Un mal ejemplo
¬ Augusto Corro jueves 22, Abr 2021Punto por punto
Augusto Corro
El affaire Alonso Ancira tuvo un final feliz: el empresario obtuvo su libertad tras firmar un acuerdo para pagar 216 millones 664 mil dólares como reparación del daño a Petróleos Mexicanos (Pemex) por la compraventa de la planta Agro Nitrogenados.
En febrero, el ex presidente de Altos Hornos de México (AHMSA) fue vinculado a proceso por su presunta responsabilidad en el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, derivado de un soborno al exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin, y a Giselle Lozoya.
Ancira fue perseguido por las autoridades mexicanas. Tras su detención en España terminó deportado a México. Estuvo en prisión preventiva en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México desde el 4 de febrero. El llamado Rey del acero abandonó la prisión el lunes pasado.
Ancira regresó a la libertad con sus gestos de hombre rico, pues llevaba, al salir del penal, un puro, de marca cara y una valiosa camioneta blindada lo esperaba para el traslado a su residencia. Ahora, sólo falta esperar que cumpla su compromiso.
¿Se inaugura con el caso del Rey del acero una nueva forma de aplicar la justicia en México? ¿Esa es la meta de la lucha contra la corrupción tan mencionada en el presente sexenio? Con devolver lo robado se aplica el “borrón y cuenta nueva”.
¿Cabe preguntar si esa forma de aplicar la ley será exclusiva de los ricos y los políticos de primer nivel implicados en delitos como el robo, el enriquecimiento ilícito, lavado de dinero o peculado?
El cuestionamiento es directo a las autoridades, porque en las cárceles de México hay cientos de personas que purgan condenas por robar un pan o unas monedas. ¿Esos reos podrían alcanzar su libertad si pagan el monto de lo sustraído ilegalmente? ¿Si reparan el daño?
El rasero tiene que ser parejo para ricos y pobres. ¿Se podrá? ¿O vamos a seguir con los cambios para que todo siga igual en la más pura versión del “gatopardismo? ¿Cómo la ve amable lector?
Morena y su rompecabezas
Parece que todo lo que toca el Movimiento Regeneración Nacional Morena (Morena) lo convierte en conflicto. La aparente calma que reinaba en el partido guinda no era mas que el preludio de las broncas que llegarían.
Los morenistas se durmieron en sus laureles tras el triunfo electoral que llevó al poder al Andrés Manuel López Obrador. Se dedicaron a rumiar su victoria y se olvidaron de formar cuadros, de darle vida al partido, de evitar confrontaciones internas, etc.
El propio Félix Salgado Macedonio, a quien las autoridades electorales le negaron el registro para participar como candidato a la gubernatura de Guerrero, se quejó de Morena.
El pretexto del Instituto Nacional Electoral (INE) fue que el aspirante morenista no informó de sus gastos de precampaña.
Salgado Macedonio manifestó que la responsabilidad de no haber entregado al INE su informe de gastos de precampaña es única y exclusivamente de su partido.
Otro de los errores de Morena fue la designación de su candidata a la gubernatura de Nuevo León.
Nos referimos a Clara Luz Flores, quien deslumbró a la cúpula morenista que no lo pensó dos veces en hacerla su representante en estas elecciones.
Sólo que la candidata no ha dado el resultado esperado, según las encuestas se encuentra en tercer lugar. Su pasado resultó una carga muy pesada para competir, por un video en el que consulta al autoproclamado gurú Keith Raniere, jefe de una secta, condenado en EU por tráfico sexual, sobre el populismo y le pide consejos sobre como gobernar.
La relación de problemas no termina en Morena. Son muchos los inconformes que no alcanzaron a obtener una candidatura, pues la selección de candidatos se hizo a través de encuestas patito.
En fin, es complicada la situación que se vive en Morena. ¿Usted qué opina amable lector?