Irma Eréndira Sandoval pagó por el conflicto electoral en Guerrero
Miguel Ángel Rivera martes 22, Jun 2021Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Ya hemos recordado en más de dos ocasiones que el Presidente de la República no tiene que dar explicaciones respecto al nombramiento o la destitución de alguno de los funcionarios del Poder Ejecutivo federal.
Esto se repitió con el cambio al frente de la Secretaría de la Función Pública (SFP), donde el hasta ayer subsecretario Roberto Salcedo Aquino sustituyó a la titular, Irma Eréndira Sandoval, quien inició el sexenio en ese cargo.
A pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador ejerce a plenitud su derecho a remover a cualquiera de sus funcionarios, debería tener cuidado, porque parece que alguien espía sus apuntes o tiene la capacidad de interpretar sus gestos, pues desde hace varias semanas surgieron los rumores en el sentido de que habría cambios en el gabinete y que, como parte de ese plan, Sandoval Ballesteros sería destituida del cargo.
Tal vez sea al propio mandatario quien dio origen a los rumores, para medir los posibles efectos del relevo en la dependencia que, por sus funciones, refleja la esencia de la llamada Cuarta Transformación, el muy proclamado combate a la corrupción, en particular en las filas del gobierno que en todos sus niveles maneja recursos federales.
Al dar a conocer su decisión y colocar a un nuevo titular al que, presumiblemente, conoció desde sus épocas de estudiante en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y, al contrario de otros nombramientos, en donde los nuevos funcionarios no tienen mayores antecedentes en el área que se le asigna, pero son honrados.
En este caso, Salcedo Aquino, además de tener prestigio de honrado, es un conocedor en la materia de vigilar el ejercicio de los recursos federales. Por ejemplo, durante trece años, en anteriores gobiernos federales, desempeñó un cargo poco conocido que, en esencia, consistía, en vigilar a los encargados de vigilar el ejercicio del presupuesto federal, pues fungió como Auditor Especial de Desempeño en la Auditoría Superior de la Federación.
Como es sabido, la Auditoría Superior de la Federación (ASF), dependiente de la Cámara de Diputados es el organismo encargado de supervisar el ejercicio del presupuesto aprobado por los diputados y de descubrir irregularidades y denunciarlas. Recientemente estuvo en el ojo de una tormenta política, al revelar que la cancelación de la construcción del nuevos aeropuerto de la Ciudad de México, en Texcoco, costó tres veces más de lo que admitido oficialmente el gobierno de la llamada Cuarta Transformación.
Más recientemente, la Función Pública anunció la inhabilitación del ex secretario de Hacienda y de Relaciones Exteriores del sexenio de Enrique Peña Nieto, el ahora profesor universitario Luis Videgaray Caso. Es de suponer que en su condición de subsecretario de Fiscalización y Combate a la Corrupción, Salcedo Aquino tuvo participación importante o, al menos, tuvo conocimiento del proceso.
Como confirmación de las responsabilidades que tiene encomendadas el nuevo secretario de la función pública, el presidente López Obrador aseguró que su gobierno “continuará con la política de cero corrupción y cero impunidad. Nunca le fallaremos al pueblo”.
El jefe del Ejecutivo anunció que se profundizará en esa materia.
“Vamos a llevar una reforma administrativa y vamos a profundizar en el combate a la corrupción y un Gobierno austero. Por eso invité a Roberto Salcedo, un profesional de la administración pública, un hombre honesto”, dijo el presidente.
Sobre Irma Eréndira Sandoval se proyecta
la sombra de Félix Salgado Macedonio
“A Irma Eréndira le agradecemos mucho por su apoyo. Ella es una mujer de lucha por la justicia, por la democracia, fue muy importante su colaboración en el inicio del gobierno, sobre todo, en lo que se le encargó: el combate a la corrupción y la aplicación de una política de austeridad”, dijo el primer mandatario en un video que circuló en medios electrónicos al informar del cambio en la Función Pública.
Si la ahora ex secretaria tuvo un desempeño muy importante en la primera parte del actual gobierno federal, parece poco razonable removerla y dejarla fuera. Claro, vale insistir, esa es una facultad del Presidente y no tiene por qué dar explicaciones.
