Horas extras de “grilla”
¬ Augusto Corro miércoles 14, Jul 2021Punto por punto
Augusto Corro
Horas de intensa “grilla” tendrá, a partir de ya, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Se adelantaron los tiempos de la sucesión presidencial que polarizará la lucha en la vida interna del partido.
El mandatario López Obrador dio el banderazo de salida para la sucesión presidencial con nombres de varios funcionarios. Aunque dijo que son muchos, muchísimos, los que pueden aspirar al cargo.
De los citados, sólo dos son los que siempre se señalaron como posibles sucesores: Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores; y Claudia Sheinbaum, jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
En la primera lista de “destapados” no nombró al líder del Senado, Ricardo Monreal. Después si lo incluyó, para tranquilidad del zacatecano.
¿Cómo le irá a Morena tras la lucha por la sucesión presidencial?
Para empezar, la dirigencia tendrá que trabajar horas extras para lograr la unidad. Y, claro, empezarán por elegir a un nuevo líder nacional.
La presencia de Mario Delgado como dirigente provocó el descontento en las filas morenistas. Se dijo que el nuevo líder representaba la avanzada del grupo de Marcelo Ebrard para controlar al partido con miras a la sucesión presidencial.
Todo mundo sabe la estrecha relación entre Mario Delgado y Marcelo Ebrard en la lucha política.
Sin embargo, Mario Delgado no pudo sucederle en el cargo como jefe del Gobierno capitalino a Ebrard. Les ganó Miguel Ángel Mancera.
El rechazo a Mario Delgado
Mario Delgado fue ungido como presidente del Comité Ejecutivo Nacional de Morena en una encuesta que a pocos convenció.
Tuvo que disputar el cargo contra el diputado Porfirio Muñoz Ledo, a quien identifican como simpatizante del grupo de Claudia Sheinbaum.
El papel de Mario Delgado al frente de Morena no fue aceptado totalmente por la militancia partidista.
Basta con ver cómo trataron al dirigente en su recorrido en el interior del país. El repudio surgía en las reuniones del partido.
En ocasiones le arrojaron huevos. Esas acciones eran de los inconformes por la pésima selección de los candidatos a las elecciones intermedias. El enojo de los morenistas se reflejó en la ceremonia para celebrar los tres años de la victoria de Morena.
Mientras los asistentes al evento coreaban el “presidenta, presidenta”, para Claudia Sheinbaum, a Delgado le pedían a gritos la renuncia.
Como señalamos líneas arriba, en Morena tendrán que trabajar horas extras para lograr la unidad partidista, que se ve imposible. El divisionismo es parte de la herencia de los partidos políticos llamados de izquierda como Morena.
¿Y la 4T?
Al mismo tiempo que aumentará la “grilla” en Morena, los “destapados” seguramente intensificarán su trabajo: como aspirantes a la candidatura presidencial y como responsables de llevar adelante el proyecto de la Cuarta Transformación (4T), de López Obrador. Ebrard, ya mostró el colmillo, ya empezó con los actos de la “cargada”. Es decir, de aquellas manifestaciones de apoyo a su candidatura.
Reconoció el canciller que sí quiere competir por la “grande”, además pidió a sus colaboradores “dedicarse a trabajar, ser eficientes, respetar a los demás, etc”. Un discurso que tal vez le recordaba sus tiempos de militante priista.
En el otro frente, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, empezó a reforzar su equipo con políticos experimentados. De entrada, nombró a Martí Batres Guadarrama como nuevo secretario de Gobierno de la Ciudad de México.
¿Cuál será la verdadera función a la que se dedicará con más empeño Martí Batres Guadarrama? ¿Recuperar los votos que perdió Morena en la Ciudad de México? ¿Ayudar a la jefa de Gobierno a controlar a los alcaldes de oposición que son mayoría? ¿O se dedicará a apagar el fuego político derivado de la tragedia de la estación Olivos del Metro? Lo que está claro es que desempeñará un papel importante de apoyo a Claudia Sheinbaum en la lucha por la Presidencia de la República.
Por supuesto, primero tendrán que aclararse el asunto de la tragedia de la estación Olivos de la “Línea Dorada”, cuya investigación aún no termina, en la que se encuentran involucrados Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Miguel Ángel Mancera y las constructoras. Por cierto, Carlos Slim, uno de los dueños de una de las empresas que participó en la construcción de la “Línea Dorada”, ya se comprometió a reparar los daños.
Como se ve, a los personajes políticos se les cargará la chamba. ¿De ese “esfuerzo” cuántos “destapados” dedicarán la mayor parte de su tiempo en la realización de la Cuarta Transformación (4T), el proyecto de López Obrador?
¿Usted qué opina amable lector?