“La joya de la corona”
Freddy Sánchez jueves 6, May 2021Precios y desprecios
Freddy Sánchez
El gran atractivo de las próximas elecciones estará centrado en la lucha por la Cámara de Diputados.
Y por lo mismo, se puede afirmar sin temor a equivocarse que los partidos aglutinados en dos grandes frentes en la contienda que logren alzarse con el triunfo en la cámara baja, se adjudicarán la principal y más valiosa victoria electoral en los comicios intermedios.
Sin importar cuantas otras batallas se ganen o se pierdan en las elecciones a realizarse el seis de junio, lo que de por resultado la futura integración de la Cámara de Diputados hablará del éxito o el fracaso de Morena y la oposición en el momento político de más trascendencia social en la presente administración sexenal.
En ese tenor, hay los que consideran que estas elecciones serán mayormente decisivas para el porvenir nacional, que lo que fueron los comicios del reciente pasado con el sorprendente triunfo de Andrés Manuel y junto a eso la arrolladora conquista de cargos electorales por parte del partido que él creó.
Cabe señalar, a propósito de lo ante dicho que a pesar del gran poder legislativo a disposición presidencial, tras el encumbramiento de Morena, la fuerza morenista en la Cámara baja requiere de una mayoría más contundente para de facilitarle al jefe del Ejecutivo realizar todos los cambios que se propone y que hasta ahora no ha podido hacer.
Así que de ese monumental tamaño es la importancia de ganar o perder el control del recinto federal, donde mandarán los futuros dueños de la curules, quienes sucederán en el cargo a los que abanderando a Morena y obrando conforme a los deseos del que manda desde el Palacio Nacional, no pudieron evitar toda posibilidad a la oposición de contener la desaparición y el surgimiento de cada nueva ley e institución como el presidente lo ha planteado.
De eso se trata la gran disputa electoral por la Cámara baja.
Morena y sus partidos aliados se afanan en ganarle a sus opositores del PRI, PAN y PRD (representantes de la oposición actualmente), la capacidad de centralizar las decisiones legislativas en el grupo político de orientación presidencial y evitar que se logre obstruir los planes del presidente con la renuencia y resistencia de la oposición.
De tal suerte, que una mayoría más robusta de los morenistas con apoyo de los partidos sumados a los propósitos de la 4T, (lo que el gobierno de Andrés Manuel necesita y espera conseguir), sólo puede evitarlo el electorado nacional dándole a sus opositores el mando para controlar al presidente.
De ahí, que los tres perdedores en las pasadas elecciones presidenciales, hayan decidido unir fuerzas y con ello tratar de conquistar la voluntad de la mayoría electoral que les devuelva el control de la Cámara de Diputados, y de conseguirlo estar en condiciones de poder obligar a Morena a detenerse en su avasallador paso para seguir realizando las modificaciones legislativas que quiera y les mande hacer el Presidente, sin cambiar a sus iniciativas de ley “ni un punto de una coma”.
Al menos, en aquellas reformas que así lo decida y públicamente se los ordene a los morenistas Andrés Manuel, exactamente como lo ha hecho, y es de suponer que querrá seguir haciéndolo.
Una cuestión que, obviamente, quedará en manos de los electores permitir o no.
Y eso dependerá de la voluntad de la mayoría electoral de mantener la confianza en el Presidente y sus aspiraciones de suprimir y dar vida a muchas herramientas institucionales, como medio para lograr la transformación que se ha propuesto realizar en México, si no es que por el contrario, se toma la decisión electoral de ponerle un freno a los cambios de los que se habla y que de tomar Morena el control absoluto de la futura Cámara de Diputados, difícilmente habrá oposición alguna que pueda mesurarlo o impedirlo.
Y justamente por eso es que en las elecciones a realizarse el seis de junio en nuestro país, la Cámara de Diputados será por decirlo de algún modo: la joya de la corona.