Violencia política y feminicidios, “Waterloo” moreno
¬ Luis Ángel García viernes 4, Jun 2021Por la Derecha..!
Luis Ángel García
La inseguridad, la violencia política, los feminicidios y la impunidad son asignaturas pendientes de la 4T y pueden ser su “Waterloo” el próximo domingo cuando salgan a votar millones de mexicanos desilusionados por las incumplidas promesas de campaña de ofrecer un México sin corrupción, sin crimen organizado, sin violencia, sin narcotráfico, con seguridad —sobre todo para las mujeres—, empleo y un sistema de salud como el de Dinamarca. La peor crisis económica en 90 años, millones de desempleados y miles de empresas cerradas, una pandemia que dejó 300 mil muertos por negligencia gubernamental, 94 por ciento de impunidad en los delitos, más homicidios dolosos y feminicidios al alza es el balance que entrega el régimen a los ciudadanos.
Las políticas públicas que estableció el gobierno demostraron su ineficacia y la falta de experiencia para administrar un país. No era lo mismo criticar desde la oposición las estrategias de los mandatarios en turno que llevar las riendas de una nación esperanzada en tener un mejor derrotero. El combate a la corrupción sólo fue simulación y bandera política para descalificar y culpar a los antecesores de todos los males nacionales, pretexto que permitió utilizar la justicia como instrumento de venganza política. Ningún corrupto está en la cárcel, pero sí personajes ligados a grupos políticos del pasado. El escándalo ha sido mero distractor para justificar la falta de resultados.
En seguridad, el gobierno está reprobado. En dos años y medio ha habido más homicidios dolosos que en los tres sexenios anteriores y en los delitos de alto impacto las autoridades han sabido jugar con las estadísticas para demostrar una supuesta reducción de la incidencia delictiva, aunque la percepción ciudadana sea mala; siete de cada diez mexicanos se sienten inseguros en sus localidades y más de 8 de cada diez no confían en la policía.
Uno de los ilícitos que más lacera a la sociedad es el asesinato de mujeres. La violencia contra ellas se ha incrementado considerablemente, no sólo es la agresión física, sexual, psicológica o la discriminación en la escuela, el trabajo o la calle, la peor es la violencia intramuros o familiar, la cual llega hasta el homicidio por parte de la pareja, algún pariente o conocido. El feminicidio, conducta oprobiosa, se ha incrementado desde noviembre de 2019 y alcanza una impunidad del 97 por ciento. Las víctimas fueron acribilladas a tiros; golpeadas y abandonadas; apuñaladas; tiradas en azoteas, la calle o dejadas en autos; violadas; quemadas; estranguladas; arrojadas desde edificios; descuartizadas, o dejadas en cuartos de hotel. Indiferencia gubernamental frente a los justos reclamos feministas.
La violencia política es otro tema donde queda a deber el gobierno. El indicador de violencia política de Etellek registra 782 agresiones o delitos contra políticos durante este proceso electoral, el más violento desde que hay datos y supera a lo sucedido en 2018. Del total de víctimas el 35 por ciento son mujeres. Los estados más violentos son Veracruz, Oaxaca, Puebla, Edomex, Michoacán y Guerrero.
A ese panorama, hay que agregar la peor crisis desde 1931. La economía retrocedió un ocho por ciento y tenemos dos años sin crecimiento. Se especula que en el 2021 creceremos entre 5 y seis por ciento, pero si venimos de un decrecimiento del ocho, estaremos todavía dos puntos por debajo de lo registrado en el 2018. Ello ha dejado millones de desempleados, 10 millones más de pobres y el cierre de miles de empresas.
Con la pandemia hay 300 mil mexicanos muertos por la ignorancia, negligencia y soberbia de las autoridades sanitarias frente a la pandemia.
El déficit de la 4T es muy alto y difícilmente el elector olvidará esos agravios. Salgamos a votar el próximo domingo y castiguemos a los malos gobiernos.