Abren investigación a personal de la FGE por infamia en caso Xenses
José Luis Montañez Aguilar, Nacional* lunes 5, Abr 2021Derecho de réplica
José Luis Montañez
- Funcionarios corruptos de la Fiscalía General de Quintana Roo, en Playa del Carmen, manipularon la carpeta de investigación del accidente en el parque Xenses de Grupo Xcaret, que costó la vida a un menor de 13 años, originario de Durango. Su padre se tuvo que hincar y llorar ante los ministeriales para que le entregaran el cuerpo, 5 días después de la tragedia. Fiscales lo obligaron a firmar una carta de perdón para liberar al parque acuático de toda responsabilidad
La Fiscalía General del Estado de Quintana Roo dio a conocer que se inició una investigación a funcionarios de la dependencia en el municipio de Solidaridad (Playa del Carmen) por la queja del padre de un niño de 13 años que murió en un accidente en el parque de diversiones Xenses del Grupo Xcaret, de la Riviera Maya.
La dependencia estatal precisó que se trata de un “expediente de queja en contra de los servidores públicos”, el cual se abrió después de los señalamientos del padre sobre posibles irregularidades en la actuación durante la integración de una carpeta de investigación por la posible comisión del delito de homicidio culposo.
Y es que Miguel Ángel Luna, padre de Leonardo, el jovencito que murió luego de ser succionado por un filtro, en un río artificial del parque Xenses, acusó que hubo corrupción en la Fiscalía General del Estado (FGE) en el caso por el fallecimiento de su hijo.
El padre del menor declaró que el vicefiscal José Carlos Villarreal lo presionó para que firmara el perdón a la empresa, como condición para entregarle el cuerpo de su hijo, asimismo, refutó que la muerte de su hijo Leonardo, fuese un “error humano”” y aseguró que fue “una total negligencia que costó la vida de mi hijo y pudo provocar la muerte a mi también”.
El hombre, que además es médico de profesión, relató su sorpresa por la información emitida por la Fiscalía General de Quintana Roo, en torno a la carpeta de investigación que se integra por el “homicidio culposo”, debido a que, en la Vicefiscalía en Playa del Carmen, ni siquiera le querían tomar la declaración de hechos.
“Me hinqué. Tuve que hincarme yo, ante la abogada y llorar para que me permitiera hacer una relatoría de hechos. Me hinqué y lloré”, afirmó, al expresar que, además, el vicefiscal se negaba a entregarle el cuerpo de su hijo.
También determinarán sanciones contra el parque
De acuerdo con la información de la Fiscalía emitida el fin de semana, la Dirección de Supervisión, Evaluación y Control de Actuación de Personas Servidoras Públicas inició una queja en contra de quienes resulten responsables, la cual también se va a remitir al Órgano Interno de Control para fortalecer las investigaciones y deslindar las sanciones administrativas y/o legales.
La FGE puntualizó que se habían denunciado irregularidades durante el proceso de la investigación sobre el caso del infante Leonardo. “Se presenta la queja tras los señalamientos del padre de una víctima de identidad reservada en relación a posibles irregularidades en la actuación durante el inicio y la integración de una carpeta de investigación por la posible comisión del delito de homicidio culposo, por hechos ocurridos en agravio de un menor de edad que probablemente perdió la vida en un parque temático ubicado en este municipio”, detallaron.
Finalmente, la Fiscalía General del Estado, al mando del Maestro Óscar Montes de Oca Rosales, reiteró que es “fundamental dejar claro que el Estado de Derecho en la entidad es una obligación constitucional por la que cientos de servidores públicos comprometidos trabajan diariamente con convicción y firme compromiso. De ninguna manera se va a permitir que algún funcionario público no cumpla cabalmente con la misión de servir profesional y sensiblemente a cada ciudadano que requiera de las atenciones necesarias para la correcta, efectiva y expedita procuración de justicia”, dijeron en comunicado.
Hay que recordar que, los hechos ocurrieron el pasado 27 de marzo, cuando “Leo”, como lo conocían en su familia, salió de vacaciones de Semana Santa hacia el parque Xenses, uno de los lugares más reconocidos de Grupo Xcaret, en la Riviera Maya.
