Desigualdad y violencia de género
Luis Muñoz viernes 18, Jun 2021Segunda vuelta
Luis Muñoz
¿Es posible la igualdad de género en México, como asegura la diputada Dulce María Sauri Riancho?
Puede ser, pero en esta igualdad se ha venido trabajando desde mediados del siglo XX cuando surgió el término “violencia de género” desde ámbitos del feminismo para dar visibilidad a la violencia ejercida contra las féminas por su condición de mujer como consecuencia del hecho histórico del patriarcado.
De eso mismo habla hoy -en los albores del nuevo siglo y del tercer milenio- la legisladora del PRI, quien asegura que la Cámara de Diputados ha trabajado para visibilizar la desigualdad y la violencia de género.
Enfática, reitera: ¡Claro que es posible! Por ello en el Palacio Legislativo de San Lázaro se ha decidido trabajar de manera permanente y sin descanso para visibilizar estos fenómenos que son los dos enemigos del ejercicio pleno de los derechos de las mujeres.
El Colegio de México ha realizado estudios y explorado las desigualdades económicas, educativas, sociales y de género; así como desigualdades regionales, de capacidades gubernamentales, de organización social o cultural con perspectivas, tanto históricas como contemporáneas.
En la labor a la que se refiere Sauri Riancho, destaca que en la actual legislatura se han aprobado un conjunto de leyes y reformas a favor de igualdad de género, igualdad sustantiva, eliminación y erradicación de la violencia política de género, a fin de enfrentar una realidad histórica, política y social de desventajas y discriminación hacia las mujeres.
No obstante, la diputada aseguró que más allá de las actividades legislativas, la Cámara baja está comprometida con la causa de las mujeres.
Sauri dice que están demostrado que la visibilización es uno de los medios más eficaces para combatir los males que aquejan a la sociedad”.
Para el Colmex, estas desigualdades son temas de gran pertinencia social y política, tanto por su efecto contemporáneo y acumulado a lo largo de la vida de la población, como por sus efectos perniciosos sobre el desempeño económico, integración social y solidaridad en las comunidades.
Durante su intervención en la inauguración de la Exposición Itinerante: “Mujeres en México, la Igualdad es Posible”, la diputada priista dijo que “a través de la visibilización queremos hacer del conocimiento de todas y todos, que la violencia contra las mujeres es más notable en aquellos grupos de situación de vulnerabilidad, como las niñas, mujeres mayores, mujeres que se identifican como lesbianas, bisexuales, transgénero, las migrantes, las refugiadas; mujeres indígenas y minorías étnicas; aquellas que tienen una discapacidad, que viven con VIH y aquellas que están en medio de una crisis humanitaria”.
Reconoce que esta es una oportunidad para hacer un llamado a sus compañeras y compañeros diputados, a la próxima Legislatura, a los gobiernos de todos los niveles, a los partidos políticos, a las autoridades, a ser garantes de los derechos e incrementar la participación de las mujeres en la toma de decisiones de los asuntos públicos.
Luego, hizo alusión a que la pasada jornada electoral del 6 de junio dejó resultados positivos en materia de igualdad, al recordar que entre 1979 y 2021, es decir 42 años, sólo nueve mujeres habían ocupado el cargo de gobernadora o jefa de gobierno en el país, pero tras estas elecciones, 6 mujeres fueron electas de forma simultánea como gobernadoras.
Recordó que el proceso electoral ha sido calificado como el más violento hacia las mujeres, pues se calcula que 60% de candidatos y candidatas privados de su vida, de su libertad, son mujeres. Además, hay un registro de más de 100 aspirantes a un puesto de elección popular, con denuncias por violencia sexual, familiar o deudores de pensión.
¿Qué se requiere? Desnormalizar la violencia en la familia, la escuela, la calle, el trabajo y espacios públicos, el acoso callejero, laboral y comunitario.
Un problema constante
Para el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), el problema de la violencia ha sido una constante dentro de la sociedad mexicana, sin embargo ha sido hasta los últimos años que la percepción de la violencia ejercida contra ellas ha cambiado radicalmente.
Esta situación se da, explica Inmujeres, sobre todo a partir de que la violencia contra las mujeres pasó de ser un tema del ámbito privado a convertirse en un problema del ámbito público.
La puesta de la violencia en la escena pública, permitió entender que era necesario trabajar por su erradicación en contra de las mujeres, ya que representaba (y representa) un obstáculo para el efectivo goce y ejercicio de sus derechos fundamentales, que permeaba (y permea) todos los ámbitos de desarrollo.