Amenazas, extorsiones y asesinatos
¬ Augusto Corro viernes 28, May 2021Punto por punto
Augusto Corro
En la política a la mexicana no existen límites para ejercer la violencia en sus diferentes formas y estilos.
En el proceso electoral que se lleva a cabo, cuya culminación será el próximo 6 de junio, se confirmó la participación de la delincuencia organizada, en la contienda; así como las acciones criminales de los caciques políticos.
Amenazas, extorsiones y asesinatos se efectuaron durante la campaña electoral. Los actos delincuenciales solo tuvieron como respuesta la impunidad. Del sinnúmero de atentados a los actores políticos, los presuntos responsables detenidos son unos cuantos.
La supuesta protección que se brindó a los candidatos no funcionó como se esperaba. Por ejemplo, no se supo de medidas preventivas para evitar los asesinatos.
La contienda electoral sirvió para que los cárteles de la droga, además de participar con hechos violentos, también se involucraron en la distribución de propaganda, despensas y dinero en efectivo a favor de tal o cual candidato.
De manera directa o indirecta, la delincuencia marcó u orientó por quién votar. Esto ocurrió en hechos públicos. En lo privado, las organizaciones criminales amenazaron de muerte a candidatos que se negaban a obedecer consignas o a rechazar alianzas.
Por otra parte, la violencia también estuvo alimentada por los grupos políticos o económicos que contrataron a sicarios para eliminar a sus enemigos. Crimen organizado y caciques cada uno por su lado, o juntos, actuaron de manera implacable contra sus adversarios.
Los asesinatos se cometieron en poblaciones del interior del país, en aquellos sitios donde la ley dejó de aplicarse hace varios sexenios. Ahí están las ciudades en las que son constantes las confrontaciones entre los diferentes cárteles de la droga y del huachicoleo.
Nos referimos a la injerencia electoral de los criminales en Guanajuato, Puebla, Michoacán, Jalisco, Guerrero, Sinaloa, etc. Quedó claro que los carteles del narco quieren participar más en la política para tener más poder.
No se conforman con la protección de las autoridades, sino que esos grupos criminales pretenden gobernar en la medida que se les permita.
Y si no es posible que obtengan el poder total, por lo menos participar en el, con el manejo de las tesorerías locales. O en oficinas municipales en las que se proyecten toda clase de presupuestos y fluya el dinero en grandes cantidades.
Las agrupaciones criminales tienen pleno conocimiento de que la impunidad les favorece; que México es uno de los países en los que más del noventa por ciento de los delitos no se castigan.
Los delincuentes gozan de total libertad. En esas condiciones no les preocupa ser llevados ante las autoridades para que los juzguen por sus crímenes. En ese escenario, las autoridades reconocieron la probable injerencia de los grupos de la delincuencia organizada en el proceso electoral.
¿Qué sigue? La incertidumbre. Para empezar los delincuentes, aquellos que amenazaron, extorsionaron o asesinaron a candidatos, en una gran mayoría no serán castigados. Si se violaron las leyes electorales, ¿quien tendrá el valor suficiente para investigar y señalar las faltas cometidas por los grupos criminales del narco y los caciques que violentaron los comicios?
La contienda electoral intermedia, la más grande en los últimos sexenios, se desarrolló en un ambiente enrarecido por la violencia homicida que no cede; y que se agudizó desde 2010, cuando el presidente Felipe Calderón declaró la guerra, sin estrategia alguna, a los cárteles de la droga.
Cabe señalar que en los primeros cuatro meses del presente año, 11 mil 595 personas perdieron la vida “víctimas de un homicidio doloso o un feminicidio”.
A nadie debe extrañar, pues, que los grupos del crimen organizado participaran en las campañas electorales. Como señalamos líneas arriba, nos encontramos en la incertidumbre total sobre el futuro de la democracia en México. ¿La violencia electoral llegó para quedarse en México? ¿Habrá manera de evitar la violencia en las elecciones locales, estatales o federales?
¿Usted qué opina amable lector?