Aguas con la generación Z
¬ Luis Ángel García miércoles 23, Jun 2021Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Desde hoy, el Presidente debe preocuparse no sólo por el comportamiento político de la clase media rumbo a las elecciones de 2024, sino por algunos millennials y la generación Z (gen Z) —jóvenes nacidos entre 1996 y 2010—, que se pronuncian por un cambio social y exigen de los gobiernos un futuro mejor y más responsabilidad. Una encuesta aplicada a estas dos generaciones reveló que después de un año de incertidumbre debido a la pandemia, los jóvenes no tienen la misma actitud, son más rebeldes y demandan mayor compromiso de las autoridades.
La población joven censada en el mundo, incluido México, demostró no ser igual después de la Covid-19, se quejó de la inestabilidad política, rechazó la discordia racial y se preocupó por los severos fenómenos producidos por el cambio climático. Esos jóvenes están decididos a responsabilizarse a sí mismos de los problemas más urgentes de la sociedad.
La pandemia, la insuficiente atención sanitaria y la crisis económica que se vivieron en 2020 cambiaron las preocupaciones personales en materia de salud, prevención de enfermedades y empleo. La protección del medio ambiente es el tema que más los ocupa. Ambas generaciones creen en su poder individual para impulsar el cambio. Los jóvenes canalizan sus energías en acciones para incrementar su participación política e impulsar los cambios en los problemas sociales que más les importan y demandan de empresas e instituciones gubernamentales profundizar en políticas que hagan realidad un futuro mejor.
Muchos millennials -que nacieron en pleno boom del internet y crecieron alrededor de las nuevas tecnologías-, y todos los de la gen Z -rodeados de influencers en un mundo de virales y tutoriales, transitan del CD y el DVD al consumo digital de contenidos, son autodidactas y pertenecen a la sociedad del internet- votarán por una transformación, no por la fallida 4T, sino por un cambio verdadero que incluya la solución al desempleo que hoy los afecta, políticas públicas que nos regresen al crecimiento económico donde se les incluya no solo como empleados, sino como emprendedores y creadores, demandarán del régimen una verdadera estrategia sanitaria contra la pandemia y para la prevención de enfermedades y solución a los efectos del cambio climático, en un gobierno que pondera el uso contaminante de combustibles fósiles y se niega a transitar a las energías limpias. Será un electorado muy crítico y demandante el de los nuevos adultos que se presenten a votar en 2024.
El mandatario, luego de denostar a los egoístas y aspiracionales clasemedieros, habla de construir una nueva clase social surgida de entre los pobres, a los que supuestamente rescatará de su postración con el proyecto político de la 4T, pero no ha podido fomentar la movilidad social y por el contrario hay 10 millones de nuevos pobres que conocen ahora la miseria.
Los millennials y la gen Z son la antítesis de los ninis, viejitos y madres solteras que se benefician de los programas asistenciales del gobierno, los cuales solo palean la pobreza, los aleja de la autosuficiencia y los hace dependientes del Estado; las políticas públicas no resuelven de fondo el problema de la pésima economía, no crean empleos, no hay inversión o apertura de nuevas empresas, tampoco hacen más competitivos a los jóvenes que se incorporan a la planta productiva.
El gobierno ya se dio cuenta de que un segmento importante de la población es gente pensante e informada a la que no puede cooptar con sus programas clientelares o electoreros, ya que no buscan dádivas ni quieren vender su voto. Si la 4T busca trascender deberá poner en marcha, ya, un programa de gobierno que satisfaga las demandas de la generación Z, la cual es igual de aspiracional, pero más rebelde, que la clase media.