Sandoval Ballesteros agradeció el respaldo recibido por López Obrador. “No tengo más que palabras de agradecimiento, por permitirme caminar justo a usted en este gabinete, el primero paritario. De haber recibido su confianza y respaldo para desarrollar las tareas más importantes del inicio de la administración”.
Comentó que volverá como directora del Laboratorio de Documentación y Análisis de la Corrupción y Transparencia de la UNAM, donde la conoció el ahora presidente de la República, lugar al que regresará tras dejar el cargo en la dependencia.
Los enterados dicen que la relación del presidente López Obrador con Sandoval va más allá de lo profesional, para llegar a lo familiar, por sus padres, en especial el desaparecido luchador social guerrerense, Pablo Sandoval Ramírez quien fue diputado federal y en alguna ocasión precandidato al gobierno de Guerrero.
También precandidato a gobernador fue su hijo Pablo Sandoval Ballesteros, hermano de la ahora ex secretaria dela Función Pública, en el proceso electoral que concluyó con las votaciones del reciente domingo 6 de junio.
En una fase inicial de ese proceso, Pablo Sandoval parecía el casi seguro abanderado del partido oficial, Morena, pues tenía el cargo de “superdelegado” en esa entidad, la posición inventada por el presidente López Obrador, para proyectar a quienes se suponía serían sus elegidos para arrebatar gobierno estatales a los partidos de oposición, como es el caso de Guerrero, gobernado por el priista Héctor Astudillo.
Pero esos supuestos planes no se materializarnon porque surgió el senador y experimentado político Félix Salgado Macedonio, quien además de todos los obstáculos propios de la fase de conquista de la candidatura tuvo que enfrentar denuncias de supuestas violaciones y otros actos de acoso sexual.
Entre los allegados a Salgado Macedonio y en otros círculos del partido del gobierno los presuntos responsables de promover esas denuncias fueron los Sandoval Ballesteros. Pablo se vio obligado a reunciar a la superdelegación, mientras que en paralelo surgieron rumores en el sentido de que su hermana dejaría “pronto” la SFP.
El vaticinio se cumplió ayer, mientras que Salgado Macedonio gobernará a través de una “Juanita”, su hija Evelyn, pues perdió la candidatura por no haber cumplido su obligación de rendir cuenta al INE de gastos de precampaña.
En este caso, hay una tercera vertiente. Irma Eréndira está casada con el académico John Ackerman, estadunidense nacionalizado mexicano, que se ha vinculado estrechamente con la llamada Cuarta Transformación, al grado de ser considerado por algunas corrientes como ideólogo del partido oficial, para el cual hace campaña desde las aulas y en varios espacios en medios de comunicación.
Todavía ayer, mismo día que se anunció la destitución de Irma Eréndira Sandoval, el diario La Jornada publicó un artículo crítico de Ackerman acerca de la situación actual de Morena y de los supuestos errores de su dirigencia, en especial su presidente formal, Mario Delgado Carrillo.
“El partido político Morena se encuentra hoy en un estado de total ilegalidad y ausencia de institucionalidad democrática. Ninguno de sus órganos internos funciona cabalmente de acuerdo con los estatutos del partido y no existe espacio alguno para la participación de la militancia en la toma de decisiones”. Comparto una lista inicial de algunos agravios:
Así dice el párrafo inicial del artículo de Ackerman, quien más adelante propone iniciar el proceso para corregir irregularidades dentto del partido del presidente López Obrador.
“El Comité Ejecutivo Nacional debe convocar a la celebración de un Congreso Nacional para renovar la dirigencia del partido y “tomar las determinaciones fundamentales para la lucha por la transformación del país que asuma nuestro partido”.
“Si Mario Delgado se niega a emitir la convocatoria, lo debe hacer la mayoría de los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN). Y si la mayoría de los integrantes del CEN no se atreven a hacerlo, la mayoría del Consejo Nacional tendría que entrar en acción haciendo uso de sus facultades extraordinarias plasmadas en el mismo Artículo 34 del estatuto”.