Narcopolítica y el negocio del poder
Guillermina Gómora Ordóñez martes 15, Jun 2021Caleidoscopio
Guillermina Gómora Ordóñez
Cuando Christopher Landau, ex embajador de Estados Unidos en México. y el general Glen VanHerk, jefe del Comando Norte estadounidense, afirmaron que entre 35 y 40% del territorio mexicano está controlado por el crimen organizado, se quedaron cortos. La narcopolítica tomó el poder en el país y así lo hizo sentir el pasado 6 de junio.
Basta con observar cómo quedó el nuevo mapa político, para confirmar que los criminales seguirán operando con el aval directo o indirecto del Estado. Tienen el control del poder político a través de personeros que representan sus intereses y les deben el cargo, bajo la consigna de ¿plata o plomo?
Hasta el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) los felicitó al día siguiente de las elecciones: “Bien, los que pertenecen a la delincuencia organizada, en general bien. Muy pocos actos de violencia de estos grupos”. El mandatario omitió la violencia registrada durante la jornada, como la cabeza humana que fue dejada en una de las casillas electorales en Tijuana, Baja California.
Sus declaraciones contrastan con la realidad. El Indicador de Violencia Política en México, realizado por la consultora Etellekt, registró 91 políticos asesinados, de los cuales 36 eran aspirantes o candidatos y de estos últimos 31 eran del ámbito municipal y 90% eran opositores a los presidentes municipales del lugar en donde vivían.
Nadie se salva, de norte a sur del país las organizaciones criminales se disputan el territorio: el Cártel Jalisco Nueva Generación; el Cártel de Sinaloa; el Cártel del Golfo, Los Zetas, La Familia Michoacana, Los Beltrán Leyva, Cártel Santa Rosa y Fuerzas Antiunión.
En el mapa del narcotráfico mexicano, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ubica al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y al Cártel de Sinaloa como los dominantes del territorio nacional.
De esta información oficial se desprende que el CJNG tiene presencia en 24 entidades del país; el Cártel del Pacífico se localiza en 19 estados; el Cártel del Golfo, en 14 entidades; Los Zetas, en 13; el Cártel del Noreste, en cinco; Guerreros Unidos, en cuatro; La Familia, en tres; Los Beltrán Leyva, en tres; el Cártel Santa Rosa, en dos; Unión Tepito, en dos; y Fuerzas Antiunión, en dos.
También se revela que el Cártel de Sinaloa y el CJNG se disputan 15 entidades: Baja California, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Sinaloa, Zacatecas, Jalisco, Colima, Querétaro, Estado de México, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Quintana Roo.
El avance del crimen se da con la complicidad por acción u omisión de las cúpulas partidistas nacionales, estatales y municipales, las cuales no pueden desconocer los antecedentes de los candidatos que postulan, sobre todo cuando la historia criminal de éstos es del dominio público.
Para muestra, San Luis Potosí, con José Ricardo El Pollo Gallardo Cardona, ganador de la elección para gobernador por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). El caso de Gallardo fue motivo de discusión al interior del gabinete de seguridad presidencial por su relación con Los Zetas y el Cártel del Noreste. Sin embargo, nada sucedió.
El control de la plaza se retuvo. La ubicación geográfica de San Luis Potosí ha convertido al estado en una ruta asediada por el narcotráfico, ya que es el recorrido obligado hacia otras entidades como Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato y Zacatecas.
Otro caso similar es Guerrero, donde Félix Salgado Macedonio gobernará a través de su hija Evelyn, ambos presuntamente ligados al cártel de los Beltrán Leyva. El suegro de la nueva gobernadora es Joaquín Alonso Piedra, “El Abulón”, operador financiero de Clara Elena Laborín, La señora, esposa del narcotraficante Héctor Beltrán Leyva.
También, no hay que perder vista en el nuevo mapa político a los estados de: Baja California; Baja California Sur; Colima; Michoacán; Nayarit; Sinaloa; Sonora y Zacatecas, todos los ganó Morena y en éstos, el control lo tiene el crimen organizado.
Así las cosas, todo indica que la política de “abrazos y no balazos”, será la que determine las decisiones de los mandatarios estatales producto de los pactos en la narcopolítica. Prueba de ello es que a pesar de que la inseguridad es el tema que más preocupa a casi 70% de la población (Inegi), ninguno de los 15 gobernadores electos presentó propuestas en materia de seguridad.
México está en graves problemas, la gobernabilidad en los tres niveles de gobierno está bajo amenaza constante. La democracia se colapsa por el punto más débil. La seguridad. Hoy el verdadero poder se ejerce desde estructuras de facto de origen criminal. ¿Hasta cuándo?
VERICUENTOS
Monreal se apunta
Así como no queriendo, una vez más, Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado, busca el control de su partido. El colmilludo legislador, dice que tras los resultados electorales que redituaron a Morena 11 gubernaturas y 19 congresos locales, además de la derrota en la Ciudad de México (en la que dicen, contribuyó), es necesario reestructurar de fondo a este organismo político. Monreal propone renovar liderazgos, afiliación libre de los ciudadanos que deseen hacerlo y darle una sacudida al partido para que sea “un instrumento legítimo de acompañamiento de las políticas públicas del presidente”. ¿Será?