, tras la realización de la encuesta tradicional que es repudiada por propios y extraños.
¿Usted qué opina amable lector?