Elecciones y barbarie
¬ Augusto Corro lunes 7, Jun 2021Punto por punto
Augusto Corro
Las elecciones más importantes de México estuvieron marcadas por la barbarie: más de noventa políticos fueron asesinados.
Se registraron hechos violentos contra candidatos como secuestros, amenazas, etc.
El salvajismo empañó los comicios. Sin tregua alguna, la violencia empezó hace varios meses y continuó hasta el fin de semana.
La delincuencia organizada tuvo una participación importante en la consumación de los crímenes. Hicieron lo mismo los políticos que le apostaron a la muerte de los enemigos.
En los ajustes de cuentas perecieron aspirantes a cargos de elección popular de todos los institutos políticos.
El escenario de impunidad estimuló las acciones criminales. No olvidar que México es un país donde más del 90% de delitos no se castigan.
Ya estaban listas las condiciones para que la delincuencia organizada continuara con la barbarie que envuelve a nuestro país.
En síntesis, se trató de elecciones cruentas con conductas criminales que seguirán ante la impotencia de las autoridades para castigarlas.
Cabe preguntar cuál será el papel de los gobiernos frente al sinnúmero de expedientes relacionados con las agresiones a los candidatos.
Primero. ¿Realmente existe el propósito de enjuiciar y castigar a los asesinos?
Segundo. ¿Se cuentan con recursos económicos y de personal suficientes para las investigaciones?
Tercero. ¿Cuál será la actitud de los jueces? Todo mundo sabe que los jueces mexicanos no son lo mejor en el cumplimiento de las leyes.
¿Alguién podría responder a las citadas preguntas?
A partir de hoy, los tribunales resolverán impugnaciones y denuncias de un proceso electoral en el que la democracia a la mexicana se sumió en la barbarie.
Ojalá que tras la temporada de elecciones intermedias empiece a regresar la paz en México. ¿Usted qué opina amable lector?
La visita de Kamala Harris
El problema de la migración empezó hace siglos y continuará por el resto innumerable de años.
Es parte de las acciones de los movimientos migratorios dejar sus lugares de origen para que la gente encuentre mejores condiciones de vida.
Es lo que siempre sucedió en Latinoamérica desde hace tiempo. Para empezar, México es un país en el que su población abandonó sus tierras y sus pueblos para probar suerte en Estados Unidos.
Millones de compatriotas se quedaron en el vecino país y la migración continúa. Lo mismo ocurre en la región centroamericana.
La pobreza, la falta de empleos, la delincuencia, los huracanes, la corrupción, etc., propiciaron que se agudizara el conflicto migratorio. Los países involucrados en ese problema social son: México, El Salvador, Guatemala, Honduras, etc.
Recientemente creció la ola de caravanas de migrantes que alteraron la convivencia en las regiones que cruzaban para llegar a EU.
Uno de los países más afectados fue México, como paso obligado para los centroamericanos. Fue necesaria la presencia de la fuerza pública en las fronteras para evitar la invasión de extranjeros. No fue suficiente. Continuaron los ingresos ilegales de los indocumentados.
En el gobierno del presidente Donald Trump se controló el flujo migratorio en nuestro territorio, pues amenazó con incrementar los impuestos a los productos mexicanos si no se detenía a las caravanas.
Al gobierno obradorista no le quedó otra opción que obedecer a Washington.
Pero a pesar del muro fronterizo, la participación de la fuerza pública, las pésimas condiciones de los migrantes, etc., continúa la migración.
Y Kamala Harris, vicepresidenta de EU, fue enviada a la región centroamericana y a México para conocer directamente el problema migratorio.
La funcionaria estará en nuestro país a partir del 7 de junio. Analizará, junto con las autoridades, los orígenes de la migración y los problemas actuales.
Se tratará de encontrar mecanismos para frenar a las organizaciones dedicadas al tráfico de personas, conocidas como polleros, y proteger los derechos humanos de los migrantes, sobre todo niñas y niños.
¿Usted qué opina amable lector?