Tú decides por quién votar
¬ Mauro Benites G. jueves 3, Jun 2021Municiones
Mauro Benites G.
En cada proceso electoral proliferan infinidad de encuestas, cuyos resultados lejos de orientarnos, inducen el voto a quien las ordena. Las encuestas parecen diseñadas para dos cosas: Suplir a la ciudadanía en cuanto al aburrido trabajo de análisis e inducir la votación por los cauces políticamente dirigidos. Ya hemos visto que, hasta el momento, ninguna de las empresas contratadas para el efecto contradice las intenciones y presunciones de quien les paga si es plena la satisfacción claro, es decir las coincidencias y resultados son lo que el cliente pide.
No creo que exista mayor desafío para ustedes y para mí, amables lectores, que imponernos a las encuestas y desarrollar nuestro propio criterio analizando y despojando de cualquier inducción partidista, a cada una de las figuras políticas en trance de crecer.
La única manera de combatir el alud tendencioso de los diseñadores de campaña, otra vez computarizados y los seductores en fase proselitista, es mediante la información, que consolida el buen criterio, y aplicarlo sin miedo a la libertad. Teniendo como base su análisis previo estudio de los proyectos y propuesta que cada uno de los candidatos te ofrecen para que le otorgues tu voto.
Vuelvo al tema de las encuestas electorales: así como en el siglo antepasado, las máquinas, la primera, la de vapor, dominaron y espantaron a los hombres, al grado de que hubo en Inglaterra un enorme movimiento, cuya finalidad consistía en la destrucción de esas máquinas, un hombre sustituía a veinte en el manejo de un telar, así ahora asistimos al fenómeno estremecedor de la era digital y la tecnología. Las computadoras guardan enciclopedias completas, es verdad, pero no pueden decidir, para lo que hace falta la inteligencia humana, que creó la computación y es la que, en último término, decidirá del futuro de la humanidad. Hay, sí, un inmenso misterio que nunca resolverá la humanidad más que creyendo en “lo divino”, o callando; dominado por la grandiosidad de las mejores y mayores catedrales del mundo: el mar y las montañas. Los dioses tecnológicos, o ideológicos, son falsos, para poco tiempo, porque cederán su reinado al avance del conocimiento humano. Así como difícilmente habrá hoy, en todo el mundo, una inteligencia como la de Aristóteles, ni un espíritu como el de Sócrates, así tampoco debe el hombre actual ceder a las imposiciones de las encuestas, a la mediocridad, al miedo a la libertad. Ser humano es decidir el propio destino en la libertad, que significa eso precisamente: TÚ DECISIÓN PARA EL VOTO.