Los “destapados”
Freddy Sánchez jueves 15, Jul 2021Precios y desprecios
Freddy Sánchez
¡Presidenta, presidenta!…
No una sino al menos dos veces, se escuchó a voz en cuello el mismo coro de un grupo morenista.
El primer destape de las bases del partido gobernante en favor de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Y después llegó el anuncio presidencial, (que sorprendió a muchos), al darse la venia del “jefe del Palacio”, en favor de los interesados en sustituirlo en el cargo, ofreciendo una primera lista de los que Andrés Manuel consideró en ese primer momento dignos de dicha aspiración.
Apareció naturalmente el nombre de Claudia Sheinbaum, la aclamada días antes con la adjudicación del título de: “presidenta”. Lo que sucedió en un acto partidista. Y no faltó por supuesto: Marcelo Ebrard. Entre otros conocidos personajes del gabinete, sin que se incluyera al senador Ricardo Monreal.
Pero, ya después el legislador zacatecano fue incluido y más adelante de plano se abrió el horizonte para todos los que aspiren a la candidatura morenista para la primera magistratura, en sustitución del Presidente en turno, siempre que no dejen de cumplir con sus obligaciones, les advirtió Andrés Manuel. Así las cosas, con una anticipación de más de dos años y medio, el propio primer mandatario dio luz verde al proceso de sucesión presidencial “entre la tropa”.
Y ante ello, pese a que se niegue que podría ocurrir una confrontación áspera y aguerrida entre algunos de los aspirantes al cargo presidencial, es más que inevitable que tal cosa sucederá.
Uno puede imaginarse que “las escaramuzas” no cobrarán gran notoriedad, manteniéndose “bajo cubierta” lo más que sea posible, ya que nadie querrá declararse adversario dispuesto a cualquier “jugada” con tal de restarle posibilidades a los demás, en la lucha por la candidatura, pero como siempre ocurre cuando se trata de buscar la silla presidencial en este país, habrá distintos “tejes y manejes” entre los prospectos a suceder a Andrés Manuel, sus colaboradores de confianza y gente externa al gobierno a la que se intentará sumar en torno a tal o cual candidatura en preparación.
Lo que, obviamente, dará cabida a cautelosos, y a la vez, audaces intentos para buscar que uno de los aspirantes se ponga por encima de sus contendientes en posibilidades de obtener lo que se quiere y así “batallarle” con gran afán hasta que se sepa quien será “el bueno” o “la buena”, en pos de la nominación morenista para el aspirante presidencial del partido gobernante.
Y es que podría decirse que “el aspiracionismo presidencial” que hará sentir entre los “apuntados” los merecimientos para ganar la distinción de recibir el abanderamiento de Morena, difícilmente mantendrá en calma a los potenciales aliados y amigos, en torno a la figura de los presidenciables.
Aquellos que en realidad pudieran tener ciertas y mayores posibilidades de conseguir la candidatura morenista a la Presidencia y los que sólo acaricien un “sueño imposible”, pero que sin que eso los contenga, seguro que tendrán en su derredor a los típicos aduladores que les inflarán el ánimo para buscar el deseado “boleto dorado” que pudiera abrirles las puertas del Palacio Nacional.
De tal suerte, que en lo que resta de la presente administración, parece imposible parar las acciones que se vendrán de parte de los aspirantes a suceder a Andrés Manuel, echando mano de cuanto recurso material y humano les facilite conseguir lo que se proponen. Y como es de suponerse, en esta búsqueda algunos podrían salir afectados. De entrada los que no logren poner de su lado a las famosas tribus que llegaron a Morena del PRD, y que por sus propios antecedentes, cuesta trabajo creer que no entrarán en “choques” contra las huestes de los aspirantes presidenciales ajenos a sus propios intereses.
En estas circunstancias, si el Presidente se reservará o no el derecho a nombrar a su candidato, la lucha por venir entre los invitados a “mostrarse en el aparador” podría ser dura. Una “guerra” pues, entre los destapados.