Macabro proceso electoral
Alberto Vieyra G. viernes 21, May 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Un total de 84 asesinatos, decenas de heridos y cientos de candidatos que han aventado el arpa para no quedar a merced de las garras del crimen organizado es el saldo del macabro proceso electoral federal que culmina el 6 de junio con la elección de 15 gobernadores, 500 diputados federales, 29 congresos estatales y más de mil 500 alcaldes en territorio nacional. Es uno de los procesos electorales más macabros y sangrientos en la historia político-electoral de México.
¿Qué nos dice semejante fenómeno macabro de inseguridad política que priva en territorio azteca?
Pues nada más y nada menos, que no hay gobierno en México, ni federal, estatal ni municipal que pueda poner orden en tantísimo desorden. El Estado mexicano no sirve; estamos ante un estado fallido incapaz de garantizar las vidas y los bienes de más de 126 millones de compatriotas. Nos dice también, que el crimen organizado se metió hasta la cocina , es decir que esta incrustado en las más altas estructuras del poder político donde busca posicionarse para que solo sus chicharrones truenen y, por último, nos dice que el quehacer político y las mafias criminales podrían ser exactamente lo mismo, es decir que no sabemos en donde comienza el Estado y donde termina el crimen organizado o donde comienza el crimen organizado y donde termina el Estado.
El INE también ha dado sobradas muestras de incapacidad para obligar a los 3 niveles de gobierno a brindar protección a los candidatos de los partidos que sean. Tampoco la ponzoñosa partidocracia ha tenido la ciencia política y sensibilidad humana para hacer un frente común en defensa de todo aquel ciudadano que busque un cargo de elección popular. Nunca la partidocracia ha tenido el tino de unirse para hacer pronunciamientos de censura o condena contra las mafias criminales. Todos son mezquinos. Todos para su santo rezan. Cada chango anda en su mecate y el que se caiga, pues ya se cayó, uno menos y a seguir lucrando políticamente porque el hueso político les permite no vivir en el error y el horror. “Entre menos burros, más olotes”, dicen los rancheros allá en mi tierra. Al paso que vamos, no estará lejos el día en que sean las mafias criminales las que cínica y descaradamente nos pidan el voto y figuren como Presidente de la República, gobernadores, diputados, senadores, alcaldes, etcétera, etcétera.
Tanto la autoridad electoral como la Fiscalía General de la República, los gobiernos estatales y municipales deberían parar cualquier actividad político-electoral en cualquier localidad donde se produzca un asesinato o un atentado contra cualquier candidato, como ocurrió en Cajeme, Sonora, contra Abel Murrieta, candidato del Movimiento Ciudadano a la alcaldía de esa población, que le arrebataron la vida, y no permitir que se reanuden hostilidades hasta que el Estado garantice el pleno derecho y la libertad a cualquier individuo que busque un cargo de representación popular. Por cierto, allá en Sonora, el proceso electoral federal se calentó y recalentó cuando el ungido de Movimiento Ciudadano al gobierno del estado, Ricardo Bours aventó el arpa para apoyar con todo al candidato del PRI, Ernesto Gándara, y con ello, en Palacio Nacional se da por hecho que el hombre del presidente está chiras pelas, sí, el inepto Alfonso Durazo figurará desde el 7 de junio con un sello que dirá: Nacido para perder.
Otro acontecimiento que al inquilino de Palacio le quita el sueño es la encuesta publicada el pasado lunes por el periódico español, El País en la que el rotativo con lujo de detalles y derrochando análisis, se revela que Morena dejará de ser mayoría en la próxima 65 Legislatura federal y AMLO quedará maniatado para seguir destrozando a la Constitución, y a las instituciones nacionales.