La familia, integrada por el padre, Miguel Ángel Luna Calvo, su esposa y cuatro hijos se introdujeron en la atracción “Río salado”, para aventarse por los toboganes. Al viajar por el carril izquierdo, se dieron cuenta de que el ducto que aspira el agua para su circulación no tenía rejilla, por lo que “Leo” y su padre fueron succionados.
Luna Calvo logró salir para auxiliar a su hijo y buscar ayuda, pero el personal de Xenses no se acercó, por lo que no se pudo hacer nada en los primeros minutos, por lo que el menor falleció aparentemente por ahogamiento.
En Facebook, una mujer identificada como Mireya Luna, supuesta prima de “Leo”, escribió un mensaje para alertar lo sucedido con su familia, y exhortó a los usuarios a compartir su historia para que no suceda con otros visitantes.
Playas de Cancún, al tope de turistas, pese a coronavirus
Parece ser que nada hace entender a los turistas, tanto nacionales, como locales e internacionales, pues durante toda la Semana Santa, las playas de Cancún lucieron completamente abarrotadas e incluso por encima de lo permitido en el marco del semáforo epidemiológico en color amarillo, lo que podría representar un grave repunte en el numero de contagios por Covid-19 dentro de loas próximas dos semanas y a su vez un nuevo freno en la recuperación económica de todos los sectores productivos de Quintana Roo, que básicamente sigue dependiendo del turismo.
Lo anterior ocurre a pesar de los constantes llamados de la autoridad para prevenir el contagio de coronavirus, pero los turistas, al igual que habitantes de la zona, pasan por alto las recomendaciones y recorren las playas sin cubrebocas, sin sana distancia y, en muchos casos, con consumo alcohol y alimentos, lo cual aún está prohibido en los balnearios del estado.
Durante el pasado fin de semana y en un recorrido, se pudo observar que la fiesta en medio de la pandemia por Covid-19 es amenizada por grupos de banda que compiten con la música electrónica de los clubes de playa privados, donde familias enteras y jóvenes con cartones de cerveza disfrutan de las amenidades, sin el más mínimo cuidado en los protocolos de salud.
Y es que en México no existen restricciones de ningún tipo para recibir a turistas nacionales y extranjeros, es decir, que ninguno tiene que presentar una prueba que demuestre que no tienen Covid-19 al entrar a territorio nacional o para moverse entre los destinos mexicanos.
Las operaciones programadas para el Sábado de Gloria en el aeropuerto internacional fueron un total de 479, de las cuales 241 eran vuelos de llegada y 238 de salida; del total, 148 fueron arribos internacionales, es decir, que se superó y por mucho la expectativa que se tenía de los vuelos para el fin de la semana santa.
Asimismo, la ocupación hotelera en Cancún, principal destino receptor de turistas internacionales, junto con Riviera Maya, rebasó el 65% en sus más de 35 mil cuartos operando, con alrededor de 57 mil visitantes del país y del extranjero, de acuerdo con cifras de la Asociación de Hoteles de Cancún.
Hay resistencia al cumplimiento de los protocolos
Por su parte, el gobierno del estado cada semana amenaza con recrudecer sanciones para quienes violenten límites de aforo y medidas de prevención sanitaria, mientras que informó que Tulum registró un aumento del 200% en casos de Covid-19, muy probablemente a consecuencia de las constantes fiestas clandestinas y festivales que realizan ante la inoperancia de las autoridades, que se han mostrado permisibles.
Por su parte en Cancún, la resistencia a cumplir las reglas puede ser demostrada con el desorden que impera en Playa Gaviota Azul o Playa del Forum, como se conoce entre la población y donde no hay autoridad que obligue a los asistentes a respetar los protocolos de salud, por ejemplo, al final del pasillo que da acceso a la plancha de arenas blancas, el recibimiento es con un mini “beach club”, repleto de bebidas alcohólicas a la venta.
El acceso está parcialmente bloqueado por un camastro, arrumbado a un costado, pero la gente entra y sale sin cubrebocas, y muchos de ellos en estado de ebriedad, asimismo, a escasos metros se observa la torre de rescate, bloqueada por músicos de banda y, en línea recta rumbo al mar, se encuentran camastros y sombrillas suficientes para entorpecer el paso a los guardavidas en caso de haber una emergencia.
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