Por renovación de dirigencia, efervescencia sindical en Pemex
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 28, Jun 2021Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Transparencia y rendición de cuentas, el marco legal
“No hay fecha que no se cumpla, plazo que no se venza, ni deuda que no se pague”, parece ser la advertencia con que un sector importante de trabajadores petroleros espera la convocatoria para elegir a su líder nacional, para el cargo que hace más de un año dejó vacante el controvertido dirigente Carlos Romero Deschamps, quien estuvo al frente del sindicato de Pemex desde el 22 de junio de 1993 hasta su renuncia, el 16 de octubre de 2019.
Si bien es cierto que los mexicanos acabamos de vivir un proceso electoral de desgaste y confrontación política, los agremiados del Sindicato de Trabajadores de la República Mexicana (STPRM) están muy motivados para enfrentar y vivir lo que ellos llaman “por primera vez una elección democrática”, alejados de esquemas de control y manipulación que con Romero Deschamps padecieron durante 26 años.
La salida de Romero Dechamps, sin duda, fue vista como una oportunidad para que el gremio petrolero se pudiera inscribir en la nueva realidad que vive el país en materia del sindicalismo. En otras palabras, significó para ellos la oportunidad de decirle adiós al “charrismo” sindical y ese adiós iniciará con la publicación de la convocatoria que en los próximos días se publicará con objeto de llamar a los trabajadores petroleros a participar en la elección de su Secretario General.
Entre los trabajadores del STPRM hay ánimo, ya que con más de 70 años de vida, el sindicato petrolero por fin llegará a un proceso comicial con la seguridad de que serán respetados sus derechos como los trabajadores en cuanto a elegir libremente a su máximo líder y en ese proceso ya tuvieron su primer ejercicio democrático en octubre de 2018, cuando le tomaron la palabra al presidente electo y optaron por la celebración de un proceso inédito de elección para renovar dirigentes en sus 36 secciones petroleras bajo mecanismos de transparencia y mediante voto directo, secreto y libre, lo cual fue un avance y, con ese mismo espíritu democrático, próximamente acudirán nuevamente a las urnas y decidirán quién debe continuar en el cargo que dejó Carlos Romero Deschampas.
No hay que olvidar que, antes del proceso de renovación de dirigentes de secciones sindicales a nivel nacional, el mensaje del entonces presidente electo Andrés Manuel López Obrador con respecto a las organizaciones sindicales había sido muy claro: Las elecciones de los liderazgos sindicales deben realizarse en un marco de democracia y libertad, para asociarse con autonomía. Y en ese mismo sentido se habría pronunciado con un “No más imposición o reelecciones amañadas”, ya que esa es una exigencia de los nuevos tiempos en la vida interna del sindicalismo, donde el voto secreto y libre poco a poco se consolida como parte de una realidad en los procesos electorales.
Enhorabuena, ojalá que sea esa la tónica de aquí en adelante y también llegue este ambiente democrático a otros sindicatos, como el del IMSS, los electricistas, los ferrocarrileros, los telefonistas, y otra larga lista de etcéteras donde sus agremiados siguen hablando de charrismo, manipulación, corrupción y hasta de nepotismo.
LAS CARTAS HABLAN.- En la nueva era que vive el sindicalismo nacional se deben tomar en cuenta dos datos principales, uno: la nueva ley laboral del país (vigente desde el 2 de mayo de 2019) surge en el marco de las negociaciones del acuerdo comercial signado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y está vinculada al cumplimiento del Anexo 23-A del capítulo laboral de lo que antes conocimos como TLCAN, donde se habla de esquemas de derechos en materia laboral y con el que se pretende garantizar la equidad de género, la democracia laboral y se consolidan diversos derechos de los trabajadores.
Dos: Con la reforma política de febrero de 2014 se expide la ley en materia de transparencia, que a la letra dice que los sindicatos están obligados a transparentar su actuar y rendir cuentas a la ciudadanía, por el uso de recursos públicos.
VA MI RESTO.- En la “mañanera” del jueves pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador propuso que los trabajadores de Pemex elijan al dirigente del sindicato a través de una aplicación móvil para que “puedan emitir su voto sin presión”. Y agregó: “Ojalá los directivos del sindicato acepten una propuesta que les transmití o está por proponerles la Secretaría del Trabajo para que cada trabajador vote libremente con teléfono, una aplicación”.
En aras de la democracia y la transparencia, la propuesta parece ser buena, aunque en este caso no hay seguridad de que la aplicación móvil sea la solución para garantizar un proceso transparente y limpio en la elección del secretario general de Pemex y a la memoria nos llegan las fallas que hubo en la recabación de firmas que los candidatos independientes tuvieron que hacer como requisito para su registro en 2018 y luego esas mismas fallas en el reciente proceso para registro de nuevos partidos, por eso las dudas, pero de lo que sí hay seguridad es que el reto de renovar la dirigencia sindical de Pemex es mayúsculo, y eso sólo depende de los trabajadores, en el entendido de que junto con ello va la viabilidad laboral de la empresa pública más relevante para el país, y hasta ahí porque como veo doy.