Desdén para la consulta
Freddy Sánchez martes 29, Jun 2021Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Un aliento de fe en la justicia o vana esperanza ante lo que no sucederá.
Qué animará o no a la sociedad mexicana a acudir el uno de agosto a la convocatoria oficial para responder a la consulta que con una pregunta rebuscada pretende solicitar la anuencia colectiva para llevar a juicio a los ex presidentes.
En la creencia de quienes apoyan a la 4T, se trata de un logro extraordinario que requiere del gran apoyo social para concretarse y así poder llevar a juicio a quienes reiteradamente el gobierno en turno ha calificado de un sinfín de conductas amorales y corruptas.
Que la Suprema Corte de Justicia de la Nación haya aceptado la realización de la consulta, es visto, de por si, como una acción institucional jamás vista en aras de combatir la corrupción política al más alto nivel en el pasado.
Y de ahí, el entusiasmo de quienes se aprestan y acudirán a depositar con beneplácito su apoyo a lo que se considera una demostración inequívoca de que aquellos tiempos de solapar a los sinvergüenzas del poder en México, terminaron para siempre.
Nunca antes, un gobierno se había empeñado en escarmentar a quienes habiendo ocupado los cargos presidenciales hubieran podido incurrir en acciones que le causaron un grave daño a nuestro país.
Y justo por eso, la consulta del uno de agosto, constituye, para los creyentes en Andrés Manuel, la oportunidad de ir juntos, pueblo y gobierno a aplicar la ley con todo su rigor a los nefandos ex presidentes que mal gobernaron a México en los recientes sexenios.
Las expectativas de que se hará justicia y los malandrines pagarán sus culpas con muchos años de cárcel, la expropiación de bienes mal habidos y una condena de desprecio social hasta el último día de sus vidas, alimenta la esperanza de justicia de muchos connacionales, partidarios o no de la Cuarta Trasformación.
La cuestión es que, el juicio a los anteriores huéspedes de la Presidencia de la República, solamente será factible si existen pruebas irrefutables de sus culpas en actos de corrupción durante sus respectivas administraciones.
De ahí, que haya los que consideran que de existir tales evidencias de culpa y la verdadera intención política de llevar a juicio a los antecesores de Andrés Manuel, no haría falta que los ciudadanos aprobaran su persecución judicial mediante una consulta.
Con las pruebas de sus culpas a la mano, simple y llanamente se les podría juzgar y condenar fácilmente.
Y no se hubiera puesto en un “predicamento” a la SCJN al obligarla a elucubrar una pregunta ambigua que aparentara decir lo que el Presidente pidió que se consultara a la gente, sin especificar nada de los ex presidentes, a sabiendas de que la aplicación de la ley no se consulta.
En ese contexto, es que han surgido dos hipótesis: la de quienes no dudan en que el gobierno actual va tras los ex presidentes, en tanto que otros no lo creen, y por ello, antes de saber si habrá juicio a los ex presidentes es preciso despejar la incógnita en relación a si la gente tendrá interés y confianza o desdén para la consulta.