El Presidente reniega de su origen
Luis Ángel García lunes 14, Jun 2021Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Durante su formación académica, el Presidente leyó a Gabriel Careaga en Mitos y fantasías de la clase media en México; sin embargo, hoy reniega de su origen y suma a ese importante segmento social como enemigo de la 4T. Su discurso genera conflicto, la polarización del país, divisionismo, antagonismo entre los estratos sociales, el mandatario manda el mensaje de “si no estás conmigo, estás contra mí” y quiere cobrar la factura a la gente inteligente y preparada que votó en contra de los candidatos de Morena. Alienta la lucha de clases.
El sociólogo mexicano definió en su ensayo a la clase media como la ligazón entre el proletariado y la burguesía, formada por burócratas, empleados, pequeños comerciantes, profesionistas. intelectuales, estudiantes, técnicos, gerentes y secretarias. Pero al mandatario, en su proyecto político, no le interesan más que los pobres como segmento clientelar, por lo que arremete contra empresarios y la clase media, haciendo una confrontación entre el servidor público y la burocracia “dorada” que ha creado al estilo de Stalin. AMLO niega así su origen, ya que proviene de una familia de clase media y durante su corta vida productiva como burócrata también aspiró a más.
Igual que contra la iniciativa privada, a quienes califica de depredadores y corruptos desde el inicio del sexenio, lo mismo hace con la burocracia, a la que quiso adelgazar con despidos masivos en el SAT y en los organismos autónomos, además de desaparecer fondos y fideicomisos. Con el desempleo también corrió años de experiencia y preparación de miles de servidores públicos calificados que se fueron a la calle y sus plazas ocupadas por simpatizantes de la 4T que reúnen un requisito indispensable e infranqueable: 90 por ciento de lealtad ciega y 10 por ciento de experiencia.
También se hizo una persecución de investigadores, artistas y creadores, a los que se les quitaron becas y subsidios para darle esos recursos a los viejitos, los ninis y madres solteras, aunque a ellas se les quitaron las guarderías.
La clase media que describe Careaga es la población que, desde la perspectiva del Ejecutivo, tiene estudios universitarios, lee el Reforma, es conservadora y cree en las campañas negras de empresarios y neoliberales, por ende, votaron contra la 4T. Pero en realidad es la gente mejor y más informada, la que reconoce la estrategia populista de Palacio Nacional y su objetivo de apoderarse de una presidencia absolutista que ha sometido a los Poderes de la Unión. Los ciudadanos que dieron otro rostro a la geografía política de México evitaron el ejercicio autoritario de la silla presidencial, rescataron la dignidad de los legisladores y evitaron la aprobación en automático de las iniciativas del Ejecutivo.
La clase media que ahora estigmatiza el Presidente por sus deseos aspiracionales de tener un mejor nivel de vida y que está consciente de las fallidas políticas económicas del gobierno que nos ha llevado al decrecimiento y al desempleo, será la mejor auditora de la función pública, a la que demandará el cumplimiento de las promesas de campaña y el cambio de las políticas públicas que han llevado al desempleo, la falta de inversiones, la inflación, el mal manejo sanitario de la pandemia y la muerte de casi 300 mil mexicanos.
El inquilino de Palacio Nacional no sólo ha desprotegido a la clase media con el desempleo, también con la reducción de prestaciones, baja de salarios, exigencia de donativos forzosos como el donar el aguinaldo. Con eso de que nadie puede ganar más que el Presidente -que se asignó un salario mediocre, porque no tiene gastos, todo lo paga el pueblo vía impuestos y a su esposa la hizo investigadora subsidiada por el Conacyt-, se corre el riesgo de que su gabinete y la burocracia “dorada” que ha creado sea una junta de notables o una partida de ladrones que solo van a asaltar las arcas públicas.
Hasta los sueños aspiracionales le quiere quitar a la otrora pujante clase media. No coches caros, un par de zapatos y comer en fonditas. Gabriel Careaga se debe estar revolviendo en su tumba.