Quién es quién en las mentiras
Armando Ríos Ruiz lunes 5, Jul 2021Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
Dicen que cada país tiene el mandatario que merece. En el caso de México, a lo mejor el país padece un karma de enormes dimensiones que está obligado a pagar, aunque no merezca a los mandatarios que ha tenido. A lo mejor los ha merecido, por culpa de una gran parte de sus habitantes que no se ha preocupado por prepararse para votar. Para analizar quién le conviene y quién no.
México tiene hoy un Presidente personalista, autócrata como los emperadores rusos. Vengativo, acomplejado, personalista, ineficiente… Avalado por un nutrido grupo de personas que luce su ignorancia ahora que hay redes sociales, cuando contravienen a alguien que se expresa mal del que ejerce el poder. Con mentadas de madre o con disparates. Pero que enmudecen cuando se les esgrime el argumento menos ingenioso, inclusive.
El miércoles pasado inauguró un nuevo espacio dentro de sus conferencias aburridas, que resultó un verdadero fiasco. Se llama “Quién es Quién en las mentiras” y sólo el título revela que si hubiera realmente una competencia entre quien imaginó semejante estupidez y la prensa, ganaría sobradamente el mismo inventor, a quien múltiples empresas que lo observan atribuyen un promedio que oscila entre 80 y 85 mentiras cada mañana.
Porque además, por corta que sea su expresión, siempre incluye una. Esto también revela una enfermedad que, como el marido traicionado por la esposa, ignora que la padece. Pero la ignora por contar además con otro defecto muy visible para los que ven: es megalómano. Está convencido de su perfección y de que, en última instancia, en materia de excelencia sólo Dios podría competir con él.
Dejó ver claramente que tiene un tino preciso para escoger a quienes le ayudan en cada tarea. La encargada del tema es Elizabeth García Vilchis, quién hizo un verdadero espectáculo de ignorancia sobre su conocimiento de la prensa, al encontrar y presentar mentiras que no lo son.
Lanzó denuestos por todos lados. Inclusive citó notas en contra del redentor de Macuspana, que se escribieron antes de que fuera Presidente de México y escritas para señalar errores de Peña Nieto. Es tal el tino, que se vio exactamente igual que “Lord Molécula”, quien en una ocasión recibió orden de investigar a “Brozo”. Una vez que tuvo la información, dio a conocer una biografía utilizada para hacer escarnio del conocido histrión político.
Decía que cómo no iba a ser un tipo resentido, si su madre lo trajo al mundo en una cárcel, en donde creció. Resulta que la brillante investigación lo llevó a conocer la biografía que Víctor Trujillo había inventado para su personaje. Así de suficiente es el profesionalismo del ridículo periodista inventado por la mente luminosa del vocero presidencial, que la dio por cierta.
Durante la presentación del programa, se refirieron a una supuesta mentira de uno de los columnistas más completos y sesudos, de México: Raymundo Rivapalacio. Con poco de observador, cualquiera puede afirmar que entre la inteligencia del mandatario y la del periodista hay un abismo de diferencia. Si hubiera un “inteligentómetro” o un aparato para medir la capacidad de lucidez, descubriríamos una ventaja de por lo menos 90 por ciento del periodista.
Si el inventor del programa fuera inteligente, hubiera percibido de antemano que, “Quien es Quién en las mentiras”, es una exhibición en la que quien ostenta el campeonato de supremo mentiroso, es él mismo. Que es una pérdida miserable de tiempo, que bien podría aprovecharse en cuestiones más importantes. Pero precisamente, se estima que el invento es un distractor para no abordar los temas que de veras incumben a los mexicanos.
Sus huestes deben bailar de gusto. Es lo que gustan oír y ver. Es mucho más interesante esperar circos como éste y la dádiva bimestral para señalar a su benefactor como el mejor presidente del mundo, que la realidad que crucifica a México, falto de medicinas, entregado a la delincuencia, con una economía en el piso y con muchos otros problemas que urge remediar.