“La Lonja Bienestar”
Armando Ríos Ruiz viernes 9, Jul 2021Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
Como dijo el disléxico: ¡hágame el re fabrón cabor! Ahora el presidente López quiere vender gas a un precio más bajo que el que se conoce en el mercado, pero sin afectar el de los competidores. ¿cómo será posible semejante incongruencia?
De acuerdo con el proyecto presidencial, su empresa comenzará a operar en la Ciudad de México, por ser la entidad en la que se registra el precio más caro del gas… ¡y claro que por razones electorales!
El resultado de las pasadas elecciones intermedias le dejaron un pésimo sabor de boca y además, las encuestas que dicen la verdad, las que le hacen a él para conocimiento personal y para que pueda hacer los cálculos que se requieren, si son adversas (no las que paga para que sus chairos brinquen de júbilo) y para diseñar las estrategias más redituables, deben reflejarle un panorama que avizora en contra de sus planes.
Quiere a ultranza apoderarse de cualquier medio que le reditúe buenos resultados. Cree que no hay nadie más que conozca el terreno de los votos para apoderarse de ellos, que él mismo. Por ello minimizó al amor de sus amores en materia política, a Claudia Sheinbaum, a quien sustituyó personalmente en la tarea de allegar solución al problema del tramo de la Línea 12, que se desplomó y causó más de una veintena de muertos y cuantiosos heridos.
No tuvo la sensibilidad de registrar que, con esa acción, le decía ineficiente. Sin embargo, le regresó el alma al cuerpo, cuando dispuso que un grupo de morenistas le gritara a todo pulmón: ¡presidenta… presidenta…! Y la señora se dejó querer. Seguramente en su íntima soledad se vio cruzada por la banda presidencial, acariciando ideas de poner en el lugar que merecen quienes se hayan significado sus enemigos políticos y cosas por el estilo.
Pero la idea de la tienda de gas debe haberla almacenado en su mente desde su más temprana edad. Cuando sus padres tenían una en Tepetitán, su tierra natal. Es una idea totalmente pueblerina con intenciones de hacerla en grande. Por eso le sugerimos el nombre de “La Lonja Bienestar”, que acomoda perfectamente a su provinciana forma de ver las cosas. Ojalá le guste.
Como es todólogo y pretende acaparar el quehacer de todos sus funcionarios, seguramente también la hará de repartidor del preciado fluido. Quizá también dotado de propaganda para la próxima consulta ciudadana y de despensas para acaparar la sonrisa y la decisión de los votantes.
Pero muchos ven con desconfianza el proyecto, ya que, durante su administración, por falta de experiencia de sus funcionarios, de atención, de preparación y de presupuesto, no pudieron prevenir desastres como el ocurrido frente a las costas de campeche, en donde un ducto roto hizo que el mar ardiera, a escasos metros de la plataforma Ku-Charly.
Por lo mismo, nadie pudo anticiparse al desplome de una ballena del Metro, cuya directora, Florencia Serranía, jamás supo en donde despachaba. Sólo dónde cobraba. Ni hablar de otros rubros en los que el gobierno ha fallado sin discusión. Como en el trato a la pandemia.
La gasera del gobierno operará bajo el control de Pemex, la tercera empresa más contaminante del mundo, de acuerdo con la descripción de Bank of America. El Presidente piensa además vender su gas a países asiáticos que compran a Irán y a países árabes, en donde el petróleo se encuentra a flor de tierra y por lo tanto extraerlo tiene un costo mínimo.
¿Podrá “La Lonja Bienestar” competir con esos países que producen más barato que México? El ex secretario de Energía, Fernando Canales, no se explica de dónde se obtendrán los recursos para la creación del proyecto. Señaló que el gas LP continúa siendo un producto de precio controlado. Se controla mediante un decreto que mes con mes define el secretario de Economía.
Todo parece un sueño guajiro más. Si le faltaran recursos, lo más seguro es que no los quitaría por nada del mundo, a su clientela política.