Mano negra en comicios
Freddy Sánchez jueves 20, May 2021Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Una de dos: son iguales o muy parecidas las patrañas electorales en los tiempos presentes, como las ocurridas en el pasado.
Con un sinnúmero de intentos de manipular, alterar, influir y abusar en favor de alguno de los contendientes.
Una diferencia quizá significativa podría ser la de que “las mañaneras” del presidente Andrés Manuel López Obrador, se han instaurado en una especie de agencia del ministerio público electoral para recibir denuncias.
Y a partir de tal hecho, recomendar acciones legales a seguir.
Lo cual podría ser bien visto (sin que precisamente las disposiciones legales lo permitan), puesto que en efecto, todo ciudadano tiene derecho a intervenir en beneficio de la legalidad de los procesos electorales, sin que por supuesto, también cualquiera que se lo proponga estaría en condiciones de ser escuchado y atendido como es el caso del jefe del Ejecutivo.
Y de ahí las objeciones a que el encargado del poder presidencial se meta a defensor de intereses electorales.
Sobre todo, considerando que los casos presentados en “las mañanera” han tenido que ver con asuntos que ser perseguidos y sancionados por autoridades electorales competentes, beneficiarían a los candidatos de Morena.
Es por ello, que a fin de ofrecer las mismas garantías a los particulares, y personas que no cuenten con el poder presidencial para influir o ejercer una probable presión en torno a las denuncias a formular, resulta imperativo que los que algo tengan que denunciar sean atendidos como debe ser, trátese de quien se trate el denunciante y sea el que fuere el denunciado.
La cuestión es indagar minuciosamente y en caso de comprobar irregularidades, actuar sin miramientos legales contra los infractores, sean ajenos a Morena o militantes de ese partido.
Los abusos electorales que en apariencia se cometen, requieren acciones que a veces no se nota que se apliquen con la inmediatez que permite echar mano de la primera magistratura para denunciar y exigir castigo a responsables de conductas electorales punibles.
Un botón de muestra: el Partido Fuerza por México, por medio de su candidato a vocal en la alcaldía de Coyoacán, Diego Arteaga, presentó denuncia por actos vandálicos de brigadas de Morena dedicadas a destruir propaganda electoral del partido en cuestión, independientemente de la comisión de otras conductas probablemente ilegales en materia electoral.
Y ante la acción judicial emprendida, que bien podría considerarse una más de las quejas hechas para poner en evidencia comportamientos indebidos de los militantes del partido gobernante, lo que resulta más que evidentes es que estos señalamientos no merecen la misma atención que se presta a las quejas presidenciales, sin que se proceda, incluso con la formalidad de acudir a una instancia legal a denunciar los hechos presuntamente irregulares.
Tal parece pues, que a unos contendientes electorales se les permitirá actuar a su gusto, aun tratándose de posibles violaciones a las leyes electorales vigentes, en tanto que a otros no se les perdona nada.
En lo de Coyoacán, si Fuerza por México se ha dedicado a cumplir con sus obligaciones legales, promoviéndose electoralmente ante los ciudadanos con trabajo a favor de intereses colectivos y sin cometer ilegalidades, resulta doblemente censurable la presumible conducta morenista denunciada.
Así que en aras de que los contendientes electorales se ajusten a los mandamientos legales vigentes, acordes con la sujeción a la igualdad de condiciones para buscar un cargo de elección popular, es preciso que los abusos sean perseguidos sin distingos de partido y mucho menos pretendiendo favorecer el proselitismo de unos en detrimento de los derechos de sus adversarios políticos.
Lo mejor será entonces que se corrijan deficiencias de supervisión y acción en contra las patrañas electorales, procediendo a depurar cualquier vicio en la competencia electoral, a fin de garantizar el respeto a la ley y evitar a toda costa que haya mano negra en los comicios.