Continúan las celebraciones por 50 años de los CCH
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 3, May 2021Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Pablo González Casanova, visionario del modelo de educación teórico-práctico
La creación de uno de los proyectos educativos más importantes del país a nivel medio superior es sin duda el del sistema de Colegios de Ciencias y Humanidades, comúnmente llamados “cecehaches”, modelo de enseñanza universitaria que tiene como fecha fundacional el año de 1971, sí, hace cincuenta años, cuando el entonces rector de nuestra máxima casa de estudios del país era nada más ni nada menos que el hoy multi-reconocido y galardonado académico Pablo González Casanova.
En ese marco de 50 años de existencia, académicos, alumnos, ex alumnos y personal administrativo han organizado una serie de eventos y foros para recordar momentos importantes desde que se abrieron las puertas de las aulas “cecehacheras” hasta nuestros días, y en ese contexto hace unos días el Comisionado Presidente del INFO CDMX, Julio César Bonilla Gutiérrez, moderó la mesa inaugural “Viaje a la memoria: a 50 años de la creación del CCH”, donde recordó algunos pasajes y anécdotas del modelo abierto al aprendizaje y a la investigación ideado por González Casanova y, desde sus inicios, en ese modelo se han fusionado la teoría y práctica, teniendo como resultado una real comunión de muchos beneficios para el desarrollo de la sociedad mexicana.
Durante este viaje a la memoria, realizado de manera virtual, además del comisionado Comisionado Presidente del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México (INFO CDMX), participaron Mario Rodríguez Martínez, director de la Escuela Nacional de Estudios Superiores, Unidad Morelia (ENES), y César Domínguez Pérez-Tejada, director General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM; así como Benjamín Barajas Sánchez, director general del CCH.
En calidad de ex alumno del plantel Naucalpan, Bonilla Gutiérrez, aseguró que se conmemora uno de los más grandes proyectos educativos en nuestro país, un generoso proyecto con un sistema innovador a nivel media superior, como respuesta a las demandas educativas y sociales de los años 70. Comentó que la formación de los y las alumnas del CCH, con los métodos científico experimental e histórico social, permite a las personas jóvenes ser sujetas de la cultura y de su propia educación.
En su oportunidad, Benjamín Barajas Sánchez, director general del CCH, explicó que, desde 1971, el colegio “ha sido un espacio de libertad por donde han pasado más de un millón de jóvenes, quienes se han formado no solo para continuar con sus estudios, sino también para ser mejores ciudadanos, se han formado para la vida”, y creó las opciones técnicas que fueron adoptadas más tarde por otros sistemas de bachillerato del país.
Mario Rodríguez Martínez, director de la ENES, físico astrónomo y especialista en física espacial, compartió que es egresado del CCH Oriente y destacó que el CCH es un espacio de capacidad, posibilidad que se abre cuando uno entiende la frase aprender a aprender.
Por su parte, César Domínguez Pérez-Tejada, Director General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, rememoró su paso por el CCH Naucalpan y coincidió en que aprender a aprender fue fundamental en su vida y agregó que los maestros que imparten clases “te marcan, te abren el panorama”, la forma de enseñar permite que los alumnos hagan sus propias investigaciones.
Enhorabuena por esos primeros 50 años, universitarios en general nos sumamos a esos festejos y celebraciones de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde a la sola mención de las siglas UNAM casi siempre nos surgen espontáneamente los coros de la ya tradicional porra universitaria “goya…” y qué decir del prestigiado Pablo González Casanova, la comunidad cecehachera se siente orgullosa de su creación.
VA MI RESTO.- A propósito de los cincuenta años del CCH, un recuerdo del plantel sur. Uno de la materia Ciencias de la Comunicación:
Cursábamos el último año y para concluir el semestre el área organizaba la llamada “Semana de la Comunicación” en la cual todos los grupos presentaban trabajos alusivos a la clase. Uno de los equipos optamos por un ejercicio teatral y nos organizamos para presentar una obra de teatro.
El hermano de nuestra compañera Adriana, de nombre Ezequiel (Cheque para los cuates) dirigió al grupo y en pocos días nos hizo aprender los diálogos para representar una obra del autor mexicano, Willebaldo López, de quien con el tiempo me enteraría que fue uno de los mejores guionistas dentro del teatro nacional y que por cierto falleció en abril del año pasado.
Los arrieros con sus burros por la hermosa capital es la escenificación que presentamos para acreditar nuestra materia y como a los organizadores les gustó la puesta, fue seleccionada para clausurar la semana en cuestión.
Fue en 1980, y a reserva de omitir los nombres de algunos, también participaron Mónica, María Luisa, Leticia, Aracelí, Luis, Jairo, El Charro, Francisco, y Carlos (quien nos ayudó con la escenografía y algo de luz y sonido). Hace 40 años de eso y aunque difícil es recordar los apellidos de mis compañeros, la puesta en escena estuvo divertida y esa pequeña experiencia fue de mucho aprendizaje para todos en nuestro paso por el CCH Sur y hasta ahí porque como veo doy.