Llegan los “duros” a reforzar gobierno de Morena
Miguel Ángel Rivera martes 13, Jul 2021Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Los cambios y ajustes en el gobierno y hasta las modificaciones fallidas indican que el gobierno de la llamada Cuarta Transformación y el partido oficial, Morena, han optado por reforzar la “línea dura”, antes que elevar la capacidad profesional en los altos niveles de mando.
Esto viene al caso por un cambio ya decidido y otro que está en veremos. El primero, ya consolidado es el ingreso del senador Martí Batres Guadarrama al frente de la Secretaría General de Gobierno de la Ciudad de México, en relevo de por Suárez del Real. El otro, que está en veremos, es la posible incorporación del actual gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, al gobierno federal, presumiblemente a una secretaría de Estado.
En los dos casos, tanto Batres, como López Hernández, destacan más por su incondicional alineamiento con la corriente más radical del partido oficial y su absoluta disposición para cumplir con lo que manda su líder y guía, el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Es cierto que el nombramiento de Batres Guadarrama se decide formalmente en el gobierno de la Ciudad de México, pero no se puede olvidar que, a raíz del grave accidente de la Línea 12 del Metro y, luego de los resultados negativos para Morena en la capital del país el presidente López Obrador decidió tener una mayor intervención en los asuntos de la Metrópoli, pues recomendó tener mayor arcercamiento con la gente y anunció que realizaría más giras por la metrópoli.
Esto sin considerar que el primer mandatario ha hecho públicas sus preferencias por la mandataria capitalina, Claudia Sheinbaum, para que sea su sucesora en el gobierno de la República, inclinación que apenas ocultó al dar otros seis nombres de potenciales candidatos presidenciales de Morena.
Al margen de dónde se haya decidido su nombramiento, el hecho es que Batres Guadarrama, formado en la izquierda desde la cuna, alinea en la corriente más recalcitrante de Morena, en donde al parecer ha encontrado más respaldo la jefa de Gobierno capitalina luego del grave accidente del Metro y de la severa derrota electoral.
Ni un indicio de debilidad
ante los enemigos políticos
En otra señal de empatía, Sheinbaum ha retomado los argumentos del presidente López Obrador en el sentido de que perdieron el respaldo de parte de la población capitalina debido a las campañas de desprestigio a cargo de los medios de comunicación que están “al servicio de neoliberales y de conservadores”.
Por otra parte, puede decirse que la reunión de Sheinbaum y Batres es un reencuentro, pues a pesar de que la jefa es cinco años mayor, participaron en el movimiento universitario en contra de las reformas del entonces rector Jorge Carpizo, como integrantes del Consejo Estudiantil Universitario (CEU), ella como representante de la Facultad de Ciencias y Martí como dirigente en la preparatoria 7, luego hicieron carrera política en el PRD y en Morena.
Otro aspecto en común, que por cierto no se apega al ideal que tiene el presidente López Obrador acerca de las formación que deben tener sus colaboradores, los dos realizaron estudios de posgrado en el extranjero, aunque en el caso de Martí se trata sólo de un diplomado en la Universidad George Washington, mientras que Sheimbaum obtuvo el doctorado en la Universidad de Berkeley, como becaria de la UNAM.
También coincidieron en el gobierno de López Obrador al frente del entonces Distrito Federal, ella como secretaria del Medio Ambiente, mientras que él quedó un escaló abajo, como sbsecretario de Gobierno, que desempeñó durante una parte del sexenio, pues luego fue elegido diputado federal en la LVIII Legislatura, donde coordinó la bancada del PRD que defendió los intereses del PRD y en particular del gobierno metropolitano.
