La seguridad es el tema; y la distracción, la consulta
Humberto Mares N. martes 29, Jun 2021Así las cosas…
Humberto Mares N.
Los pendientes en la agenda política son muchos y algunos de urgencia. El tema de la seguridad y violencia es de primordial importancia. Los asesinatos continúan, aunque en la 4T no figuran como una prioridad.
Las cifras de los homicidios son alarmantes. Ningún gobierno había alcanzado esas cifras. Según estudios hechos por especialistas, desde la temporada electoral, es decir los últimos dos meses, en México moría una persona cada 15 minutos. Estados como Guanajuato, Zacatecas, San Luis Potosí, Sinaloa, Colima, Jalisco, Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, por mencionar algunos, sufren severamente la violencia, por diversas causas, pero la violencia está presente.
En lo que va del sexenio de acuerdo con la consultora TResearch, especialista en el tema, el número de homicidios dolosos llegó a 87 mil 271, mientras que en el mismo periodo, en el anterior gobierno hubo 42 mil 489 y 30 mil 572, en el de Calderón.
Es de preocupación, por mencionar tan sólo un caso, que resulta inaceptable y cuestionable por el lado que quieran las desapariciones a cualquier hora del día, de personas, autos, mercancías en la carretera Monterrey-Nuevo Laredo, la principal vía terrestre comercial entre Estados Unidos y México y que fue denunciado desde hace meses y que nadie, ni el gobierno de Nuevo León y Tamaulipas, y mucho menos el federal, hicieran algo.
A quienes llamaron asesinos a los gobiernos anteriores, ahora tienen que callar porque los números del gobierno actual, superan por dos y casi tres veces a sus antecesores. En 2011, el año donde la violencia llegó al máximo en el gobierno de Calderón, el total de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes fue de 24 personas y en 2018, cuando a Peña Nieto se le descontroló la seguridad, eran 29. El promedio en este gobierno es de 95 por cada 100 mil habitantes.
Ante ello, las voces de auxilio y exigencias de los ciudadanos salen. La Iglesia católica lanzó un contundente “¡basta ya!” a los crecientes problemas de violencia e inseguridad que azotan al país y que han llegado hasta la esfera religiosa. Fue en su editorial dominical del semanario “Desde la Fe”, en el que la Arquidiócesis de México cuestionó qué se tiene que hacer o qué se está omitiendo para que los hechos violentos no paren y sigan en aumento.
La violencia se está generalizando en todo el territorio nacional por la pasividad y complicidad del gobierno federal frente a los grupos criminales, aseveró el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés. Lamentó que, con total impunidad, los delincuentes masacren a civiles inocentes para sembrar terror en la población, ante la total inoperancia de los cuerpos federales de seguridad.
Aquí ya estamos hablando de cosas mayores como sembrar el terror, a lo que muchos conocemos como actos de terrorismo, como ha estado sucediendo en Reynosa, Tamaulipas. Lo peor es que no vemos, ni por asomo, una solución y mucho menos poner un alto a la impunidad, que es lo que más repudian y exigen las víctimas o familiares.
La consulta popular para juzgar a los ex presidentes, el tema del desabasto de medicinas, los medicamentos oncológicos para los menores, que desde que inició este gobierno se suspendieron y no lo han resuelto, el caso de la Línea 12 y sus consecuencia políticas, tanto para unos como para otros y las evidencias del paupérrimo estado en que se encuentra el Metro de la Ciudad de México, el regreso de los contagios por Covid y la lenta y fallida vacunación en varios estados del país. Son temas pendientes, sin resolver, que nos han dicho que pronto o ya están domados, recibimos noticias falsas por no decir que nos mienten. Seguiremos esperando y seguiremos escuchando los discursos de plaza.
Sin duda, AMLO es un político de plaza. No es estadista, es político de parque y plaza pública para alentar al pueblo a la participación o cuando menos insertar en la sociedad o sus seguidores los temas que él define como prioritarios pero que en realidad no lo son, pero son perfectos para la distracción y el morbo público.
Uno de ellos es el caso de la consulta popular para que se enjuicie a los ex presidentes que no prosperará y no solo eso, creo que fracasará esa consulta, pero será un excelente montaje para la distracción social.
Es inevitable la tercera oleada de contagios de Covid-19 ante un incremento de entre 15 y 18 puntos porcentuales en contagios de Covid-19, de los que la mayoría ocurren en Baja California, Yucatán, Sonora, Sinaloa, Tamaulipas, Nuevo León y Ciudad de México.
La causa, según los especialistas, es el descuido de los ciudadanos para cuidarse y respetar las indicaciones sanitarias, como el uso de cubrebocas y la sana distancia. No hemos respetado estimado lector y esa es la causa principal del retroceso y la lenta y deficiente logística en la distribución de vacunas y de vacunación en algunos estados del país.
En 2009, año en el que sufrimos el contagio de 70 mil personas y provocado la muerte de mil 172, por la influenza AH1N1. Aquella pandemia afectó a 74 países, pero la forma de actuar de Calderón y López Obrador fue diferente. Hoy, la pandemia del día de ayer registra 232 mil 564 mil muertes y 2 millones 505 mil infectados confirmados. Según la 4T vamos muy bien, requetebién. Así las Cosas, hasta pronto. Seguimos en emergencia.