Monreal, a contracorriente
¬ Arturo Ríos Ruiz viernes 9, Jul 2021Centro..!
Arturo Ríos Ruiz
- AMLO lo desdeña
- Él no se amilana
El coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal Ávila, reiteró sus intenciones de contender por la Presidencia de México para las elecciones de 2024. Una lucha más en su carrera azarosa en la política por décadas y ha salido adelante.
En su columna de Milenio del martes, Monreal Ávila recalcó sus deseos por ser el sucesor del presidente Andrés Manuel López Obrador y continuar con la autollamada Cuarta Transformación. AMLO, lo sesgó como aspirante.
En 1975 inició su trayectoria política militando en las filas PRI, ocupó varios cargos: dos veces diputado y senador con esas siglas y otros más.
El 1998, renunció al PRI, ante una multitud de 5 mil simpatizantes al negarle la candidatura para gobernar Zacatecas y expresó: “Nos vamos del PRI porque, contra a lo que creíamos y por lo que dimos la lucha varios años, no quiere cambiar’’. Emprendió una caminata tan larga como sus aspiraciones, desde Zacatecas a la Ciudad de México y le dio bonos para ganar por el PRD.
En 2009, como senador del PT, Monreal Ávila, rechazó las acusaciones contra sus hermanos David y Cándido, por presuntos vínculos con el narcotráfico y acusó a la gobernadora, Amalia García, de “guerra sucia”. Pidió licencia en el Senado para facilitar las investigaciones y salió avante.
En 2012, fue coordinador general del comité de campaña de Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición Movimiento Progresista a la presidencia de la República. Mérito que finca su lealtad.
Desde 2015, es miembro activo de Morena, partido con el que triunfó en la Ciudad de México como jefe delegacional de la Cuauhtémoc, cargo que encabezó hasta 2017. Su primer mensaje fue: “Iremos por la jefatura del Gobierno de la Ciudad”, pero en su momento, AMLO, se decidió por su consentida Claudia Sheinbaun y lo invadió la desilusión. Estuvo a punto de abandonar Morena.
Desde el “cuarto de guerra” de Claudia Sheibaum, lo han atacado como traidor a Morena, y en estos días se va a incorporar a ese equipo su rival Martí Batres. Es un secreto a voces que va a la Secretaría de Gobierno.
Ahora, enfrenta el desdén del mandatario, lo dejó fuera de los “posibles sucesores”, que para los observadores es una clásica descortesía y él no se desinfla y anuncia otra lucha, la más crucial, con todo en contra, hasta el momento.
Es temerario, el hecho de anunciar que continuará buscando la candidatura una indisciplina a los cánones de la política, más aún que el mandatario exige a sus subordinados obediencia ciega, con su espíritu totalitario bien reflejado en los integrantes de su gabinete que poco se declaran para no exponerse. Bien conocidos como “floreros”.