Ascensos, por lealtad a ciegas
Eleazar Flores miércoles 23, Jun 2021Espacio Electoral
Eleazar Flores
DERECHO PRESIDENCIAL-. Un funcionario de la vieja guardia -como yo comprenderé-, hablaba acerca de los cambios y ascensos en política, aconsejando que deberían hacerse por la escalera, pues por elevador marean.
De ahí, el origen del dicho del pueblo sabio referente a que “hay funcionarios que se marean arriba de un tabique… y ejemplos sobran, palabra.
Desde otro ángulo, no procede condenar por condenar los ascensos en política, pero se duda del “gran brinco” que dan algunos, sobre todo en esta cuarta transformación, desconociéndose merecimientos académicos y experiencia, de la lealtad ni hablar, es “a ciegas”.
Ni se preocupe, en Edomex, Eruviel hizo eso y más.
En ocasiones, ese mareo se justifica, pues el brinco que se da de empleado a funcionario se traslada a los emolumentos que no obstante la austeridad republicana y pobreza franciscana, que hasta sacrifican programas prioritarios como en cultura, en la nómina, no tanto.
Ese funcionario(a) que logró dar el brinco pasa de salarios más a menos modestos de entre 20 a 30 mil pesos, a unos cien mil mensuales, nada despreciables en tiempos de desempleo o empleos mal pagados.
NOMBRES-. Una veintena de personas son las que han pasado de una ayudantía general en la Presidencia de la República a cargos de primer nivel en Palacio Nacional y periferia, sin considerar las delegaciones estatales.
Empezando por las mujeres destacan Paloma Rachel Aguilar en el SAT; Arlette Silva, en Pemex; y Estefeny Correa, en Bienestar. En cuanto a hombres, Abraham Vázquez, en la coordinación de Becas; Alejandro Calderón, como administrador de Medicamentos y equipos médicos; Alberto Almada, en Conapesca; Carlos Sánchez, Coordinador de instituciones de Salud; Ángel Canizales, en Seguridad y Ambiente.
Antonio Zamora. director jurídico de Conagua; Diego Hernández, director de Becas Elisa Acuña; Ángel Portugal, en comunicación del SAT; y Diego Camacho, en la Subsecretaría del Trabajo.
En cuanto a las y los superdelegados en las 32 entidades, si bien se anuncian públicamente a las personas encargadas, en ocasiones ni se presentan a los estados que tienen la responsabilidad de coordinar el cumplimiento de programas federales.
Ejemplo acabado es el Estado de México que tuvo a su cargo la profesora texcocana Delfina Gómez -ex candidata a gobernadora que perdió ante Alfredo Del Mazo-, y como superdelegada iba “requetebién”, tanto que Morena ganó en Atlacomulco alcaldía, diputación federal y local en 2018, pero…
Pero en las elecciones de 2021 volvió a perder todo ante el PRI y las malas lenguas aseguran que doña Delfina sigue manejando desde la SEP esta superdelegación a la que podría regresar oficialmente en 2023, tiempo electoral en el Estado de México.