Los partidos y su “grilla”
¬ Augusto Corro viernes 16, Abr 2021Punto por punto
Augusto Corro
En junio próximo se efectuarán las elecciones intermedias más importantes en los últimos sexenios. Los partidos políticos realizan sus campañas, sin pena ni gloria, salvo los escándalos a los que nos tienen acostumbrados. El tiempo avanza y las organizaciones políticas no pueden sacudirse la mediocridad que las envuelve.
La oposición política en México está paralizada desde las últimas elecciones presidenciales de 2018. Sufrió una derrota histórica que lo mantiene en la lona. No ha podido actuar con inteligencia para enfrentar al adversario. Su mayor esfuerzo se traduce en una coalición entre partidos.
Esto último, ya les resultó contraproducente, pero no quisieron entenderlo. Es difícil mezclar el agua con el aceite, pero las instituciones políticas mexicanas están empeñadas en demostrar lo contrario. Quizás les funcione, pero no en la dimensión que necesitan para frenar al gobierno y a su partido Morena.
Si se analizan los partidos políticos y su participación en la contienda electoral se llega a la conclusión que todos, sin excepción, tienen al enemigo en casa. Las pugnas internas difícilmente son superadas. En las instituciones políticas escasean los líderes y si los hay se encuentran muy lejos de los militantes.
El partido Morena es la organización política que está en posibilidades de obtener más triunfos; aunque no se repetirá lo registrado en las elecciones presidenciales, por una sencilla razón, no aparecerá Andrés Manuel López Obrador en las boletas.
A los morenistas y al propio Presidente le urge mantener el mayor número de representantes en la Cámara de Diputados para continuar su proyecto de la Cuarta Transformación (4T), que la oposición se empeña en obstaculizar su realización. Sólo que los adversarios de Morena no han podido frenarlo.
El resultado de las elecciones traerá cambios importantes en la vida política de nuestro país. Es posible que llame a cuentas al Instituto Nacional Electoral (INE), por el papelazo que hizo al enfrentarse al presunto candidato morenista, a la gubernatura de Guerrero, Félix Salgado Macedonio (a) El Toro.
El INE, encabezado por Lorenzo Córdova, se convirtió en juez y parte. Es decir que el árbitro electoral se evidenció como adversario de Morena, para servir a quien sabe a qué intereses de quienes participan en la contienda electoral.
Le negaron el registro a Salgado Macedonio y al candidato a la gubernatura de Michoacán, Raúl Morón, por una irregularidad que fue considerada como no grave: no cumplieron con el requisito de informar a las autoridades electorales sobre sus gastos de precampaña.
Con la cancelación de la candidatura de Salgado Macedonio se culminó el escándalo que ya arrastraba el morenista. Superado el conflicto de las acusaciones por delitos sexuales, el aspirante supuso que había superado los obstáculos más difíciles para llegar al poder. No esperaba ser frenado por el INE.
La nominación como candidato al gobierno de Guerrero le trajo al multicitado Salgado Macedonio enfrentamientos entre los militantes de su partido. Principalmente, las mujeres protestaron para evitar que el presunto misógino llegara al poder.
El sector femenino morenista no tuvo la fuerza suficiente para detener al guerrerense. La pugna entre los militantes de Morena vivía su segunda etapa. La primera estuvo a cargo de los personajes, con escasa imagen política, que le peleaban la candidatura a El Toro.
Designado desde las más altas esferas del poder, Salgado Macedonio, no tenía que preocuparse. Todo mundo sabe que su principal promotor para llegar al poder es el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ahora, el asunto del registro de la candidatura de Salgado Macedonio se encuentra en las manos del Tribunal Electoral. ¿Arrojará a la basura la decisión del INE de negarle la candidatura al controvertido guerrerense? ¿Cederá a las presiones políticas? ¿Usted qué opina amable lector?