La soberbia
Alberto Vieyra G. jueves 10, Jun 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Todos los seres humanos tenemos y nos gobiernan siete defectos de carácter o como algunos clásicos dicen: “Siete pecados capitales”. La soberbia, conocida también como orgullo, es uno de los más viles defectos del ser humano que se manifiesta como un sentimiento de superioridad frente a los demás que provoca un trato distante o despreciativo hacia ellos. La soberbia no les permite a esas personas orgullosas reconocer sus metidas de pata y siempre se la pasan emulando a las malas parteras que cuando las cosas salen mal, le echan la culpa a todo.
¿Ya adivino usted quién es el rey de la soberbia de Palacio? Sí, AMLO, y sus corifeos que le rodean son gobernados como auténticos títeres por el defecto de la soberbia, que no les permite aceptar el por qué perdieron la joya de la corona, es decir, la capital de la República Mexicana en las elecciones del pasado domingo, cuando Morena sufrió una auténtica catástrofe electoral, algo que no ocurría desde hace 24 años, cuando la Ciudad de México fue gobernada por esa izquierda extremista. Pero también está en esa catástrofe la pérdida de la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, donde la coalición PRI-PAN-PRD tendrá más 334 diputados. No es poca cosa la debacle electoral de AMLO y Morena, quien salió con que está “feliz, feliz, feliz”.
Y mire usted cómo AMLO y sus muchachitos justifican esa debacle electoral. Son demócratas de contentillo porque si ganan las elecciones es porque la gente está convencida del “cambio verdadero” y entonces sí hay democracia, pero cuando pierden resulta que fue… ¡por una campaña de desprestigio! Ni tantita autocrítica hubo de parte de Andrés Manuel López Obrador ni de Claudia Sheinbaum para explicar la barrida que la oposición le puso a Morena en la Ciudad de México. Más aún, siguieron alimentando la división entre los mexicanos.
A mayor abundancia, la número dos de Morena, Citlalli Hernández, que era la principal operadora en la capital, exculpó por completo a AMLO y a Sheinbaum. Y fue más allá: le endilgó la derrota al supuesto voto de odio promovido desde las “clases medias y altas”.
Sí, el engaño es doble, pero la cosa no es por ahí. Pa´que le buscamos glándulas mamarias a las culebras pintas, sí, la catástrofe electoral en la capital mexicana fue por la tragedia en la Línea 12 del Metro, por la cual las “ratas” siguen en libertad protegidas por la rata mayor. Lo demás, es hacerle al tío lolo. Incluso, AMLO y compañía, le endosan la factura de su derrota a The Economist quien lo tildó de “falso mesías”, los “conservadores fifís”, entre ellos los empresarios, así como a la prensa crítica.
No estará lejos el día en que AMLO, la señora Sheinbaum y tal y tal nos digan con su monumental soberbia que los liberales de México no los dejaron gobernar, cuando la realidad es que no supieron gobernar, porque nunca aprendieron de ciencia política, ni mucho menos de sensibilidad humana para dar respuesta a las demandas más sentidas de la gente en todos los rubros como la salud, la ciencia, la cultura, la educación, la tecnología y tal y tal.
Tampoco su soberbia les permite reconocer que para gobernar salieron muy malos y que el poder desgasta y más cuando se ultraja la dignidad de los pueblos. Pero que sigan por ese camino con su soberbia y ya veremos cómo les va en el 2024.