Otro engaño presidencial
Armando Ríos Ruiz viernes 25, Jun 2021Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
Para el presidente López, resulta más provechoso gastar 528 millones de pesos en una consulta a la ciudadanía para juzgar a cinco ex presidentes, que utilizar ese dinero en la compra de medicamentos para combatir el cáncer, que ha cobrado ya más de 321 mil muertos, hasta marzo de este año. Principalmente niños que poco le importan. Tal vez porque no votan.
Todo, porque aunque diga lo contrario respecto a las elecciones del pasado 6 de junio, perdió simpatizantes con su dizque proyecto de la Cuatroté, de mejorar la vida de los mexicanos, principalmente de los pobres. Aunque comente a los cuatro vientos que ganó, la verdad es que, al decir de analistas y empresas dedicadas a hacer números, perdió un promedio de nueve millones de votos.
Los gobiernos que ganó son los más asediados por el narcotráfico. En algunos hubo inclusive asesinatos previos. Amenazas que se conocieron públicamente y sobre todo, miedo de quienes exhibían tendencias a ganar los comicios. El crimen organizado hizo su papel de amedrentar. Tal vez por eso recibieron la felicitación presidencial de haberse comportado con excelencia.
Sin embargo, para el buen observador, hay preocupación por la merma de sufragantes y por la pérdida de espacios en la Ciudad de México, que es considerada la joya de la corona por ser nada más y nada menos, la capital de la República, asiento de todos los poderes. De las secretarías de Estado y de todas las oficinas importantes del gobierno.
Hay preocupación porque los proyectos de ayuda a los pobres no han dado ningún resultado. En un informe, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), afirma que en 2018 había 61 millones de mexicanos que vivían con ingresos inferiores a la línea de la pobreza y que el número se elevó a más de 70 millones de pobres. Pero vamos a pasos agigantados hacia más.
Ese es el sueño de un Presidente que con la boca esgrime todos los días un supuesto empeño de rescatar a los pobres de su estado. Pero contradictorio cuando aconseja que es mejor ser pobre, porque los delincuentes atacan a los ricos, por ejemplo. Es decir, el subconsciente se encarga de revelar su verdadera intención, aunque esa clase no se dé cuenta por su incapacidad de analizar.
Pero el tema anunciado aquí es la consulta ciudadana para determinar si los ex presidentes Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto deben ser enjuiciados. ¿Por qué él tiene que ser el enjuiciador? Fácil. Porque cree que es el primer Presidente inmaculado. Porque cree que es una entidad superior.
También porque, cierto de que no es posible someterlos a juicio, esta estrategia, por cara que sea, será utilizada durante mucho tiempo sobre cualquier resultado, para publicitarse. Para estar en el oído de los mexicanos. Para abonar a su causa en un afán de ganar adeptos. Aunque muchos conocedores opinan que los que no votaron por sus mentiras, no regresarán jamás.
La cuestión es que la llevada y traída consulta es inconstitucional para todos los conocedores del Derecho. “La Constitución prohíbe que sean objeto de consulta la restricción de derechos humanos y sus garantías. Dejar en manos de las mayorías la decisión de si se investiga y procesa a los ex presidentes violaría los derechos de las víctimas y el derecho al debido proceso de los señalados”.
Si lo anterior no fuera cierto, el Presidente bien podría circunscribirse a la ley y en todo caso, pedir a las autoridades correspondientes actúen en contra de los supuestos violadores de la misma. Pero sabe que no es posible y por esa razón, debe involucrar a la ciudadanía en un simulacro. En una farsa, porque le dará pauta para continuar actuando en este teatro durante mucho tiempo.
Sabe que este circo puede acarrearle simpatías, aunque se trate de una reverenda bufonada. Es obvio que todo mundo quisiera ver en la cárcel a los que han abusado del poder. De la que no se salvaría él mismo. Pero se quedarán con las ganas porque no va a suceder.