Historia de odio
¬ Mauro Benites G. viernes 21, May 2021Municiones
Mauro Benites G.
Las escenas de horror cotidianas entre israelíes y palestinos nos dejan un triste pensamiento de la agresividad y el odio entre vecinos y hasta parientes, el inicio de esta rivalidad se pierde en la noche de los tiempos. En 1878, se estableció en Palestina la primera colonia sionista al norte Jaffa. En el aquel momento había apenas veinticuatro mil judíos en todo el país y cerca de medio millón de árabes palestinos.
Los palestinos pidieron a las autoridades turcas que se opusieran a la inmigración sionista en masa, sin embargo, Arthur Balfour manifestaba: “El gobierno de su majestad ve con favor el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío, sin perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades palestinas”, fue asi como la Inglaterra se decidió a instalar colonias de judíos en tierras palestinas.
La declaración Balfour del 2 de noviembre de 1917 aparentemente sólo era una carta de lord Arthur Balfour, el ministro británico de asuntos exteriores, al barón Lionel Walter Rothschild, un dirigente judío británico. La carta prestaba el apoyo británico al establecimiento de una patria judía en Palestina. Sin embargo, la simplicidad extraordinaria del documento contradecía las maquinaciones políticas internacionales. La carta representaría la esperanza para el pueblo judío eternamente perseguido, la ruina para un nacionalismo árabe embrionario y un vínculo de sangre que obligaría a Gran Bretaña a reducir su poder de un modo que no había previsto.
En 1917, los aliados hacían planes sobre Oriente Medio para cuando acabara la guerra y los británicos y los franceses maniobraban para conseguir la hegemonía. Al mismo tiempo, la joven Organización Sionista Mundial y los líderes sionistas Chaim Weizmann y Nahum Sokolow se esforzaban más que nunca en buscar apoyo para las peticiones judías. Los británicos tenían un interés político en contentar, tanto a los árabes como a los judíos: Pensaban que una comunidad judía en Palestina, constituida por judíos polacos y rusos revolucionarios ligados sentimentalmente a Gran Bretaña, salvaguardaría el comercio británico en Oriente Medio, el canal de Suez y la ruta de la India.
La cooperación de los líderes árabes tenía la misma importancia. En consecuencia, la declaración Balfour consideraba “favorable el establecimiento de una patria judía en Palestina”, pero no ofrecía garantías para otorgarle la categoría de Estado. Establecía que Gran Bretaña apoyaba las aspiraciones judías, pero no aboliría los derechos de otros grupos indígenas. La Organización Sionista Mundial estaba entusiasmada, pero los árabes nacionalistas, que habían vivido en relativa paz con los colonos judíos, desde finales de siglo, empezaron a inquietarse ante la perspectiva de una inmigración masiva de judíos a Palestina.
En julio de 1922 la declaración Balfour formó parte del mandato británico sobre Palestina aprobado por la Liga de Naciones. Ya en 1947 los británicos no tenían voluntad de tratar de resolver un problema que en gran medida habían creado ellos mismos, fue asi como esta vecindad volvió a manifestarse en odio y guerra teniendo el problema dos puntos de vista y un objetivo único que sería la paz entre vecinos.
Esta es una pincelada de la historia larga y abundante de una enemistad, odio y muerte entre dos pueblos que tienen el derecho a una patria libre y soberana cada uno de ellos con su respectiva independencia, esperemos: paz y armonía entre los pueblos.