En el siguiente periodo del gobierno del DF (2006), encabezado por el ahora secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, la ahora jefa de Gobierno estuvo ausente, pues durante la campaña presidencial fue vocera del equipo del candidato presidencial y luego de la derrota en las elecciones, que atribuyeron a un fraude a favor del abanderado del PAN, Felipe Calderón y, luego, fue encargada de la Secretaría de Defensa del Patrimonio Nacional del llamado “gobierno legítimo”. Más adelante, en 2008, formó parte de la dirigencia de la brigada de las conocidas como “adelitas” que realizaron diversas protestas en defensa del petróleo, que consideraban arrebatado al pueblo de México para entregarlo a empresas privadas nacionales y extranjeras.
Martí continuó su carrera política en el DF, nombrado por el nuevo gobernante, Ebrard, secretario de Desarrollo Social, y por tanto a cargo de los programas sociales que tantos votos han generado para los antes perredistas y ahora “morenos”.
Allí Batres dejó constancia de su intransigencia frente a sus rivales políticos, pues fue cesado de su cargo debido a las críticas que lanzó contra su jefe Ebrard, debido a que el mandatario capitalino, invitado a una ceremonia en Palacio Nacional, incurrió en la “grave falta” de darle la mano al entonces presidente Felipe Calderón, al que hasta ahora los irreductibles de Morena -encabezados por el propio presidente López Obrador- acusan de haber sido producto de un fraude electoral.
La cantera del PRI da
para todos en Tabasco
Durante muchos años, el estado de Tabasco fue considerado como un vivero de prominentes figuras para el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y dos de sus productos más acabados fueron el ahora presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y su amigo y ahora gobernador Adán Augusto López Hernández.
Además de la coincidencia del primer apellido, los dos tienen en común el rebelarse contra su ex partido y de haber contribuido a que actualmente esté prácticamente desterrado de ese terruño, como lo demuestran los resultados de las recientes elecciones del 6 de junio, en donde Morena se levantó con 13 de los 17 municipios de la entidad, así como los 21 diputados locales y los seis diputados federales, todos de mayoría, mientras que el PRI y el resto de los partidos deberán conformarse con sólo diputados de representación proporcional.
El ahora gobernador y militante de Morena fue coordinador de la campaña del priista Manuel Andrade Díaz en las elecciones estatales del año 2000, las cuales fueron anuladas por el Tribunal Electoral federal, por lo que se repitieron en octubre de 2001 y volvió a ganar Andrade contra el también ex priista César Raúl Ojeda, quien compitió por el PRD, que entonces tenía como una de sus figuras sobresalientes al actual presidente López Obrador, y como candidato presidencial a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
En los conflictos inherentes a la contienda electoral, López Hernández renunció al PRI y se pasó al PRD, donde se reecontró con el amigo de su familia, López Obrador, al que años más tarde siguió a Morena.
Se dice que desde que el ahora presidente de la República inició su rebelión contra su ex partido, el PRI, por no recibir la candidatura al gobierno estatal y luego, cuando se intensificó su lucha por otro supuesto fraude cuando ya era candidato del Frente Democrático Nacional y lo superó el priista Salvador Neme Castillo. Y también se comenta que entre los patrocinadores de su movimiento de protesta estuvo el notario público Payambé López Falconi, padre del actual gobernador López Hernández.
Resultado de esa vinculación de los López Obrador y los López Hernández han salido otros importantes cargos públicos, como es el caso del gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas, quien está casado con una hija del mencionado notario López Falconi, Rosalinda López Hernández, quien a su vez es Administradora General de Auditoría Fiscal Federa del Sistema de Administración Tributaria (SAT).
Además de su cercanía personal, López Hernández no ha tenido un buen gobierno, en particular atravesó problemas con las inundaciones en su estado, suceso que le provocó protestas al presidente López Obrador en su propia tierra.
No obstante en una nueva gira por su terruño, el pasado fin de semana, el primer mandatario declaró públicamente que tiene considerado a López Hernández incorporarlo a su equipo.
Si no se trata sólo de defender a su amigo de acusaciones de mal gobierno, dicen los enterados, los primeros en sentirse aliviados por el tralado de López Hernández serán sus propios paisanos.