Crímenes sin castigo
¬ Augusto Corro lunes 31, May 2021Punto por punto
Augusto Corro
¿Extorsiones, secuestros y asesinatos políticos se olvidarán después del 6 de junio? ¿Para las acciones criminales borrón y cuenta nueva? El proceso electoral intermedio, marcado por una ola de violencia, va rumbo a la impunidad.
Las autoridades tienen la obligación de continuar con los procesos penales para mandarle el mensaje a la sociedad que no esta sola, que vivimos en un país de leyes y justicia; en fin, demostrar que México no está convertido en tierra de nadie.
La contienda electoral sirvió para que los políticos vengativos se sacudieran de sus enemigos, los narcos afirmaran sus alianzas criminales y los encargados de impartir justicia dejaran correr el tiempo para enviar los expedientes al archivo y olvidarlos.
Sin embargo, alguien tendrá que empeñarse en la aplicación de la justicia para desaparecer esa imagen que presenta a nuestro país como el paraíso de la impunidad. Tendrá que caer todo el peso de la ley en aquellos que sembraron el dolor en decenas de familias.
Las cifras de las vÍctimas aumentaban cada día; pero una acción criminal resultaba la predicción de otra igual o más cruenta. Así, en el proceso electoral van asesinados 23 candidatos, precandidatos o aspirantes a cargos de elección popular.
De esos aspirantes dos desaparecieron, tres perecieron en accidentes y cuatro murieron por enfermedad. Cabe señalar que fueron representantes de diferentes partidos quienes perdieron la vida. La ola de violencia política no debe ser una raya más al tigre. Caciques, narcos, huachicoleros, autoridades, en algunos casos, etc., aprovecharon la temporada electoral para ajustar cuentas con sus enemigos. Se sumaron a la violencia que ya existía.
Los ejemplos los tenemos en Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Oaxaca y Veracruz, entre otros. En los dos primeros se evidenció la presencia de los cárteles de la droga en la lucha por las plazas, con la ayuda de las nuevas autoridades. ¿De que tamaño fue la participación de la delincuencia en la contienda electoral?
Es importante saber si las autoridades se encuentran dispuestas a castigar a los autores materiales e intelectuales de crímenes que mancharon con sangre y dolor las elecciones intermedias más grandes de los últimos sexenios. Los representantes de la ley tienen un compromiso muy grande con la sociedad.
Las normales rurales
Las escuelas normales siempre fueron objeto de discriminación por los gobiernos surgidos de los diferentes partidos políticos, tanto de izquierda o de derecha. ¿El problema? Esos centros de estudios son calificados como centros de subversión y nido de inconformidades sociales.
A los gobiernos en turno les molesta, los irrita, saber que hay grupos de inconformes en centros de estudios que promueven el descontento social.
Tratamos el tema porque recientemente, alumnos de la escuela normal rural de Mactumactzá, en Chiapas, fueron reprimidos con gases lacrimógenos cuando se manifestaban en una caseta de cobro.
La acción represora causó un impacto entre los círculos de izquierda, porque la represión estaba ordenada por un gobierno estatal, supuestamente de izquierda. Fue, pues, decepcionante la conducta del gobernador Rutilio Escandón Cadenas, surgido del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Decenas de estudiantes, hombres y mujeres, de la normal fueron detenidos y encarcelados. Días después salieron de la cárcel, pero su proceso legal continuará. En fin, se trató de una represión brutal contra los adolescentes.
Las protestas de los normalistas son para que las autoridades se den cuenta de las condiciones infrahumanas en las que se viven en los sitios donde se prepara a los futuros maestros.
Para empezar, las instalaciones son deprimentes. Es larga la lista de carencias que enfrentan los alumnos, que tienen lo mínimo para comer. Es raquítica la cantidad de dinero destinada a la sobrevivencia de esos centros escolares.
Los alumnos que asisten a las normales rurales que llegan de sitios sumidos en la miseria. Los estudiantes llegan con la esperanza de salir de la pobreza. No tienen otras oportunidades. Saben que si no protestan seguirán en las mismas condiciones de abandono por parte de las autoridades.
No les queda otro camino que el de la protesta que a los gobiernos les molesta. Les comento el hecho como una anécdota más de injusticia e insensibilidad de parte de un gobierno que hace llamar de izquierda.
¿Usted qué opina amable lector?