Reglas de oro
Alberto Vieyra G. jueves 13, May 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
“Claro que sí, estoy metiendo las manos en las elecciones…no puedo ser cómplice del fraude electoral”. Con esa sola cínica declaración, AMLO podría ir a la cárcel toda vez que se configura un delito electoral grave que es castigado con prisión preventiva oficiosa. Pero, además, el árbitro electoral de México tiene en su poder más de 20 quejas en contra de AMLO por sus descaradas intromisiones en el actual proceso federal electoral.
Recuérdese que ahora el Presidente de la República ya puede ser juzgado como cualquier otro ciudadano mexicano. En febrero pasado, la Cámara de Diputados emitió la declaratoria de reformas a la Constitución para que el Presidente de México, durante su encargo, pueda ser juzgado –además de por traición a la patria y delitos graves del orden común– por los delitos previstos en el catálogo de ilícitos que ameritan prisión preventiva de oficio y que son, entre otros, corrupción, feminicidio, delincuencia organizada, secuestro, ejercicio del uso abusivo de funciones o uso de programas sociales con fines electorales.
Pero AMLO no sólo viola las leyes aprobadas por el constituyente. La política mexicana contiene reglas de oro no escritas y si AMLO viola la Constitución, con mayor razón debe violar las reglas de oro no escritas, como el hecho de no quedarse callado enarbolando tiránicamente su cuestionable “derecho de réplica”, eso es una patraña. El “derecho de réplica” aplica para los ciudadanos comunes y corrientes, no para el Presidente de la República. Por muchas razones no escritas, el mandatario debe quedarse callado para no dividir y confrontar a los mexicanos, pero, eso es para AMLO un deporte.
En sus enfermizas intromisiones en las campañas electorales y so pretexto de presuntas ilegalidades de los candidatos del PRI, Adrián de la Garza y Samuel García de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Nuevo León, AMLO formuló el pasado jueves “a la gente” estas preguntas:
“¿Que el Presidente que viene de una lucha de años por hacer valer la democracia no denuncie esto porque es injerencia electoral? ¿Qué, no todos los mexicanos tenemos la obligación de hacer realidad la democracia? ¿Cómo creen que me voy a quedar callado…?”.
AMLO, no sólo no se queda callado, sino que usa a su fiscal carnal de la república, Alejandro Gertz Manero como un vil instrumento para judicializar el proceso electoral en Nuevo León y para que a toda costa gane su corrupta y mentirosa candidata Clara Luz Flores.
La tiránica mentira de AMLO es que Adrián de la Garza promete a las mujeres de Nuevo León una “tarjeta rosa”, como la que Alfredo del Mazo hecho a andar en el Edomex, en caso de ganar la gubernatura neolonesa y en el caso de Samuel García, la Fiscalía General de la República le está echando la caballería encima acusándolo a él y a su familia de varios delitos de carácter fiscal, pero el alto mando del Partido Movimiento Ciudadano, encabezado por Dante Delgado ya le advirtió al Presidente que o le baja de espuma a su chocolate o “se va a joder”. ¡Órale!
Detrás de la guerra de AMLO contra los candidatos al gobierno de Nuevo León, en el fondo de todo este vergonzoso argüende que exhibe al Presidente de la República como un porro al servicio de Morena, lo que subyace es su guerra contra el árbitro electoral de México al que jura y perjura que desaparecerá por antidemocrático, sólo por el hecho de que le está aplicando la ley a Morena y a sus impresentables candidatos que parecieran haber sido sacados de las mafias delincuenciales, como el sexópata Félix Salgado Macedonio y muchos más que dan pena ajena por su larga cola de pifias.
Si AMLO no entiende que debe quedarse callado, meterá a México en un conflicto post electoral en el que no habrá abrazos, sino balazos.