Tamaulipas, estilo indescifrable
Ramón Zurita Sahagún martes 26, Abr 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Es indescifrable el estilo de gobernar de Egidio Torre Cantú y sus programas y proyectos considerados para la administración sexenal. En qué consiste el gobierno de Egidio Torre Cantú se preguntan en Tamaulipas, luego de los 115 días que han transcurrido de una administración iniciada con el año.
Nadie lo sabe, ni conoce de las pretensiones de un gobierno inmóvil, pasmado y sin los recursos técnicos y humanos para combatir el flagelo de la violencia.
Lo que sí es un hecho, es que Egidio no estaba preparado, ni política ni mentalmente para gobernar un estado copado por los grupos delincuenciales, pero que tampoco le interesa encontrar métodos para resolver la problemática estatal.
Poco es lo que se sabe del quehacer de Torre Cantú, aunque sí de su deambular por los principales restaurantes de la ciudad de México, en los que conviven las clases políticas y empresariales.
Y es que Egidio fue propuesto como candidato emergente ante el cobarde asesinato del candidato priísta al gobierno estatal, su hermano menor Rodolfo (asesinado en la víspera de los comicios), en un esfuerzo desesperado de evitar la pérdida del estado para el priísmo.
Egidio no comprendió el mensaje que representaba capitalizar las simpatías de su hermano y obtener el respaldo ciudadano, como una muestra de confianza para enfrentar con mayor rigor las amenazas de la delincuencia, frenar la violencia y regresar la entidad al orden y al progreso.
En poco tiempo, Tamaulipas se convirtió de ser el granero del país en el estado más violento, de una entidad con tres puntos fronterizos importantes, dos puertos de los principales puertos del país, con agricultura, refinerías y otros medios generadores de riqueza en una entidad terrorífica.
Las narcofosas, el asesinato masivo de migrantes, los enfrentamientos entre grupos delincuenciales, la fuerte presencia de militares y policías federales y el tráfico de drogas e indocumentados que se hace por ese estado, han provocado la caída en la producción de todo tipo y un permanente clima de terror y horror.
Es cierto que no todo se produce dentro de la naciente administración, ya que los temas se venían arrastrando desde hace, cuando menos, dos sexenios, pero las muestras de pasmo e inacción y de no saber qué hacer con la alta responsabilidad que la ciudadanía le confirió en las urnas, si son del presente gobierno.
Conociendo sus limitaciones como político y sin saber el rumbo que tomará su gobierno, Egidio tiene una difícil tarea que realizar en lo escaso del territorio que puede controlar el gobierno estatal.
Son enormes áreas las que se encuentran fuera de la órbita del gobierno estatal, sea por la presencia de las fuerzas federales o por el control que sobre esas poblaciones ejerce la delincuencia organizada.
Ciudad Mier, San Fernando, Miguel Alemán y otros municipios del norte del estado, son asolados constantemente por los grupos delincuenciales y ni siquiera la presencia de las fuerzas federales, policíacas y militares, han podido regresarlas al orden.
Pero también las grandes ciudades fronterizas como Matamoros, Nuevo Laredo y Reynosa, se encuentran amenazadas por la delincuencia que deja sentir la fuerza que tiene en Tamaulipas.
Altamira, Tampico y Ciudad Madero, no están ajenas al problema de la violencia, aunque comparativamente con las poblaciones mencionadas al inicio, su riesgo es menor.
Y es que el horror que priva con el descubrimiento de las narcofosas distrae la atención y minimiza los demás sucesos que ocurren en esa entidad.
Tanto que pasa inadvertida la torpeza del gobernador Torre Cantú y que su área de influencia gubernamental se limita a la capital del estado, donde prevalece la burocracia.
La tarea de gobernar Tamaulipas le fue encomendada al secretario de Gobierno, Morelos Canseco, ex oficial mayor del Senado de la República, quien aceptó el reto y es quien da la cara constantemente ante la flaqueza del huidizo Torre Cantú.
RECTIFICACIÓN
Desde Guadalajara, Jalisco, damos acuse de recibo de la rectificación sobre Emilio González Márquez, gobernador del estado, quien no fue alcalde de Lagos de Moreno, como erróneamente publicamos la semana pasada.
González Márquez fue candidato a diputado federal por el Partido Demócrata Mexicano (en el que militó antes de sumarse a las filas del PAN), aunque no consiguió sumar más allá del cuatro por ciento de los sufragios.
Lo que sí alcanzó Emilio González Márquez fue la presidencia nacional del PDM, durante poco más de un año, aunque después se afilió al PAN, mismo organismo político que lo llevó al gobierno de Jalisco en los comicios del 2006.
En el PDM militó por 11 años y en ese lapso fungieron como alcaldes de Lagos de Moreno, los siguientes personajes:
Lic. Teodoro Esparza Rojo 1980
Sr. Víctor Atilano Gómez 1983
Sr. Tranquilino Martín 1985
Dr. Trinidad Velázquez 1986
Prof. Sergio Esparza 1987
Lic. Emigdio Rico Santana 1988
Lic. Ignacio Padilla Hernández 1989
Dr. Benjamín Gazcón Torres 1992
Víctor Atilano Gómez fue el alcalde del PDM que ganó los comicios en ese municipio.
VACACIONISTAS
El sábado anterior al inicio de la Semana Santa, Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública federal, preparó sus maletas para irse de vacaciones familiares.
Lo mismo hicieron el presidente Felipe Calderón y el gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, entre otros personajes.
Ellos sí hicieron una tregua en su guerra contra la delincuencia organizada, al fin que eran vacaciones y había que aprovecharlas.
¿Los delincuentes también se fueron de vacaciones? No, ellos se quedaron en lo suyo y la constancia de sus hechos está en el registro diario de hechos violentos.
MURIÓ DÍAZ SERRANO
Polémico fue el desempeño de Jorge Díaz Serrano en el sector público, aunque su carrera como empresario fue siempre exitosa.
El ex director de Pemex falleció casia los 90 años de edad, luego de una larga y exitosa carrera vinculada al sector energético.